martes, 9 de octubre de 2018

VENOM



Una vez más, Marvel en mancuerna con Sony Pictures, no complace a los fans de hueso colorado de los cómics, ya que, desde las funciones especiales, o premieres, han comentado por todos lados que la historia deja mucho que desear, que Tom Hardy está muy bien, como siempre, es un extraordinario actor, le faltaba explorar este género.



Sin embargo, es importante tener en cuenta que las novelas gráficas y el cine son dos universos totalmente distintos entre sí, diametralmente opuestos, no usan el mismo lenguaje, son distintos públicos a quien va dirigido, además que la estrategia de mercado es muy específica, por tanto, el tratamiento cinematográfico de cada personaje, de cada escena o anécdota de la historia no será respetada al calca de los cómics, por eso la leyenda “basada en” mas no “copia” o “réplica de”; esto se aplica para cada una de las películas de súper héroes. Habiendo dicho esto…



También hay que asentar que dentro del mismo conjunto de películas de súper héroes o universo cinematográfico existen películas buenas, otras no tanto y otra malísimas. Considero que Venom no es la gran cinta épica, compleja, que permite disertaciones o análisis. Es una historia básica, pero con esto no quiero decir que esté fea, mal producida, ilógica, incongruente, al contrario, es una muy buena película, divertida, que te la pasas bien, hasta puede provocarte ganas de querer saber más del personaje.



Yo creo que el punto imperdonable, por el cual Venom ha resultado con malas críticas o no ha impactado del todo, es que le quitaron casi todo el tono oscuro del personaje. Sólo recordemos la tercera película de Spider-Man de Sam Raimi donde hace su aparición el Hombre Araña Negro, color que le da el simbionte, aquí vemos a este personaje como debe ser, malévolo, cruel, carente de emociones, arrasa instintivamente con todo lo que tiene enfrente, todo para sobrevivir en nuestro planeta, un verdadero villano. Recordemos cómo la personalidad de Peter Parker (Tobey McGuire) cambió para mal, era déspota, frío, altivo, y cuando se apoderó del reportero Eddie Brock (Topher Grace) sucedió lo mismo pero intensificado ya que éste venía acumulando incomodidad ante el mundo, resentimiento contra el prójimo.



Pues resulta que la versión 2018 de Venom es muy light, es entendible si lo vemos desde el punto de vista estratégico, si lo que se quiere es recaudar millones de dólares de una sentada, entonces se debe permitir al mayor número de personas a las salas, haciendo que las familias enteras les agraden el antihéroe, que a los niños no les de miedo y tampoco lo vean como figura a seguir.



Como el personaje en sí está dividido en dos, les explicaré en dos partes, por una, Eddie Brock (Tom Hardy, Mad Max Furia en el Camino), es un periodista afamado, mordaz, incisivo, que conseguía las exclusivas y las declaraciones que pocos podían conseguir, necio, invasor, violador de las políticas con tal de conseguir la nota, es su personalidad la que provoca que se convierta en un fracasado, un don nadie, frustrado, venido a menos, que lo pierde todo (empleo, novia, casa), pero en el fondo, a diferencia de Eddie Brock de Sam Raimi, el de esta ocasión no guarda sentimientos negativos pese a todo. Entonces, cuando el simbionte negro se apodera del cuerpo del periodista, aprende a conocer a la humanidad a través de su corazón para darse cuenta de que la humanidad es una especie que vale la pena no destruir, por lo que, aunque gusta de comer seres vivos, sean animales, sean personas, saltarse las leyes, atacar a sus representantes, Venom es noble.



¿Por qué digo que Venom es una película básica? Resulta que su línea argumental se resume en la fórmula: señor en crisis, se apodera o revela el alter ego de este señor, se destapan las verdaderas intenciones malévolas del villano, héroe en batalla contra del villano, héroe salva al mundo. De eso se trata la película, no tiene complejidades, pero aún así, podemos gozar de escenas muy divertidas donde disfrutamos de Hardy y la talla de actor que es, cuando se pone a discutir consigo mismo o mejor dicho con Venom que ya está dentro de él, son momentos de comedia en donde el actor demuestra que es muy bueno también haciendo reír.

Esta película no pretende descubrir ningún hilo negro, tampoco se propone invenciones en la forma de filmar, en la tecnología, simplemente tiene sus estándares de calidad elevados, buenas actuaciones, y sobre todo una aventura familiar de uno de los villanos más reacios de Spider-Man, y como es obvio que tendremos varias entregas de Venom, no nos extrañe que en alguna de ellas combata contra el arácnido.

