sábado, 28 de julio de 2012

EL CABALLERO DE LA NOCHE ASCIENDE

El Caballero de la Noche Asciende. Esta cinta tiene tanto para comentar que bien podría realizarse varias tesis al respecto y desde diversos puntos de vista. La verdad es que quisiera extenderme sin importar cuántas cuartillas pueda constar mis comentarios. Las actuaciones, el entrenamientos, los efectos, el guión, el director, el sonido,los temas, tanto y tanto. Pero el punto aquí no es aburrirlos.



 Christopher Nolan con este cierre de la saga, a mi gusto, pasó de ser director de cine a mago de cine. Para empezar, supo darle una profundidad humana y social a un personaje que a la vista de el público común es un simple super héroe, extraído del cómic que bien podría ser un ser creado para el disfrute de los niños y jóvenes únicamente; pero Nolan logra hasta un crítica social y política que nos atañe a todos en el mundo sin excepción y lo fusiona con la historia de Batman de una manera lógica, suprema.

Por un momento, durante la cinta, creí que estábamos viendo un documental de la democracia, la corrupción, la impunidad, políticos hipócritas en México, pero no. La esencia de la historia que nos ofrece Nolan versa sobre la miseria humana como ciudadanos, que somos pasivos, somos conformistas, no exigimos no hacemos valer nuestra opinión. Pero también trata de aquéllos que se aprovechan de esta situación para que con el pretexto de salvar al pueblo tratan de eliminar todas las normas, las leyes, las instituciones, porque según esas personas el gobierno debe estar en el y para el pueblo. También trata que si queremos un cambio en nuestros países para el bien de la ciudadanía hay alternativas no agresivas, no violentas, para conseguirlo.



Pero sobre todo trata de que todos podemos ser héroes, para lograr la armonía social, todos podemos contribuir en el cambio, ofrecer esperanza y lograr la paz. Desde un simple "buenos días" a los extraños en un elevador, hasta trabajar en equipo sin importar las distintas ideologías partidistas, porque así todos contribuiríamos a la prosperidad de un país, y no esperar que alguien haga las cosas por nosotros.

De todas las sagas, o trilogías, habidas y por haber en el cine, esta cierra de manera tan redonda que todos los cabos sueltos de las otras dos quedan cubiertos en la tercera parte, entre apariciones especiales, sorpresas de actores todos los personajes que aparecieron desde la "Batman Inicia" tienen su final decoroso y sorprendente.

A nivel guión tanto Christopher como su hermano lograron  magia. Respetaron muchos elementos del cómic y la historia de Batman pero también se tomaron muchas otras licencias para darle varios giros a los buenos como lo malos. Licencias tan bien escritas, justficadas, que ni el fan más fan pondría ningún "pero".

Es sabido que Anne Hathaway (Andrea en El Diablo viste a la Moda) estaba temerosa de ser gatúbela, porque temía caer en una mala imitación de Michelle Pfiffer en la versión de Tim Burton, y hasta entonces la mejor gatúbela en la historia de Batman. Pero afortunadamente para ella logró lo que ni Hale Berry, una creación de Selina altiva, convenenciera, pero elegante pero soberbia, joven, seductora, encantadora, pero no vulgar, no plástica, con un dejo de humanidad.

En lo personal deseaba con todas mis fuerzas que Bane interpretado por Tom Hardy (Eames en el Origen) tuviera un papel no sólo esencial, sino que marcara la vida de Bruce Wayne como lo hizo en la historia del cómic. Nolan nos regala una importancia magistral de este súper villano que no titubea ante nadie, ni siquiera se amedrenta ante Batman, es el único que podría derrotarlo, es más hasta matarlo.

De todos los aspectos técnicos el más destacable, que me impresionó de hecho, es el sonido, tanto la edición como la mezcla. Me encantó que toda la cinta tiene un sonido fuerte normal, envolvente, con la música que evoca, como debe ser, las emociones en cada escena, pero lo padre está que cada aparición de Bane se eleva el sonido, tanto que pareciera que un caos infernal se origina no sólo dentro de la película sino en la sala misma. Por eso es muy importante que pidan en su cine que le suban el volumen, para que se aprecie esta parte de la película.

A pesar de su duración eterna, pareciera que dura como 10 minutos, tan entretenida, tan interesante, llena de intriga, de análisis políticos y sociales, traiciones. Con un Batman que lucha por su gente, por su ciudad, pero no para eliminar al villano, sino para que entiendan todos que estamos en lucha constante por encontrarnos a nosotros mismos, defendamos los ideales propios y comunes a los demás.

