lunes, 15 de diciembre de 2014

ÉXODO, DIOSES Y REYES


Una cinta épica, dirigida por Ridley Scott (el mismo del "Gladiador", "Blade Runner" y "Alien"), y con uno de los temas más humanos, heroicos, estoicos y de aprendizaje de la historia, no debe quedarse solamente en la opinión pública de "pasaderita", "palomera", "entretenida con buenos efectos", eso es como bajar la calidad profesional hasta del mismo Scott.

ÉXODO, DIOSES Y REYES, se queda en esa categoría. Había leído muchos mensajes de la prensa extranjera, de público alrededor del mundo criticando el hecho de que los actores no parecen ni africanos, ni egipcios, es imposible que un "blanco" interprete estos personajes. A mi parecer, el que es buen actor puede interpretar cualquier personaje, y lo más importante, convencer al público. Por ejemplo, Charlton Heston también era de raza occidental y su papel es memorable como Moisés en "LOS DIEZ MANDAMIENTOS" (1956); Christian Bale quien toma el reto de impregnar de su esencia a este personaje bíblico.


El problema con Bale es que está mal caracterizado y mal vestido. Como Moisés, él es un general egipcio, recibe el mismo trato que un príncipe, ha dirigido tropas y salir triunfante en las guerras, el punto es que por momentos parece que está interpretando a un soldado del imperio romano, pero el maquillaje, el peinado, el look en sí de Bale lo hace ver como galán de Hollywood no como un antiguo egipcio. Bueno, es más, el actor está muy mal dirigido, actúa mal, con desagrado, desganado, como si estuviera obligado a hacerlo. Este es el verdadero problema.

Mientras que transcurría la cinta me dije: "muy bien, olvidaré este detalle, la historia y la narrativa de la película en sí, debe ser algo inolvidable que dejará huella en la historia cinematográfica". Pero lo que sucedió es que me seguía inconformando con muchas de las cosas ahí plasmadas. Por ejemplo, la edición era tan brusca y tosca que hacía parecer que estábamos viendo un resumen de la verdadera película permitiendo muchos huecos. Los diálogos no eran concretos, eran difusos, trayendo como consecuencia la confusión general, todo lo hablaban a medias, como si contaran adivinanzas.


 Estoy de acuerdo que en cada "remake" el director y el guionista propongan nuevas formas de contar las historias, además de embarrar sus toques personales. Pero en esta ocasión me dio la sensación de que Scott hizo a las carreras esta cinta, como por compromiso y no por arte. El director, quiso equilibrar las explicaciones científicas con las divinas, estuvo disparejo y no llegó a la contundencia que debió haber llegado.

Qué importa que Dios sea interpretado por un niño, al fin es la interpretación personal del realizador, qué importa que Moisés sea un soberbio, un sobrado durante toda la cinta, pero al final éste era un libertador empático con sus orígenes hebreas, como público debimos quedarnos con la sensación de ver o adoptar a un verdadero héroe, no sólo de su pueblo sino de la humanidad, porque lo que se debe provocar en el alma es desear un Moisés para nuestra gente en la actualidad, es decir un modelo anhelado.



Pero nada de esto sucede. La cinta, ÉXODO, DIOSES Y REYES, por sí misma es un revoltijo que no aterriza en ningún punto, ni el personaje central, ni en el tema central, ni en las emociones centrales. Es solamente un película más, "pasaderita" para comer palomas y ya. Siendo ese director, siendo esos actores, siendo este argumento, esta cinta debió haber sido algo épico para la industria, pero tiene más poder Alien (1979), del mismo director, que Éxodo.

ÉXODO, DIOSES Y REYES
(EXODUS, GODS AND KINGS)
DIRECTOR: RIDLEY SCOTT, 
GUIÓN: ADAM COOPER, BILL COLLAGE, JEFFREY CAINE, STEVEN ZAILLAIN
CON: CHRISTIAN BALE, SIR BEN KINGSLEY
PRODUCE: CHERNIN ENTERTAINMENT, SCOTT FREE PRODUCTIONS
EUA, 2014
150 MIN.

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