lunes, 30 de abril de 2018

AVENGERS INFINITY WAR




En este momento en que escribo esta reseña ya vi dos veces Avengers Infinity War, inclusive en próximos días la veré por tercera vez, me gustó tanto la película de los hermanos Russo que no me cuesta verla tres, cuatro hasta cinco veces, con el riesgo de aprenderme los diálogos. También, para este momento, medios internacionales como Rotten Tomatos, Entertainment Weekly y demás, reportan que la película se convierte en el mejor estreno en la historia del cine, al haber recaudado ya 630 millones de dólares alrededor del mundo y sin contar a China que aún no se estrena.



No es para menos, el construir durante 10 años un universo cinematográfico no significa la presentación y conocimiento de cada personaje y villano, sino es la construcción de emociones y sentimientos a través de la proyección que hacemos de nuestra personalidad hacia cada uno de los personajes, de esta manera nos identificamos con cada uno, en unas ocasiones menos, en otra más, en otras nada, así algunas personas empezaron a tomar partido por Capitán América, otros por Iron Man en Civil War (2016), así con todos desde hace 10 años. Muchos quisiéramos tener el martillo de Thor, otros nos identificamos con la timidez de Banner, mujeres podrían querer tener la agilidad de Natasha, y así sucesivamente con cada personalidad y poder supra humano de cada personaje de Marvel.



Esto no es ningún spoiler, ya que desde Iron Man 1 (2008) nos han venido contando de qué trata Infinity War: existen 6 gemas de poder que quien las posea podrá ser el más poderoso de todo el universo, Thanos es ese alguien que quiere adueñarse de ellas y las ha estado buscando a lo largo de estos diez años, y lo que nuestros héroes deben hacer, es impedir que este villano despiadado las logre reunir.



Son diez años de adoptar cada personaje como parte de nuestra familia, o parte de nuestro círculo de amigos, por no me extraña nada que el público aplauda efusivamente cuando aparece Stan Lee con su tradicional cameo; no me extraña nada que ahora sí nadie, absolutamente nadie, en ambas ocasiones en las que he visto la película, se salga de la sala sino hasta terminar todos los créditos, cabe mencionar que en todas las 18 películas del universo Avengers la mitad de la audiencia o más no le importa la escena post créditos y se salen, en esta ocasión no.



Tampoco me extraña que al final de la película, es más, horas y días posteriores después de ver la cinta, amigos, familia y conocidos, platicando con ellos, sigan en shock, porque es una descarga de adrenalina, porque es ver a tus amigos queridos ficticios todos juntos en un mismo espacio llamada “pantalla de cine”, es como cuando llegan a tu fiesta todos y a cada uno de los seres más queridos para ti y no sólo te están trayendo su presencia sino vienen con muchos regalos y sorpresas, y como no te los esperas desmayas de la emoción, gritas y aplaudes.



Aquí me estoy absteniendo de contar detalles de la trama porque no voy a contribuir a todos esos spoilers y haters en redes sociales que arruinan la emoción, y por ello es que hasta crearon una campaña por parte de los directores “Thanos demanda tu silencio” porque la película es una caja de sorpresas interminables. Y así seguiré en este tenor. Pero lo que sí les puedo contar es que hacia la mitad de la cinta (que por cierto dura dos horas treinta minutos), llegó a mi pensamiento la frase “¡Qué película tan sofisticada!” ¡Vamos! ¡Claro que en la historia del cine han existido producciones llenas de sofisticación en su nivel de actuación, en el guión, en la fotografía, etcétera; pero a lo que me refiero aquí es que la sofisticación se centra en que superó a todas sus predecesoras en su conjunto, es inifnitamente superior en tecnología, en efectos visuales, en fotografía, iluminación, texturas, vestuario, efectos especiales, no parece que los escenarios estén hechos por computadoras, no parece que en las batallas estén diseñados por un software, Thanos qué bien definido villano, el mejor escrito tal vez para este tipo de películas, todos los super héroes tienen su peso en la historia, ninguno se queda flotando sin su relevancia correspondiente, es decir, es una cinta redonda por donde quiera que se le mire.



Por todo esto, me atrevo a decir que es el gran acontecimiento cinematográfico del año.