Es por esto que El Caballero de la Noche Asciende no es para niños, porque aunque se trate de un súper héroe, icono infantil y juvenil, los niños no comprendería la magnitud de lo que significa este Batman, el caos, la violencia, la corrupción, la impunidad, los efectos estrepitosos, la manipulación de la opinión pública, los activistas con vestimentas de mesías falsos. Y no puedo seguir porque es muy importante respetar el factor sorpresa que envuelve toda la cinta.

La incursión de los personajes que interpretan tanto Marion Cotillard (esposa de Leonardo Di Caprio en El Origen) como de Joseph Gordon-Levitt (el novio abnegado de 500 Días con Ella) fue un acierto porque son piezas claves en la historia, el desarrollo de ellos dos son una gran revelación para Batman, extraordinaria la manera en cómo los fueron manejando.

Se siente tan bien ir al cine y pagar un boleto, que hoy en día es un lujo, ver que valió la pena cada peso, cada minuto de espera, cada interrupción de fallas técnicas. Cada explosión, cada diálogo, cada letra en el guión.




Es indiscutible que es la mejor película del 2012. Hay críticos que piden que sea considerada para nominaciones en categorías importantes para premios no sólo los "oscares" sino para otros alrededor del mundo. Yo al menos veo que el guión, los efectos, el sonido, la música y hasta la película en sí deberían estar nominadas en algún lado.

Como verán sólo les detallé algunos aspectos de la película porque en verdad no vale la pena relatarles de lo que trata, y qué personajes aparecen y por qué; lo que sí les puedo mencionar Batman, el Caballero de la Noche es una historia que cuando la ves te deja pensando durante mucho tiempo, es una cinta adictiva porque cuando termina, aunque tengas el trasero dormido, quieres más, quieres saber lo que sigue con cada uno. Batman te enseña a levantarte ante todo, después de cualquier caída, aquí las rendiciones no están permitidas, en tu trabajo, en el amor en tu familia, si alguien te hiere en lo más profundo, no se tiene permiso para morir, "¿por qué nos caemos Bruce? Para aprender a levantarnos." Así es, la gran valía de esta saga es que nos enseña que aunque oscura está nuestra vida, siempre hay una forma de regresar a la paz interior, a la vida.




BATMAN EL CABALLERO DE LA NOCHE ASCIENDE
(THE DARK KNIGHT RISES)

Dir. Christopher Nolan
Guión: Jonathan Nolan y Christopher Nolan
Con: Christian Bale, Gary Oldman, Tom Hardy, Michael Caine, Anne Hathaway, Morgan Freeman, Marion Cotillard.
Produce: Warner Bross.
Estados Unidos
2012
166 min.

lunes, 16 de julio de 2012

SALVAJES

“Hoy por hoy Estados Unidos es el país que tiene la mejor mota y eso evidentemente llamaría la atención de los narcos mexicanos que producen pura basura y la venden en volúmenes muy altos… Resiento que el gobierno nos quiera decir qué hacer. Esta guerra de droga es una locura… No podemos decirle a la gente qué hacer… Debemos aceptar que prohibirlo no funcionará como no funcionó con el alcohol en la prohibición de 1919.” ¿Eso qué Stone? Nada de lo que mencionó para promover su película sustenta el guión, de hecho el argumento dista en años luz de lo que verdaderamente trata la cinta: de nada, a la mitad de la historia se vuelve en una especie de “chic flick” (historias para mujeres) o de comedia romántica disfrazada de intensidad y preocupación social.



Claro ejemplo de que los seres humanos sólo hablamos “nada más porque Dios nos dio boca” es Oliver Stone, famoso director de cine por cintas importantes de crítica social o política como “JFK”. En lo personal a mi no me incomoda que los famosos se pongan la camiseta de alguna causa social, política, ecologista, etcétera; lo que sí es francamente molesto que quieran doctrinar a la gente con sus creencias muy particulares, o que le digan a la gente cómo hacer las cosas, pero peor aún, hablan cuando ni siquiera su trabajo no está a la altura de las circunstancias.
 
