lunes, 29 de septiembre de 2014

LUCY



En repetidas ocasiones han salido a la luz estudios científicos sociales enfocados al grado de felicidad de los pobladores de distintos países alrededor del mundo, curiosamente los resultados han arrojado que los ciudadanos más felices son los pertenecientes a países tercermundistas, pero además, de éstos se destacan aún más, cuya política educativa es pobre en todos los aspectos, nivel académico, presupuestos, infraestructura, entre otros, por tanto, los índices de analfabetismo son muy altos. Dicha investigación entonces, concluye que los países con menos preparación educativa son los más felices, los que tienen una cantidad considerable de población viven en constante angustia, miedo, preocupaciones, enojo, y en casos extremos hasta llegan a inhibir ciertas emociones.



Considero que esta curiosa situación obedece a que cuando una persona desarrolla su mente por medio de conocimiento se apodera de herramientas teóricas y prácticas para obtener la expansión constante de la visión del mundo, permitiéndose analizar la situación de todo lo que acontece a su alrededor, apreciar cómo afecta todo lo que el ser humano realiza en perjuicio de lo colectivo como de lo individual, o del mismo planeta y su naturaleza; por ende se vive con temor, con odio, con angustia, en fin, con infelicidad. Por el contrario, si se vive en la ignorancia total, si no se tiene armas educativas, si no se lee, si no hay escuelas que te los otorgue, pues esa persona no saldrá más que de su micro cosmos que es su familia y comunidad y no tiene por qué preocuparse de nada más y si alguien en algún punto del planeta está trabajando en su contra ni se dará por enterado.

La teoría cognoscitiva y del desarrollo del cerebro humano es una teoría aún en desarrollo que obviamente no se tienen las conclusiones del uso total de la capacidad cerebral, pero las bases de ésta, Luc Besson la plantea de una manera alucinante y apasionante en su más reciente cinta "LUCY".



Besson no escapa de su estilo violento y vertiginoso ni en sus personajes, ni en sus escenas ni en su guión, pero todo justificado con el hecho del uso del 100% del cerebro planteando la duda ¿qué pasaría si los seres humanos usaran esa capacidad? Una posible respuesta en la película es la unión o mejor dicho la comunión con el cosmos.

Pero hablando de la felicidad, mediante el personaje de SCARLETT JOHANSON, "Lucy", podemos observar que entre más sabemos menos felices somos, el conocimiento es como una droga poderosa, entre más sabemos más que necesitamos conocer, no nos conformamos y queremos saber más y más porque además de hábito se vuelve una necesidad, y entre más se sepa más evoluciona o revoluciona el cerebro con lo cual se pierde cualquier tipo de sensibilidad emocional, triste pero cruel realidad.



Lucy inicia como una lección teórica neurobiológica y termina como una inteligente y padrísima cinta de acción con dejos de ciencia ficción. Vale mucho la pena y más porque una vez más la JOHANSON demuestra que ella al son que le toquen baila, o sea, cualquier tipo de papel que acepte lo entrega de manera impecable.



LUCY
DIRIGE Y ESCRIBE: LUC BESSON
CON: SCARLETT JOHANSON, MORGAN FREEMAN, MIN-SIK-CHOI
PRODUCE: CANAL+, CINE+, EUROCOPA CORP
FRANCIA, 2014

89 MIN.

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