martes, 29 de octubre de 2019

LA LAVANDERÍA (Por Abel Olivares R)


Facebook: Al Cine Con Dolly Freim
Twitter: @abel_oratap



Sinceramente no sabía de la existencia, pre o producción de una cinta cuyos participantes fueran un conjunto de actores de gran preponderancia en el medio de hollywoodense, chequen esto: Meryl Streep, Gary Oldman, Antonio Banderas, David Swimer, Sharon Stone, James Cromwell, Robert Patrick, en fin, tantos más; pero no sólo eso, que dicha cinta fuera dirigida por Steven Soderbergh, el mismo de películas interesantes como “Eric Brockovich” (2000) o “Traffic” (2000), pues resulta que se estrenó en Netflix “La Lavandería” con todos ellos.



Por supuesto, como admirador de Streep, y atraído por todo ese cartel, le di play en cuanto la vi anunciada en la plataforma, y la sensación que iba dejándome era de confusión, extrañeza, me sentí en el limbo por momentos. Conforme iba avanzando la historia, más rara sentía a la cinta, sin saber cuál es el punto medular dejé correrla, quería saber a dónde nos lleva la trama.



Pues resulta que todo comienza cuando Ellen (Meryl Streep) y Joe (James Cromwell) están tomando unas lindas vacaciones, en un lugar boscoso, con un hermoso lago, entonces abordan un bote junto con muchos turistas para darles un recorrido guiado por el lago, ya saben, donde se les explica datos históricos, curiosidades, y demás. Se les ve a todos los personajes relacionándose y de pronto una ola entre inusual por tratarse de un lago, e inestable, provoca que se vuelque el bote, desgraciadamente por este accidente fallece Joe.

Ellen espera recibir la indemnización por parte de la empresa que ofrece el servicio de recorridos en el bote, ya que éste se supone debe contar con un seguro contra accidentes, para su sorpresa y desgracia, al consultar los documentos y reclamar dicho seguro para poderle pagar a los afectados, resulta que la aseguradora era un empresa fantasma que a su vez dependía de otra empresa cascarón que a su vez dependía de un despacho de abogados en Panamá que se dedicaban crear este tipo de empresas alrededor del mundo, el famoso despacho Mossak & Fonseca; efectivamente, es lo que ustedes ya dedujeron, el famoso caso de apenas unos años “los papeles de Panamá” o “Panama Pappers”.



Esta película explica más que nada el funcionamiento de toda esta red de empresas que se sustentan en papeles en blanco, que siendo sumamente estrictos se manejan dentro de la legalidad, sí son fraudulentas porque obtienen dinero de clientes que de buena fe creen obtener beneficios porque averiguando e indagando a primera instancia son empresas registradas, que supuestamente está todo en regla, y que sin embargo no hay nada adentro.

¿Recuerdan que México salieron “bailando” en este escándalo nombres de algunas celebridades mexicanas como Martha Debayle?




Actualmente aún sigue retumbando en nuestro país el caso Odebrecht, empresa constructora brasileña que hizo negociaciones millonarias con Pemex, adivinen de qué despacho dependía la constructora, exacto Mossak & Fonseca. De hecho, en la película sale a relucir el nombre de esta empresa.

Es así como Steven Soderbergh con el pretexto de lo acontecido con Ellen, va desprendiendo  otras mini historias de distintas nacionalidades, todas relacionadas con el despacho Mossak & Fonseca, que si bien los “Papeles de Panamá” afectaron a grandes empresas y consorcios, los peores afectados fueron la gente de a pie, la común y corriente que perdieron sus ahorros ahí, son en ellos en los que se centra la película, narrada por cierto por unos simpáticos pero cínicos Gary Oldman en su papel de Jürgen Mossak y Antonio Banderas como Ramón Fonseca, los abogados que provocaron este desastre pero nos van contando como ellos no hicieron nada ilegal, fue la gente y su ambición los que ocasionaron todo.



En un tono frío, irónico y de humor negro, La Lavandería es una película original de Netflix que se tiene la intención de estrenarla en cines para poderla ingresar en el circuito de premiaciones. Pero el manejo de las historias, como las van relacionando unas con otras, el final, es lo que provocaron en mi incertidumbre al no saber para dónde iba la película o cuál es su propósito, en conclusión, es solamente un reflejo, o una cinta explicativa de manera ligera qué es eso de los papeles de Panamá con su cierto “recargón” en los gobiernos por dejar pasar por alto estas empresas dejando sin protección a sus ciudadanos.

Aún no decido si me gustó o no la película, debo digerirla más.