VENOM
Dirige: Ruben Fleischer
Guionistas: Jeff Pinkner, Scott Rosenberg, Kelly Marcel,
Protagonistas: Tom Hardy, Michel Williams, Riz Ahmed
Produce: Sony Pictures, Avi Arad Productions, Columbia Pictures, Marvel Entertainment Pictures
Estados Unidos, 2018
En inglés
112 min.

Redes sociales:
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miércoles, 15 de agosto de 2018

ORANGE IS THE NEW BLACK T6




Ojalá y dieran por terminada la serie con la temporada 6, porque todas las historias se cerraron decorosamente con la hermandad de todos los bandos, ya no hay distinción entre colores ni de piel ni de uniforme que las hagan sentir más que otras, al final del último capítulo el naranja ya no es el nuevo negro, ya no es excusa para discriminar, todo queda perdonado, más no olvidado.



Pero no, es sabido que Taylor Schilling quien interpreta a Piper Chapman, ya no estará en la temporada 7, y qué bueno, porque en realidad es la que peor me caía, es más la única que me cayó mal desde su aparición en el primer capítulo de la temporada 1, se me hacía un personaje bruto, gris, desdibujado, confuso, desesperante, sin iniciativa ni decisiones en la vida, siempre dependiendo de los demás hasta de sus propios delitos, no es una mujer entera, fuerte, recia, impactante, y desgraciadamente era la protagonista, pero a Dios gracias que la participación de Roja, Taystee, Gloria, Daya, Alex, Nicky, mujeres fuertes, con apego a sus ideales, por respeto a sí mismas, que aunque todas delincuentes se ganan la atención y el cariño del público, tan importantes fueron sus historias que opacaron poco a poco, capítulo a capítulo a Chapman tan así que en esta temporada 6 era nadie, si no hubiera salido, nada habría pasado con la línea argumental.



Por ejemplo, otro personaje que se fue desdibujando fue el de Pennsatucky, logró escapar, regresó a la penitenciaría ¿y? ¿cuál fue la lección aprendida? ¿qué error cometió que afectó la vida o la dinámica de las internas? Ninguno, nada, no pasó nada con el personaje, entonces de qué sirvió su aparición.



Pienso que esta sexta temporada de Orange Is The New Black tienen un sin fin de huecos argumentales, muestra de ello es que convierten en lesbiana a Daya, cuando nada que ver, y decide ser lesbiana casi de inmediato, no vimos una crisis cruel, violenta, de este personaje para que quedara orillada a redirigir su orientación sexual, en otras palabras, los guionistas traicionaron a su propio personaje, en aras de inventar nuevas anécdotas y llenar cada capítulo con nada.



En general, la sexta temporada te da la sensación de insatisfacción respecto a todos los personajes, no son tan contundentes como lo fueron tiempo atrás, pero aún así, no puedes dejar de mirar cada capítulo por lo entrañable que resultaron ser todas las mujeres, y por cariño estamos ahí, puntuales viendo qué le depara la vida a cada una de ellas.



ORANGE IS THE NEW BLACK
Creado por Jenji Kohan
Protagonizado por Taylor Schilling, Danielle Brooks, Kate Mulgrew
Producido por: Tilted Productions, Lionsgate Television
Transmitido en Netflix
Estados Unidos, 2018


miércoles, 25 de julio de 2018

12 HORAS PARA SOBREVIVIR: EL INICIO




A lo largo de la historia de la humanidad han existido teorías o personas que justifican el equilibrio de la vida en el planeta a través del exterminio de seres humanos: la teoría del más fuerte es quien se adapta y sobrevive, Hitler, Thanos (ficticio), The Handmaid’s Tale (Serie de TV) y The Purge (película).

Es verdad que en el siglo XXI ya estamos viviendo una especie de apocalipsis lenta y gradual: los glaciares se derriten, nuevas pandemias, especies animales extintas, odio desmedido, el materialismo e individualismo en su máximo apogeo, la tecnología rebasando le vida natural, y con ello las economías se colapsan dejando sin recursos de sobrevivencia a la población, no hay comida, no hay agua, no hay dinero para sustentar los servicios básicos como salud y vivienda, entonces el gobierno no tiene otra manera de resolver esta situación más que matar a cierta cantidad de ciudadanos para lograr de nuevo el equilibrio de la vida social.



Desde la primera película de la franquicia de “The Purge” (12 Horas Para Sobrevivir) (2013) ya sabemos cuál es el argumento del por qué el gobierno libera a la sociedad de toda legalidad para que haga TODO lo que se le dé su regalada gana, hablando de cualquier tipo de delito, tienen 12 horas al año para cometer TODOS los robos, TODAS las violaciones, TODOS los ASESINATOS y sin ningún cargo legal. Entonces con base en esta premisa, vemos a un grupo de ciudadanos que, a raíz de ciertas circunstancias, quedan a merced de esas horas impunidad, su trabajo es sobrevivir.