Mira el tráiler aquí:



AVENGERS INFINITY WAR
Directores: Anthony Russo y Joe Russo
Guión: Christopher Markus y Stephen McFeely
Con: Josh Brolin, Robert Downey Jr., Chris Hemsworth, Mark Ruffalo, Chris Evans, Scarlett Johanson, Don Cheadle, Benedict Cumberbatch, Tom Holland, Chadwick Boseman, Zoe Saldaña, Karen Gillian, Tom Hiddleston, Paul Bettany, Elizabeth Olsen, Anthony Mackie, Sebastian Stan, Idris Elba, Dave Bautista, Chris Pratt.
Produce: Marvel Studios
En ingles
Estados Unidos, 2018
149 min.

viernes, 13 de abril de 2018

UN LUGAR EN SILENCIO




Es muy frecuente saber de gente que tienen ideas, unas buenas, otras no tanto, que se arriesgan poniendo su propio dinero para desarrollarlas, llámese un negocio, o una película como lo es el caso de Un Lugar En Silencio, donde John Krasinski al invertir sus ahorros, toma la decisión de escribir, producir, dirigir y protagonizar su propia película, esto obedece a dos cuestiones inherentes entre sí, la primera se refiere a que al contar con un presupuesto pequeño, por tanto es un proyecto austero, habría que ahorrar los sueldos; en segundo lugar, es que si se trata una historia de su propia autoría, como todo artista, ya tiene una forma clara, exacta de cómo debe ser el resultado final, al asumir todo esos roles en su propia película al menos se apropia de las riendas y si algo sale mal sería bajo su responsabilidad.



¿Qué más da si otra persona con experiencia pueda ejecutar estos papeles dentro de la producción? Creo que nadie debe tocar tu trabajo cuando se trata de un experimento. Así es, Un Lugar En Silencio se planificó como un experimento cuyo resultado es redondo, muy bien ejecutado; como buen experimento tiene su nivel de gran complejidad en todos los niveles: guión, sonido, actuación, edición.



Les platico la sinopsis: la familia Abbott vive en la zozobra habitual, cotidiana, por ser descubiertos de los alienígenas que han invadido a la Tierra,  resulta que éstos son ciegos por tal razón tienen muy desarrollados sus demás habilidades, son súper veloces, ágiles y poseen un oído súper desarrollado, por ello, el más mínimo ruido es motivo del ataque inminente de estos seres terroríficos, por tanto la única forma de comunicarse es a señas y si acaso, tal vez un susurro esporádico, caminan descalzos por seguridad, ya que el calzado produce sonidos al andar, no hay carne más que verduras, para suministrarse deben ir a los pueblos desolados, ya que la humanidad está al borde del extermino debido a los extraterrestres. Es por ello por lo que esta película es silente sin serlo, si acaso, por lo mucho hay diez líneas en toda la película, todo lo demás son señas, miradas, gestos, muecas.



Tiene todos los elementos para mantener el suspenso durante toda la película, desde que inicia hasta que termina, pero también integran los elementos necesarios en los momentos perfectos para provocar el grito, o sobresalto del público, provocar terror, es una película de miedo sin serlo porque en esta ocasión no se enfrentan a fantasmas o a un asesino en serie, sino son seres de otro mundo que provocan que una familia sólida corra el riesgo dramático de la desintegración de sus lazos fraternos.



Son solamente cuatro actores los que interactúan en la hora y media que dura la cinta, y muchas veces cada uno de ellos se encuentras solos, el peso de las escenas recae, muchas veces, en un solo actor, por tanto, el nivel de actuación incluso de los niños Millicent Simmonds y Noah Jupe que par nada desmerecen, ambos son un gran potencial en ciernes. Emily Blunt demuestra extraordinario poder actoral, a tal grado que, a mi consideración, si en este momento fuera fin de año, no me extrañaría una nominación como mejor actriz en todos los certámenes posibles.



Como verán el guión debió ser difícil de escribir para que quedara una historia que, aunque no se habla casi nasa, no perdiera ritmo, entretenimiento, suspenso y terror al mismo tiempo, evitar en todo momento que sea aburrida, evitar lo más posible clichés, pero también establecer personajes entrañables y todos los son. Pero también es compleja la parte técnica, ya que la historia le demanda a la familia Abbott que no hagan ni un solo ruido, la película sí le demanda enaltecer todos los demás: la caída de agua de una cascada, el correr de un río, el viento entre los sembradíos, las pisadas casi imperceptibles sobre la madera de la casa, la música y hasta el silencio mismo.



Un Lugar En Silencio es otro ejemplo que con muy bajo costo se pueden hacer películas poderosas, y por tanto rentables, ya que costó poquito más de 15 millones de dólares, que para los niveles de Hollywood es una cinta pobre, de bajísimo presupuesto y 5 días después de su estreno consiguió alrededor de 89 millones de dólares. El público ha quedado encantado con este experimento cinematográfico.