 “Salvajes” empieza regular, con algo supuestamente transgresor, un par de amigos, los mejores que puede haber en la vida, uno violento porque fue soldado y proviene de la guerra contra Irak, y el otro graduado de finanzas y botánica de la universidad, ambos comparten a la misma novia, los tres viven juntos, viven en paz y armonía, mientras que uno de ellos se ausenta, los otros dos hacen el amor, y  viceversa, o cuando se extrañan después de la ausencia los tres se dan sus ”toques”, y hacen otra vez el amor todos juntos, todo hermoso y perfecto desde el punto de vista hippie. Además, comercian con marihuana, se ubican en California, donde la planta para uso médico es legal, ellos la cultivan, la producen y la venden; su hierba es de la mejor calidad que puede haber en toda esa región y es así como se hacen de excelente reputación en ese mundo.
La historia se torna un tantito interesante cuando el Cártel de Tijuana dirigido por La Reina Elena, una Salma Hayek en papel de “Teresa” pero con harto varo y harta droga, está haciendo todo lo posible para mantenerse en pie ya que el cártel enemigo quiere apoderarse con la zona, ¿y cómo podría continuar el cártel del Tijuana dentro del mercado ilegal? Haciendo negocios con los amigos que producen una hierba de gran calidad, contratándolos como sus biólogos, productores, agricultores de confianza, así mantener fuertemente su presencia en Estados Unidos. Ben y Chon, (Taylor Kitsch y Aaron Johnson) se rehúsan, obvio las organizaciones criminales no aceptan un “no” como respuesta, por tanto secuestran a “O” (Baker Lively) la enamorada de ellos, para presionarlos.
Y es a partir de aquí cuando la cinta se vuelve un verdadero circo, en una película tan banal, tan superficial, carente de profundidad. Jamás  es una cinta crítica a las posturas de ambos países sobre el tema, la vida íntima de los cárteles y sus cabezas. Menos es una disertación sobre la dicotomía psicológica en la que seguramente deben vivir los capos.  Se vuelve una especie de parodia, como esas cintas de “No es otra tonta película de…”, es una cinta de amor pero mal planteado, de humor involuntario.

Con decirles, está tan mala que lo rescatable son las actuaciones de Salma Hayek, como la avariciosa Teresa de 1989 pero encarnada en la jefa de un grupo delictivo, Benicio del Toro que parece recién dado de alta del San Bernardino, y Demián Bichir que demuestra que sí es buen actor, aunque sólo tenga una participación de cinco minutos como el brazo derecho de Hayek. John Travolta, el primero en los créditos, no existe, él tiene que ver en esta comedia de enredos siendo un agente simpático de la CIA coludido en este mundo lleno de impunidad.
Al final, “O” quien va narrando la historia, menciona que ese final, por las circunstancias dadas, es una verdadera “cagada”, y sí, no puede ser que Oliver Stone haya decidido terminar la película de una manera tan infame, tan asquerosa, como si quisiera burlarse del público. Ese final parece homenaje al peor capítulo del chavo del ocho por lo absurdo y ridículo que es. Es tan espantoso que el mismo público en el que me tocó estar se empezó a reír de lo ilógico, de lo inverosímil que estábamos presenciando.

Pensándolo bien, creo que no sólo el final fue en honor a Chespirito o al personaje del barril, sino toda la película porque en toda ella, cada vez que llegaba un mensaje a la computadora o a los celulares de Ben y Chon sonaban los compases de la tonada de identificación de el chavo del ocho, juro que faltó verlo salir del barril para que “Salvajes” se coronara como el mega churro del verano. Si a esas vamos, prefiero “Los Indestructibles 2”, tal vez también sea tonta y ridícula pero de eso se trata, de ver a las leyendas del cine de acción a punto de la tumba haciendo el ridículo dando todavía patadas y pistolazos. Lo contrario de “Salvajes” pretendiendo ser intensa, trasgresora, seria y crítica, cuando no pasa de ser una mala telenovela de Miami o en el mejor de los casos de Argos producciones.
SALVAJES
(SAVAGES)
Dir. Oliver Stone
Guión: Shane Salerno, Don Winslow
Con: Taylor Kitsch, Aaron Johnson, Blake Lively, Salma Hayek, Benicio del Toro
Produce: Onda Entertainment Relativity Media
EUA
131 min

jueves, 5 de julio de 2012

ATRAPEN AL GRINGO



 Estábamos un grupo de amigos reunidos discutiendo sobre qué película ir a ver para pasar la tarde del sábado lluvioso. Consultando la cartelera nos percatamos que todo está atiborrado de películas infantiles, cuestión que resultaba frustrante hasta cierto punto, porque rascándole existían un par de opciones, entre ellas Atrapen al Gringo (Adrián Grumberg). Sugerí ver esa cinta, la respuesta inmediata y contundente de una de mis amigas fue la de un rechazo vomitivo, como si hubiera olfateado popó de perro, todos nos quedamos asorados ante su reacción, alguien preguntó “¿ya la viste entonces?”, sin abandonar su expresión de pestilencia, al mismo tiempo nos argumentaba “No, ¿pero cómo esa? Si fracasó en Estados Unidos, nadie la vio, ha sido el peor fiasco en la carrera de Mel Gibson”.