Ahora bien, la cinta del 2018, “The First Purge” (12 Horas Para sobrevivir: el inicio), no tiene la profundidad que caracterizaban al menos las primeras dos partes, ya que en éstas alcanzamos a adentrarnos en la psique de cada personaje y lo que los empuja a cometer asesinato, o de dónde proviene tanta violencia por un lado, por el otro vemos tal cual el instinto de supervivencia que poseemos todos lo seres humanos, en esta precuela dirigida por Gerard McMurray, no vemos esa exploración de la teoría que dice que el ser humano es violento por naturaleza, es más se nota que esta película es sólo generador de dinero, nada más, es evidente en su historia hueca, personajes desdibujados, argumentos con falta de sustento, película carente de violencia cuando se supone que de eso se trata la película, no aterrizan como es debido la razón de ser del experimento de la depuración y sus posibles resultados, lo entiendo, aquí hablan que quieren orillar a la gente a que saque su gen violento para que sean ellos los que se exterminen entre sí, pero hay cosas que se llaman “moral”, “principios”, “ética”, “piedad”, que impiden que la gente le haga daño al prójimo y el gobierno debe intervenir para generar y justificar el asesinato ante los ojos de la nación y el mundo. Tampoco aterrizan la razón por la cual eligieron Staten Island como sede del primer experimento de la depuración, al paso de la película entiendes o, mejor dicho, percibes que se debe a una situación racial, que una vez más minimizan a la raza negra sólo por el color de piel y qué mejor que terminar con ellos y de paso con algunos latinos de una vez por todas, que tanto le estorba al gobierno de Estados Unidos.



Así como lo platico suena muy interesante, pero nada de esto sucede, simplemente lo intuyes. Esta cinta es la más “fresa” o “light” de todas, superflua hasta irrelevante, donde las escenas te dan la sensación de violencia por violencia, y la película en general no aporta nada, ni siquiera a un momento de reflexión entre tus acompañantes.



Es más, para no hablar más de la cinta porque no vale la pena, se los voy a resumir así: gobierno autoriza matanza, gente no quiere matar, pandillas matan, gente huye, fin.



12 HORAS PARA SOBREVIVIR
(THE FIRS PURGE)
Dirige: Gerard McMurray
Guión escrito por: James DeMonaco
Protagonizan: Y’lan Noel, Lex Scott Davis, Joivan Wade
Produce: Blumhouse Productions, perfect World Pictures, Platinum Dunes
Estados Unidos,
Hablando en inglés y francés
98 min.

lunes, 30 de abril de 2018

AVENGERS INFINITY WAR




En este momento en que escribo esta reseña ya vi dos veces Avengers Infinity War, inclusive en próximos días la veré por tercera vez, me gustó tanto la película de los hermanos Russo que no me cuesta verla tres, cuatro hasta cinco veces, con el riesgo de aprenderme los diálogos. También, para este momento, medios internacionales como Rotten Tomatos, Entertainment Weekly y demás, reportan que la película se convierte en el mejor estreno en la historia del cine, al haber recaudado ya 630 millones de dólares alrededor del mundo y sin contar a China que aún no se estrena.



No es para menos, el construir durante 10 años un universo cinematográfico no significa la presentación y conocimiento de cada personaje y villano, sino es la construcción de emociones y sentimientos a través de la proyección que hacemos de nuestra personalidad hacia cada uno de los personajes, de esta manera nos identificamos con cada uno, en unas ocasiones menos, en otra más, en otras nada, así algunas personas empezaron a tomar partido por Capitán América, otros por Iron Man en Civil War (2016), así con todos desde hace 10 años. Muchos quisiéramos tener el martillo de Thor, otros nos identificamos con la timidez de Banner, mujeres podrían querer tener la agilidad de Natasha, y así sucesivamente con cada personalidad y poder supra humano de cada personaje de Marvel.



Esto no es ningún spoiler, ya que desde Iron Man 1 (2008) nos han venido contando de qué trata Infinity War: existen 6 gemas de poder que quien las posea podrá ser el más poderoso de todo el universo, Thanos es ese alguien que quiere adueñarse de ellas y las ha estado buscando a lo largo de estos diez años, y lo que nuestros héroes deben hacer, es impedir que este villano despiadado las logre reunir.