LA LAVANDERÍA
(The Laundromat)
Dirige: Steven Soderbergh
Escribe: basado en el libro de Jake Bernstein, guión de Scott Z. Burns
Protagonistas: Meryl Streep, Gary Oldman, Antonio Banderas
Produce: Anonymous Content, Grey Matter Productions, Netflix
Estados Unidos, 2019
Hablada en inglés, ruso, mandarín, español
95 min.


lunes, 28 de octubre de 2019

MALÉFICA, DUEÑA DEL MAL (Por Abel Olivares R)


Facebook: Al Cine Con Dolly Freim
Twitter: @abel_oratap



Como lo dije en alguna otra reseña, creo que estamos en la era de las películas que se crean específicamente para hacer dinero. También, como lo señalé en aquella ocasión, el objetivo primordial de la industria cinematográfica es hacer dinero, pero ¿qué importancia, preponderancias, trascendencia, puede tener una película donde lo más padre son los efectos, y ya? “Maléfica, Dueña del Mal” es un claro ejemplo de ello.



El tema de conversación llamado “El Guasón” lo tenemos hasta en la sopa, pero esta película es rotundo ejemplo de una película en la que el protagonista es un personaje de cómics, está sustentado sobre un guión nada pretensioso pero poderoso, y grandes trabajos técnicos; película que no necesariamente debe ser de arte, profunda o densa para promover, provocar temas de conversación, te genera analizarla durante días, te invita a verla varias veces, disfrutas de buena música, actuaciones, escenarios. Es decir, cuando una película que de principio podría ser del más puro entretenimiento y te deja algo en el alma y la mente ya estamos hablando de un trabajo trascendental y memorable.

Y resulta que la película dirigida por Joachim Ronning, es irrelevante, de esas películas que si entras a verla te la pasas bien, y en cuanto termina ya se te olvidó, porque ni te atrapa la trama, ni admiras a Maléfica, ni te gustaría tener una vida como la de Aurora, ni nada, la villana es muy villana, Michelle Pfifer, que te recuerda a la verdadera Maléfica y a lo mejor hasta por ahí pudieron haber centrado la historia de la hechicera, pero ¡ah no! La tuvieron que volver bondadosa, entonces la que se supone debería ser malvada es la más buena de las buenas, y la princesa la más tonta entre las tontas, y casi casi, nada más por que sí. Todo mal.



De qué sirve que tengan un gran elenco: Angelina Jolie, Elle Fanning, Imelda Staunton, Michelle Pfifer, Chiwetel Ejiofor, si sólo será una “película de buenos efectos” y ya. A mi se me hace que, dentro de unos años, unos diez, tal vez más, van a hacer el reboot de Maléfica para darle la importancia que tiene como una de las mejores villanas de las películas infantiles. Pero bueno, mejor vuelvan a ver Guasón de Todd Phillips, porque es una clase de cómo se deben hacer películas sobre villanos icónicos.

MALÉFICA, DUEÑA DEL MAL
(Maleficent: Mistress Of Evil)
Dirige: Joachim Ronning
Guión: Micah Fitzerman-Blue y Noah Harpster
Con: Angelina Jolie, Elle Fanning y Michelle Pfifer
Produce: Roth Films, Walt Disney Pictures
Estados Unidos, Reino Unido
2019
En inglés
119 min

jueves, 10 de octubre de 2019

GUASÓN (Por Abel Olivares R)



En el mundo entero, pero enfocándome concretamente en México, ya que es el país en el que vivimos, hemos llegado a un punto en el que el malestar social está en punto de ebullición: somos intolerantes a todo, nada nos parece, estamos en desacuerdo con todo, gritamos y nos enojamos hasta porque el a lado respira, es como si estuviéramos exhalando veneno e inhalando terror, es como si ya no pudiéramos ver nada bueno del mundo.



Se acabó el respeto a la autoridad, a las reglas, a las normas y políticas, está dejando de ver gobernabilidad, la gente ya no se está dejando gobernar, el hartazgo y la desesperación están ganando cada vez más terreno, por otro lado el miedo es el que está apoderándose de los hogares, de la gente honrada y trabajadora, todo esto desembocando en la violencia: vemos peleas por nada en el metro, en la calle, en el transporte; robos a casa habitación, transporte y en la vía pública como si fuera natural, tanto como respirar, no tenemos fe en los líderes que nos representan y deben defendernos o evitar y todo esto. Trayendo como consecuencia tomar justicia por nuestra propia mano, ignorando conscientemente que podemos encontrar a la muerte, en el peor de los casos. La anarquía ha germinado.



Esto a nivel macro, esto es lo que se palpa socialmente hablando. Pero ¿qué sucede con cada individuo? Se dice que “cada cabeza es un mundo” lo que yo opino o percibo, no es lo mismo que tú opinas o percibes, ni al de enfrente, ni al de atrás ni al de nadie. Dependiendo de los valores que se nos inculcan en el seno familiar, dependiendo de la inteligencia emocional que se nos va formando desde la infancia, dependiendo del mundo en el que nos vemos inmersos, depende de las circunstancias en las que nos vemos envueltos, dependiendo del tipo de oportunidades de vida creadas por nosotros mismos o regaladas por alguien más, es la forma en que nos vamos a defender este México (o mundo) que nos tocó vivir, es así como crecemos con debilidades,  miedos, valentías, con integridad o con predisposición a la humillación, doble moralistas o apegados a nuestros ideales.