Desde que vi el tráiler de Atrapen al Gringo si me atrapó por los banales hechos de que Gibson la produjo y trabajó en Veracruz, también recordé que se rodó en un penal de esa ciudad, y a forma de chisme, que al actor hollywoodense se ha enamorado del puerto. Entonces eso me despertó mi curiosidad, ya que vi en los cortos que un grupo de mexicanos perseguían a un gringo. ¡Achis miachis!


Después de ver Atrapen al Gringo, no dudaría que fuera un fracaso en Estados Unidos, que la gente le haya dado la espalda a esta cinta, y es que tiene toda la manufactura de una película mexicana pese a que es netamente del “gabacho”. Se desarrolla en México, en un penal mexicano, entre gente mexicana, con actores todos mexicanos, con una estética y un diseño de producción mexicano, con problemas tan mexicanos como la impunidad, la corrupción penitenciaria, el tráfico de armas y droga, la fotografía; todo lo hace parecer una cinta mexicana, como si el actor invitado fuera Mel.


Los chistes, el drama, y los actores protagónicos hacen que la historia se aproxime mucho a nuestra idiosincrasia y por tanto al público nacional, nos identificamos con lo que vemos en pantalla, por eso nos entretiene, nos interesa y divierte.

Existió en Tijuana hace ya unos ayeres una penitenciaría conocido comúnmente como “El Pueblito” en el cual, además de juntar a los reos y reas en un mismo espacio, éstos podían mantener a su familia con ellos viviendo dentro, así se podía ver niños corriendo, señoras lavando, gente compartiendo los sanitarios comunes, como si fuera una vecindad no una cárcel; también había tiendita de abarrotes, taquería, farmacia, en fin, negocios, sin mencionar el descaro de vender heroína y otras drogas, armas y mujeres como si fueran dulces. Bueno, ¡una cosa preciosa ese penal del Pueblito! El paraíso terrenal.

Daniel Jiménez Cacho como Javi y su hermano mayor Jesús Ochoa son los que controlaban toda dinámica dentro de este lugar, no se daba un paso sin que éstos se enteraran o lo autorizaran. Gibson es un ladrón que escapa de la autoridad de su país para caer en manos de la policía mexicana quienes lo entregan al “pueblito”, dentro empezará a convivir con esta cultura baja, ruin, putrefacta de un país extranjero, todo para salir pronto y recuperar el dinero que había robado. En el transcurso de los días, aprende a apreciar a (Kevin Hernández) un niño de 10 años adicto al cigarro, sediento de venganza (que por cierto, ojo con este chiquillo, qué buen actor resulta ser, brilla en pantalla, sabe transmitir muchísima química con Gibson), y a su madre (Dolores Heredia) una adicta redenta para quien lo más importante es proteger a su hijo ya que alguien se lo quiere llevar para siempre, ¿por qué o para qué? He ahí el meollo del asunto y lo que desata todo el conflicto central.

Por su puesto, Gibson, a través de su personaje, hace gala de astucia, inteligencia y sagacidad para salir bien librado de las persecuciones o de los tiroteos, es por eso que recuerda mucho en su trabajo de Arma Mortal.

Una cinta independiente, que por los temas que manejan, y el tratamiento que se le da, al público estadounidense le resulta extremadamente ajeno. Es divertida en el más puro entretenimiento, una trama sumamente sencilla, que también debe ser cruda por el carácter innegable del sistema mexicano en cuanto a la impartición de justicia; cinta de bajo presupuesto, y que cumple con su cometido: distraer por hora y media, nada más. No crean que verán algo como El Padrino, o Cara Cortada. Digo, “tampoco le pidan oro al manzano”.


ATRAPEN AL GRINGO
(GET THE GRINGO)
DIR. ADRIÁN GRUMBERG
GUIÓN: ADRIÁN GRUMBERG, STACY PERSKIE Y MEL GIBSON
CON: MEL GIBSON, DANIEL JIMÉNEZ CACHO, JESÚS OCHOA, DOLORES HEREDIA
PRODUCE: AIRBORNE PRODUCTIONS, ICON PRODUCTIONS
E.U.A. 2011
98 MIN

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