Son diez años de adoptar cada personaje como parte de nuestra familia, o parte de nuestro círculo de amigos, por no me extraña nada que el público aplauda efusivamente cuando aparece Stan Lee con su tradicional cameo; no me extraña nada que ahora sí nadie, absolutamente nadie, en ambas ocasiones en las que he visto la película, se salga de la sala sino hasta terminar todos los créditos, cabe mencionar que en todas las 18 películas del universo Avengers la mitad de la audiencia o más no le importa la escena post créditos y se salen, en esta ocasión no.



Tampoco me extraña que al final de la película, es más, horas y días posteriores después de ver la cinta, amigos, familia y conocidos, platicando con ellos, sigan en shock, porque es una descarga de adrenalina, porque es ver a tus amigos queridos ficticios todos juntos en un mismo espacio llamada “pantalla de cine”, es como cuando llegan a tu fiesta todos y a cada uno de los seres más queridos para ti y no sólo te están trayendo su presencia sino vienen con muchos regalos y sorpresas, y como no te los esperas desmayas de la emoción, gritas y aplaudes.



Aquí me estoy absteniendo de contar detalles de la trama porque no voy a contribuir a todos esos spoilers y haters en redes sociales que arruinan la emoción, y por ello es que hasta crearon una campaña por parte de los directores “Thanos demanda tu silencio” porque la película es una caja de sorpresas interminables. Y así seguiré en este tenor. Pero lo que sí les puedo contar es que hacia la mitad de la cinta (que por cierto dura dos horas treinta minutos), llegó a mi pensamiento la frase “¡Qué película tan sofisticada!” ¡Vamos! ¡Claro que en la historia del cine han existido producciones llenas de sofisticación en su nivel de actuación, en el guión, en la fotografía, etcétera; pero a lo que me refiero aquí es que la sofisticación se centra en que superó a todas sus predecesoras en su conjunto, es inifnitamente superior en tecnología, en efectos visuales, en fotografía, iluminación, texturas, vestuario, efectos especiales, no parece que los escenarios estén hechos por computadoras, no parece que en las batallas estén diseñados por un software, Thanos qué bien definido villano, el mejor escrito tal vez para este tipo de películas, todos los super héroes tienen su peso en la historia, ninguno se queda flotando sin su relevancia correspondiente, es decir, es una cinta redonda por donde quiera que se le mire.



Por todo esto, me atrevo a decir que es el gran acontecimiento cinematográfico del año.

Mira el tráiler aquí:



AVENGERS INFINITY WAR
Directores: Anthony Russo y Joe Russo
Guión: Christopher Markus y Stephen McFeely
Con: Josh Brolin, Robert Downey Jr., Chris Hemsworth, Mark Ruffalo, Chris Evans, Scarlett Johanson, Don Cheadle, Benedict Cumberbatch, Tom Holland, Chadwick Boseman, Zoe Saldaña, Karen Gillian, Tom Hiddleston, Paul Bettany, Elizabeth Olsen, Anthony Mackie, Sebastian Stan, Idris Elba, Dave Bautista, Chris Pratt.
Produce: Marvel Studios
En ingles
Estados Unidos, 2018
149 min.

viernes, 13 de abril de 2018

UN LUGAR EN SILENCIO




Es muy frecuente saber de gente que tienen ideas, unas buenas, otras no tanto, que se arriesgan poniendo su propio dinero para desarrollarlas, llámese un negocio, o una película como lo es el caso de Un Lugar En Silencio, donde John Krasinski al invertir sus ahorros, toma la decisión de escribir, producir, dirigir y protagonizar su propia película, esto obedece a dos cuestiones inherentes entre sí, la primera se refiere a que al contar con un presupuesto pequeño, por tanto es un proyecto austero, habría que ahorrar los sueldos; en segundo lugar, es que si se trata una historia de su propia autoría, como todo artista, ya tiene una forma clara, exacta de cómo debe ser el resultado final, al asumir todo esos roles en su propia película al menos se apropia de las riendas y si algo sale mal sería bajo su responsabilidad.



¿Qué más da si otra persona con experiencia pueda ejecutar estos papeles dentro de la producción? Creo que nadie debe tocar tu trabajo cuando se trata de un experimento. Así es, Un Lugar En Silencio se planificó como un experimento cuyo resultado es redondo, muy bien ejecutado; como buen experimento tiene su nivel de gran complejidad en todos los niveles: guión, sonido, actuación, edición.