UN LUGAR EN SILENCIO
(A Quiet Place)
Dirige: John Krasinski
Guión: John Krasinski, Bryan Woods, Scott Becks,
Con: John Krasinski, Emily Blunt
Produce: Platinum Dunes, Sunday Night
En inglés y lenguaje estadounidense de señas
Estados Unidos, 2018
90 minutos

miércoles, 11 de abril de 2018

READY PLAYER ONE





A una semana y media de haberse estrenado la cinta dirigida por Steven Spielberg, Ready Player One, ya se ha hablado, opinado lo suficiente de la misma, por diversas cuestiones apenas me hice la oportunidad de ver esta película, no quiero dejar escapar el momento para externarles mi sentir al respecto.


Durante el transcurrir de la cinta me fui formando la idea de que Ready Player One debe considerarse como contendiente en cualquier certamen donde se premie a los guiones cinematográficos, sí porque se nota lo complejo que debió resultar el adaptar la novela a un trabajo de cine, la combinación de escenas que narran la realidad con lo virtual que suceden al mismo tiempo resulta delirante en pantalla; pero también es de mucho valor porque no solo se adaptó el libro, sino fueron más allá: adaptar la realidad de los niños o adolescentes de los años 70 u ochenta del siglo XX a la realidad de los niños del siglo XXI, que si nos detenemos a reflexionar, la meta de diversión en ambas épocas en la misma, el método es el que cambió drásticamente.



Lo que quiero decir con esto es que, el gran valor de Steven Spielberg junto con los guionistas, Zak Penn y Ernest Cline (éste también autor de la novela), es haber trasladado a la perfección Los Goonies (1985), E.T. (1982), Indiana Jones (1981), Historia Sin Fin (1984), Eso (1990), entre otras muchas, en Ready Player One. Es decir, el punto medular y común entre todas esas historias de los ochenta es que se trataban sobre un grupo de niños o adolescentes donde los padres estaban ausentes provisional o definitivamente, situación que les provocaba crear un mundo que les sirviera de sostén y olvidarse de la soledad en la que se encuentran sumergidos ¿cómo lo hacían?, pues  inmiscuyéndose siempre accidental o casualmente en aprietos que los llevaban a enfrentarse a los villanos, que ”curiosamente” siempre resultaban ser adultos. Todo por auxiliar a un amigo, defender un tesoro, eliminar un monstruo, en fin.



Resulta que Ready Player One se trata exactamente sobre lo mismo: en un mundo donde impera el individualismo, el ensimismamiento, el egocentrismo y la virtualidad, un muchacho, junto con sus amigos se enfrentan tanto en la realidad física como en la realidad virtual a una corporación que se la quiere adueñar, siendo el único medio de escape para la sociedad, el único refugio, el único medio en donde la gente quiere interactuar entre ellos, puesto que en la realidad física ya nadie se habla con nadie por estar atados a una pantalla, que primeramente nació como televisión, luego smartphone, pasando por la tableta, hasta los lentes de realidad virtual, ¿les suena parecido?



He aquí la importancia de esta película que se torna divertidísima, con un gran manejo de diseños gráficos, nos están contando la misma historia, los niños que salvan el día, pero basado en la cotidianidad de la actualidad donde se maneja texteando, donde poco cogemos el teléfono o celular para llamar, donde estos dispositivos dejaron de funcionar primordialmente como medio de comunicación para ser un medio enajenante de interacción social virtual, vemos gente caminar sin mirar al frente, donde toda una biblioteca de encuentra concentrada en una red virtual, al igual que los video juegos, hacer el súper mercado, las operaciones financieras, el encuentro con el amor, y mucho más, es decir, cada vez nos estamos alejando de nuestro prójimo físicamente hablando para  socializar con gente alrededor del mundo pero mediante el movimiento de nuestros dedos sobre un dispositivo. De esto precisamente se trata Ready Player One, que trata de un tema escandalosamente real.



La película, como se han podido dar cuenta, está plagado de símbolos, emblemas y elementos de la cultura pop del siglo XX (Batman, King Kong, Doritos, Atari, Jurasic Park, Thundercats, la música ochentera, El Resplandor, Stephen King, el delorian de Volver al Futuro, Chuky el muñeco diabólico), que la hace nostálgica pero atractiva a la vez. Y, sin embargo, aunque reconozco que es un gran y espléndido trabajo de Spielberg, que me gustó y es entretenida, en lo personal no terminó por ser mi hit, puesto que también reconozco que es una cinta que la disfrutarían sumamente el público millenial, los jovencitos de hoy en día, es más, hasta ellos, cuando sean lo suficientemente adultos, la podrán considerar una película emblemática de la primera parte de su siglo.



READY PLAYER ONE
Dir. Steven Spielberg
Guión: Zak Penn y Ernest Cline
Protagonistas: Tye Sheridan, Olivia Cooke, Ben Mendelson
Producen: Amblin Entertainment, De Line Pictures, Dune Entertainment
En inglés
Estados Unidos, 2018
140 min.

Vistas a la página