Unos saldrán a las calles a desahogar sus frustraciones y hartazgo mediante lo violento, en marchas, pintas, destrucción, otros querrán buscar el bien alineándose con la diplomacia, otros perdiendo, no la razón, pero sí el discernimiento entre lo que está bien y mal, así es que el asaltar, el mentir, defraudar y asesinar es tan normal y natural como el abrir los ojos todas las mañanas, por tanto, el quitarle lo material o la vida a los que viven “mejor” (no necesariamente los ricos) está bien, no tiene nada de malo, sobre todo cuando no se quiere atender las necesidades humanas de una sociedad y las urgencias no se resuelven.



Las redes sociales guardan todo este malestar, enojo, violencia verbal, tensión social, y las últimas marchas y manifestaciones en México han reflejado un estado de descomposición social intensificado peormente que en otros años, no se ve solamente en los vidrios rotos, o en las paredes pintarrajeadas de inmuebles históricas sino también en la sensación, en el ambiente, en las víctimas, en el nivel de exigencias, los números de robos (de cualquier tipo), asesinatos, secuestros, evasión de impuestos cada vez más para arriba. ¿Y los ricos? Pues trabajando para generar empleos, agilizando la economía, ¿a qué costo? Con impunidad, evadiendo impuestos, sueldos bajos, lavado de dinero, nepotismo, corrupción, abusando de los de abajo en pocas palabras, aunque esto suene contradictorio, pero así es México, así es el mundo, lleno de complejidades y contradicciones.



No me podrán negar que esto es para volverse loco, México es un país muy bonito por muchísimos temas, pero insisto, en lo individual, es inhumano que uno luche por salir adelante, tener un trabajo honrado, un changarrito, tener una profesión, y entre más crecemos más trabas nos encontramos para estancarnos, para frustrarnos, para dejarnos en la carencia total. Todo mal, por donde lo veamos, dice otro dicho “ya ni llorar es bueno” entonces “al mal tiempo buena cara” ante la adversidad siempre sonriamos, si algo te sale mal no de pongas triste, sonríe y sigue adelante, inténtalo de nuevo,  si te vuelve a fallar no te desesperes, sonríe y lucha, y si la vida definitivamente no te quiere y te da sólo dolor, tú sigue sonriendo, ¿sí o no nos dicen eso? ¡con eso crecemos! Esto es peligroso, porque tanto enojo contenido, se llegaría al punto de una explosión violenta como el niño que disparó contra sus compañeros y maestra en aquel colegio en Monterrey, o muchos otros casos como la rapiña cuando grupos de personas se metieron a tiendas y almacenes a saquear hace un par de años por los “gasolinazos”.


¿México? Pues les acabo de contar la trama de GUASÓN del director Todd Phillips, el mismo que dirigió ¿Qué Pasó Ayer? (2009), así tal cual, la película del payaso está totalmente alejada del mundo de los cómics si hablamos de súper héroes, porque si bien en la trama toman varios elementos del mundo de Batman, Guasón no es una película de aventuras y acción, es una película de crítica y análisis social como el que les acabo de narrar; el director tiene a bien escudriñar sobre la pobreza humana, política y emocional en la que estamos inmersos y su resultado: gente demente y sus orígenes, ya que todo asesino tiene sus detonantes que pueden provenir tanto en la familia como en el mundo entero. El personaje de DC es sólo un pretexto para llevarnos por cada esquina del espíritu de los seres humanos rotos, decadentes, pisoteados por el resto de la humanidad. Entonces podemos apreciar que es una historia original tan bien delimitada con un personaje tan perfectamente planteado que sostiene una película poderosa. Una de las mejores películas de drama del año, no en vano ha ganado seguirá ganando premios alrededor del mundo.



Nos vemos tan bien reflejados que estoy a dos segundos de decir que lo mejor es la ultra violencia para transformar y reestablecer el orden y la estabilidad en el país, ya que por el bien y pacíficamente NO SE PUEDE. ¿Qué nos queda? Obligarnos a sonreír mientras que nos sentimos de la fregada, llorando ante la carencia violenta monetaria y espiritual en la que estamos, igual que Arthur en la primera toma, en los primeros segundos de la película.

GUASÓN
(Joker)
Dirige: Todd Phillips
Guión: Todd Phillips y Scott Silver
Protagonizan: Joaquin Phoenix, Robert De Niro, Zazie Beetz
Produce: BRON Studios, Creative Wealth Media Finance, DC Comics
Estados Unidos, Canadá
En inglés
2019, 122 min

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