Les platico la sinopsis: la familia Abbott vive en la zozobra habitual, cotidiana, por ser descubiertos de los alienígenas que han invadido a la Tierra,  resulta que éstos son ciegos por tal razón tienen muy desarrollados sus demás habilidades, son súper veloces, ágiles y poseen un oído súper desarrollado, por ello, el más mínimo ruido es motivo del ataque inminente de estos seres terroríficos, por tanto la única forma de comunicarse es a señas y si acaso, tal vez un susurro esporádico, caminan descalzos por seguridad, ya que el calzado produce sonidos al andar, no hay carne más que verduras, para suministrarse deben ir a los pueblos desolados, ya que la humanidad está al borde del extermino debido a los extraterrestres. Es por ello por lo que esta película es silente sin serlo, si acaso, por lo mucho hay diez líneas en toda la película, todo lo demás son señas, miradas, gestos, muecas.



Tiene todos los elementos para mantener el suspenso durante toda la película, desde que inicia hasta que termina, pero también integran los elementos necesarios en los momentos perfectos para provocar el grito, o sobresalto del público, provocar terror, es una película de miedo sin serlo porque en esta ocasión no se enfrentan a fantasmas o a un asesino en serie, sino son seres de otro mundo que provocan que una familia sólida corra el riesgo dramático de la desintegración de sus lazos fraternos.



Son solamente cuatro actores los que interactúan en la hora y media que dura la cinta, y muchas veces cada uno de ellos se encuentras solos, el peso de las escenas recae, muchas veces, en un solo actor, por tanto, el nivel de actuación incluso de los niños Millicent Simmonds y Noah Jupe que par nada desmerecen, ambos son un gran potencial en ciernes. Emily Blunt demuestra extraordinario poder actoral, a tal grado que, a mi consideración, si en este momento fuera fin de año, no me extrañaría una nominación como mejor actriz en todos los certámenes posibles.



Como verán el guión debió ser difícil de escribir para que quedara una historia que, aunque no se habla casi nasa, no perdiera ritmo, entretenimiento, suspenso y terror al mismo tiempo, evitar en todo momento que sea aburrida, evitar lo más posible clichés, pero también establecer personajes entrañables y todos los son. Pero también es compleja la parte técnica, ya que la historia le demanda a la familia Abbott que no hagan ni un solo ruido, la película sí le demanda enaltecer todos los demás: la caída de agua de una cascada, el correr de un río, el viento entre los sembradíos, las pisadas casi imperceptibles sobre la madera de la casa, la música y hasta el silencio mismo.



Un Lugar En Silencio es otro ejemplo que con muy bajo costo se pueden hacer películas poderosas, y por tanto rentables, ya que costó poquito más de 15 millones de dólares, que para los niveles de Hollywood es una cinta pobre, de bajísimo presupuesto y 5 días después de su estreno consiguió alrededor de 89 millones de dólares. El público ha quedado encantado con este experimento cinematográfico.



UN LUGAR EN SILENCIO
(A Quiet Place)
Dirige: John Krasinski
Guión: John Krasinski, Bryan Woods, Scott Becks,
Con: John Krasinski, Emily Blunt
Produce: Platinum Dunes, Sunday Night
En inglés y lenguaje estadounidense de señas
Estados Unidos, 2018
90 minutos

miércoles, 11 de abril de 2018

READY PLAYER ONE





A una semana y media de haberse estrenado la cinta dirigida por Steven Spielberg, Ready Player One, ya se ha hablado, opinado lo suficiente de la misma, por diversas cuestiones apenas me hice la oportunidad de ver esta película, no quiero dejar escapar el momento para externarles mi sentir al respecto.


Durante el transcurrir de la cinta me fui formando la idea de que Ready Player One debe considerarse como contendiente en cualquier certamen donde se premie a los guiones cinematográficos, sí porque se nota lo complejo que debió resultar el adaptar la novela a un trabajo de cine, la combinación de escenas que narran la realidad con lo virtual que suceden al mismo tiempo resulta delirante en pantalla; pero también es de mucho valor porque no solo se adaptó el libro, sino fueron más allá: adaptar la realidad de los niños o adolescentes de los años 70 u ochenta del siglo XX a la realidad de los niños del siglo XXI, que si nos detenemos a reflexionar, la meta de diversión en ambas épocas en la misma, el método es el que cambió drásticamente.



Lo que quiero decir con esto es que, el gran valor de Steven Spielberg junto con los guionistas, Zak Penn y Ernest Cline (éste también autor de la novela), es haber trasladado a la perfección Los Goonies (1985), E.T. (1982), Indiana Jones (1981), Historia Sin Fin (1984), Eso (1990), entre otras muchas, en Ready Player One. Es decir, el punto medular y común entre todas esas historias de los ochenta es que se trataban sobre un grupo de niños o adolescentes donde los padres estaban ausentes provisional o definitivamente, situación que les provocaba crear un mundo que les sirviera de sostén y olvidarse de la soledad en la que se encuentran sumergidos ¿cómo lo hacían?, pues  inmiscuyéndose siempre accidental o casualmente en aprietos que los llevaban a enfrentarse a los villanos, que ”curiosamente” siempre resultaban ser adultos. Todo por auxiliar a un amigo, defender un tesoro, eliminar un monstruo, en fin.



Resulta que Ready Player One se trata exactamente sobre lo mismo: en un mundo donde impera el individualismo, el ensimismamiento, el egocentrismo y la virtualidad, un muchacho, junto con sus amigos se enfrentan tanto en la realidad física como en la realidad virtual a una corporación que se la quiere adueñar, siendo el único medio de escape para la sociedad, el único refugio, el único medio en donde la gente quiere interactuar entre ellos, puesto que en la realidad física ya nadie se habla con nadie por estar atados a una pantalla, que primeramente nació como televisión, luego smartphone, pasando por la tableta, hasta los lentes de realidad virtual, ¿les suena parecido?



He aquí la importancia de esta película que se torna divertidísima, con un gran manejo de diseños gráficos, nos están contando la misma historia, los niños que salvan el día, pero basado en la cotidianidad de la actualidad donde se maneja texteando, donde poco cogemos el teléfono o celular para llamar, donde estos dispositivos dejaron de funcionar primordialmente como medio de comunicación para ser un medio enajenante de interacción social virtual, vemos gente caminar sin mirar al frente, donde toda una biblioteca de encuentra concentrada en una red virtual, al igual que los video juegos, hacer el súper mercado, las operaciones financieras, el encuentro con el amor, y mucho más, es decir, cada vez nos estamos alejando de nuestro prójimo físicamente hablando para  socializar con gente alrededor del mundo pero mediante el movimiento de nuestros dedos sobre un dispositivo. De esto precisamente se trata Ready Player One, que trata de un tema escandalosamente real.



La película, como se han podido dar cuenta, está plagado de símbolos, emblemas y elementos de la cultura pop del siglo XX (Batman, King Kong, Doritos, Atari, Jurasic Park, Thundercats, la música ochentera, El Resplandor, Stephen King, el delorian de Volver al Futuro, Chuky el muñeco diabólico), que la hace nostálgica pero atractiva a la vez. Y, sin embargo, aunque reconozco que es un gran y espléndido trabajo de Spielberg, que me gustó y es entretenida, en lo personal no terminó por ser mi hit, puesto que también reconozco que es una cinta que la disfrutarían sumamente el público millenial, los jovencitos de hoy en día, es más, hasta ellos, cuando sean lo suficientemente adultos, la podrán considerar una película emblemática de la primera parte de su siglo.



READY PLAYER ONE
Dir. Steven Spielberg
Guión: Zak Penn y Ernest Cline
Protagonistas: Tye Sheridan, Olivia Cooke, Ben Mendelson
Producen: Amblin Entertainment, De Line Pictures, Dune Entertainment
En inglés
Estados Unidos, 2018
140 min.

lunes, 5 de marzo de 2018

EL HILO FANTASMA




Esta es la cinta del perfeccionismo personificado. Un patrón común entre la gente de éxito es la auto disciplina obsesiva. Con éxito no sólo me refiero a que la gente consiga un premio, llegue a la meta, o que las personas exitosas sean acreedores a medallas o dinero; más bien hablo del reconocimiento personal, el estar presente constantemente de manera positiva en la mente del público, de los círculos sociales más herméticos, ser figura ejemplar para el gremio; así, gracias a esto, el dinero y la fama son una recompensa adicional al éxito.



¿Cómo se logra esto? Con mucha disciplina. Dice el diccionario, “es el cumplimiento constante de un conjunto de normas o reglas para lograr un resultado previamente marcado”, a lo que yo añadiría “es el cumplimiento ESTRICTO de esas reglas”, cumplirlas tal cual, sin que falte una coma, un punto, un acento. Lo que nos dice esto es que quien cumpla cabalmente de disciplina corre el riesgo de caer en la obsesión con el orden, la limpieza, los procesos, los momentos, si no se cumplen como lo ORDENAN entonces se siente que el mundo se arruinó, el día, el espíritu, de forma exagerada, cuando no es verdad, tan fácil como buscar una solución a todos los tropiezos que se presentan en el día a día; pero es efectivamente que los perfeccionistas están obsesionados con el control de todas las situaciones para que nunca (es una falacia) enfrentarse con ningún problema.



Estoy hablando de Reynolds Woodcock (interpretado genialmente por Daniel Day-Lewis), un ser que no soporta que nadie se brinque las reglas que él a impuesto dentro de casa, por ejemplo durante el desayuno debe estar el ambiente en absoluto silencio, y por silencio quiero decir no escucharse nada ni siquiera el respirar de sus acompañantes; odia que se le contradiga o el que alguien opine distinto a él, y cuando tiene la disposición de escuchar alguna visión distinta la pasa por alto, lo único que vale es su palabra; para él todo está mal, inclusive las propias decisiones y no cesa de modificar su accionar o su pensamiento hasta que quede satisfecho con el resultado.



Este tipo de personas se saben correctas, perfectas e incuestionables y por eso, se tienen el derecho de opinar, calificar, criticar, expresar todas sus opiniones a los demás sin importar herir susceptibilidades, quebrar almas o romper corazones, o conseguirse enemigos les tiene sin cuidados, tener amigos no es algo que les importe, así como Reynolds, lo hacen no porque crean ser los villanos de algún cuento sino porque desde su posición así es la manera correcta en que debemos conducirnos los seres humanos en sociedad.



Como a Reynolds, estas personas perfeccionistas y obsesivas no les interesa estar junto a personas que sólo se quejan de cómo se les trata, de quienes suplican un mejor trato, que se hagan chiquitos emocionalmente a lado de éste, gente que ruega por una caricia, un te quiero, si por vueltas del destino se topan con estas personas, terminan por aburrirse y desecharlas.



Este tipo de personas se saben admiradas, idolatradas, amadas, eso les da poder, por tanto, no le temen a ser impositivos, o a quedarse solos, todo con tal de lograr lo que ellos quieren y cómo lo quieren. Pero todo ser humano tenemos un talón de Aquiles, el de Reynolds es su madre, la adora por sobre todas las cosas, aún en su recuerdo, ya que no la tiene físicamente; era ella la única persona que en verdad lo comprendía, lo entendía y lo alentaba a ser como es, no lo juzgaba, no lo criticaba, y lo protegía de todo el mal, su madre no le permitió crecer, en esencia, Reynolds es un niño que le tiene miedo a que le hagan daño, de pronto necesita de un abrazo cuando verdaderamente está en total vulnerabilidad.



El Hilo Fantasma del directo (Paul Thomas Anderson, Magnolia, 1999), es una cinta que, recreada en algún lugar de Inglaterra en los años 50, nos lleva de la mano a través de los confines del alma de un afamado, aclamado diseñador de modas, de alta costura y que, vista a la más alta aristocracia europea, Reynolds Woodcock. De pronto, esta película tiene sus momentos aletargados, densos, pesados, que hacen que perdamos por donde va el zurcido invisible de su mente a tal grado que le empezamos a perder el interés, y de pronto otra vez el personaje nos pide voltear a verlo, a prestarle atención ¿es esa la intención del director, a sabiendas que el enfrentarse con estos perfeccionistas en el día a día también nos aburren, pero también los admiramos al mismo tiempo?

Mira el tráiler aquí:



EL HILO FANTASMA (nominada a mejor película, actor, actriz de reparto, y ganadora a vestuario en los Oscares 2018)
(PHANTOM THREAD)
Dirige y escribe: Paul Thomas Anderson
Con: Daniel Day-Lewis, Lesley Manville, Vicky Krieps
Produce: Annapurna Pictures, Focus Features
En inglés y francés
Reino Unido / Estados Unidos, 2017
130 min.

jueves, 1 de marzo de 2018

YO, TONYA



Yo, Tonya de Craig Gillespie, es una película tremendamente entrañable porque ayuda a comprender la esencia más profunda de la verdadera Harding; a pesar de saber quién es, al final quieres ir a correr a abrazarla fuertemente y pedirle perdón, aunque nunca hayas sabido sobre esta atleta olímpica, y decir “te merecías todas las medallas, todos los campeonatos”.



Es una cinta donde Margot Robbie está espectacularmente sensacional, casi irreconocible, su belleza la dejó a un lado para impactarnos con su increíble actuación como aquella mujer inestable emocionalmente, pobre culturalmente hablando, sin educación, sin modales, tosca, pedestre, agreste, violenta, abrupta, vulgar, pocas palabras nos da un ejemplo de lo que se conoce entre el pueblo estadounidense como “white trash” un término despectivo para calificar a aquella gente blanca que no vale la pena en ningún sentido.



Sucede que esta cinta está filmada de manera curiosa y simpática de tal manera que se convierte en un falso documental, es decir, aparecen a cuadro los personajes principales de la vida de Tonya hablando a la cámara como en cualquier entrevista, hilvanando los momentos clave en los que Margot Robbie, en Tonya, rompe la cuarta pared para hablarle al público y rematar con frases irónicas o sarcásticas sobre sucesos que estamos siendo testigos.
Entonces, esta forma de narrar la película permite que el público penetre en los confines de la mente y el alma no sólo de la protagonista, sino también de aquellos que afectaron directamente el destino de la patinadora olímpica.



En primer lugar, la película nos ayuda a despreciar a LaVona, madre de Tonya, interpretado por una estupenda Allison Janney, quien le imprime la dosis perfecta de bajeza en un ser humano, peor si hablamos de las humillaciones a las que sometió a su propia hija desde los cuatro años, la manera en cómo la maltrataba psicológica y físicamente, pero también entendemos que no trataba así a su hija como parte de una estrategia y enarbolar la valentía en la niña, más bien LaVona era así por naturaleza, lo lleva en los genes. 


En un inicio, parece indicar que LaVona empuja a Tonya a que sea una triunfadora para hacer que salga del ambiente social tóxico en el que se desenvuelven, pero finalmente comprendemos que sólo lo hacía porque la madre estaba frustrada, deseaba verse realizada en su hija, la obligó a entrenar patinaje artístico sobre hielo, la sacó del colegio para que se dedicará totalmente a sus entrenamientos, para ser una campeona, una triunfadora, a cambio de insultos, de denigraciones, vejaciones, e incluso intento de matarla, literal.



Segundo, el esposo. Jeff (Sebastian Stan) un Don Nadie, un bueno para nada, un mediocre que prefirió no cursar la universidad aunque ya la tenía asegurada, y en la más cara si era posible, debido a que el gobierno se la pagaría ya que su padre murió en servicio al país; pero no, prefirió el dinero fácil, los trabajos fáciles, el conformismo, así que cuando vio por primera vez a Tonya, decidió tenerla para sí, amarla a golpes, amarla a base de violencia física, ella no le preocupó la situación, al fin había crecido con su madre así, para ella los golpes era demostraciones de cariño.

Tercero, Shawn (Paul Walter Houser), el mejor amigo de Jeff, un mitómano que aseguraba haber pertenecido a las fuerzas especiales de espionaje estadounidense y por tanto conocía todas las técnicas de guerra, defensa y ataque; por ende, fue uno de los artífices del penoso “incidente” en el que se vio involucrada Tonya: el atentado en contra de Nancy Kerrigan. Entonces, la vida y la carrera de Tonya se vinieron en picada vertiginosa.



Podemos decir que Tonya Harding fue una margarita en el centro del estiercolero, una flor que a duras penas pudo crecer y florecer, pero entre la putrefacción social y los cerdos que le rodeaban, que sólo les interesaba el beneficio propio, lejos de cuidarla, acabaron con ella hasta destruirla por completo, ella, como la flor, ni para donde moverse, estaba atrapada, no conocía nada, nadie, no sabía hacer nada, no estaba preparada para hacerle frente al mundo ella misma y sus conocimientos o experiencia, porque no fue a la escuela, nunca trabajó, estaba perdida para siempre, es decir, Tonya sólo sirvió para flor, algo para adornar, algo que finalmente no perduraría su esplendor.
Entonces Tonya era sólo una simple muchachita con talento técnico, pero no pudo destacar porque completamente porque no conocía de gracia, porte, elegancia, carisma, simpatía, dulzura o ternura, aspectos que una patinadora debe también poseer, pero ¿dónde obtener todo eso? La máxima dice “si quieres, puedes, el querer es poder”, cierto, pero cuando lo más importante para ella siempre fue nadar contra corriente, salir del tornado en el que se encontraba, luchar para dejar de pertenecer a la putrefacción, ¿a qué hora se iba a estar preocupando por cultivar dentro de ella un lindo y delicado ángel?



No cabe duda de que, según las circunstancias particulares, vamos formando nuestras prioridades, y para Tonya era más importante mantenerse a salvo de su marido, su madre y sostenerse a sí misma, que buscar la parte rosa de la vida. No es gratuito tampoco que su madre le decía que patinaba como “una lesbiana machorra sin gracia” y sí, pero hay formas de decir las cosas ¿no creen?

Mira el tráiler aquí: 



YO, TONYA
(I, TONYA)
Dirige: Craig Gillespie
Con: Margot Robbie, Allison Janney, Sebastian Stan
Produce: Clubhouse Pictures, Lucky Chap Entertainment
En inglés
Estados Unidos, 2017
120 min.

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