jueves, 24 de enero de 2013

DJANGO SIN CADENAS

LA "D" NO SE PRONUNCIA


Cuando se trata de escribir y dirigir sus propias cintas, Tarantino sí que se luce. Si Stephen King es “el amo del terror”, en lo personal Tarantino es “el amo de la violencia”.

Es que este director de cintas como Perros de Reserva, Pull Fiction, Kill Bill (Vol. 1 y 2),  Bastardos Sin Gloria, maneja de una manera tan elegante la violencia que te mantiene al filo de la butaca todo el tiempo, los cuerpos cercenados, o si no, en el más ligero de los momentos, la “salpicadera exagerada de sangre” no son más que pincelazos en el lienzo del cine para exaltar escenas, emociones o circunstancias.

Menciono que la violencia de Tarantino es elegante por dos aspectos. Primero, hay filósofos que sostienen que el ser humano es violento por naturaleza, nacemos, al parecer, con el gen de la maldad, es sólo que dependiendo del círculo en el que nos desenvolvemos desde el día uno de nacimiento hace que quede atrapado ese gen o florezca sin ningún límite. Aquí el segundo punto, “la burra no era arisca…” los personajes de Quentin no son violentos sólo porque se les antojo matar a alguien, o que se les antoje la sangre.



Todo lo contrario. Tiene que ver muy estrechamente con el origen de todos los sentimientos: el corazón y el amor que de ahí emana. Todos sus personajes que buscan venganza, que tienen sed de muerte, es por el odio a esas personas que le han causado un daño a sus seres queridos o a sí mismos.

Si la Novia en Kill Bill deseaba venganza porque la mafia irrumpió en la iglesia en el momento de su boda, matando a todos los presentes, desapareciendo a su hijo no nato, en Django sin cadenas el motor que lo empuja es el odio por los terratenientes que osan maltratar, esclavizar a la gente de raza negra, sobre todo odio por la tortura y venta de su esposa, de lo cual Django fue testigo de cada atrocidad.



Jamie Foxx es un “negro” comprado y liberado por el Dr. King Schultz (Christoph Waltz) que es en realidad un caza recompensas. Este doctor compra a Django para que lo ayude a capturar a una tercia de hermanos perseguidos por la ley y como el doctor no los conoce físicamente y Django entonces le pide ayuda. El Dr. Schultz odia esas ideas de esclavismo sureñas estadounidenses por ello es que le da su libertad de inmediato, dejando que elija su propio vestuario, le permite montar a caballo, así nace poco a poco una linda amistad, por su puesto, nuestro protagonista no pierde de vista su máximo objetivo ir en busca de Broomhilda (Kerry Washington), su amada, rescatarla, liberarla.



Aquí lo valioso de esta cinta, como en las demás del director, son esos diálogos poderoso, contundentes que dejan entre ver la magnitud de oscuridad que hay en la gente, la doble moral, la hipocresía, la mentira cínica, y que a pesar de los lugares y los tiempos, como seres humanos somos la misma miseria, no evolucionamos ni un poco. Seguimos estando en el mismo estado salvaje, como si en verdad se confirmara que somos violentos por naturaleza. Aunque a decir verdad, de repente en esta cinta, Tarantino se engolosina con algunas escenas y diálogos que poco favorecen la historia, haciéndola de pronto aletargada. Pero esto no quita que sea una muy buena y altamente recomendable película.

DJANGO SIN CADENAS
(DJANGO UNCHAINED)
DIRIGE: QUENTIN TARANTINO
GUIÓN: QUENTIN TARANTINO
CON: JAMIE FOXX, CHRISTOPH WALTZ, LEONARDO DI CAPRIO, SAMUEL L. JACKSON
PRODUCE: WEINSTEIN COMPANY, COLUMBIA PICTURES, BROWN 26 PRODUCTIONS
E.U.A. 2012
167 MIN.

domingo, 20 de enero de 2013

AMOUR - AMOR

Sonará muy cruel esto que voy a decir, pero es verdad, no ocultemos la verdad con un dedo. Esos familiares (sobre todo) que están postrados en cama, a una silla de ruedas, que desgraciadamente no se pueden valer por sí mismos SON UNA CARGA INSOPORTABLE.

Sin embargo es tan grande el amor que sentimos hacia ellos que no nos importará limpiarles "la cola" y cambiarles el pañal cuando se hacen del baño, hacerles de comer cosas especiales, alimentarlos en su boca, cargarlos para llevarlos hasta la regadera para darles un baño, hacer que se muevan para que no se atrofien sus músculos.

No estoy hablando de un recién nacido; más bien sobre gente adulta que por algún accidente, una enfermedad o la misma edad avanzada ya no les da para salir adelante en la vida. ¿Y si en una misma persona se conjuga tanto la enfermedad como la edad?



Desde mi infancia he visto varios casos, tanto muy cercanos, personales, como de vecinos o amigos, donde el cuidar de nuestros ancianos es algo muy complejo por todo lo que implica, amor, cariño, paciencia, esfuerzo, tiempo, espacio, dinero, cuidados. "Lo tenemos que" hacer porque es una obligación, se trata de nuestros seres queridos, de los que se sacrificaron por nosotros, los que vivieron en carne propia el dolor, sufrimientos, así como alegrías y optimismo por y para todos los que estuvieron a su alrededor.

Un abuelito, entrado en su octava década, le han detectado una enfermedad incurable por lo avanzado que se encuentra, ya no puede caminar, está ahí en la cama ver pasar los días y las noches, gente sale y entra de su habitación, sus hijos, sus nietos y bisnietos lo visitan. Las semanas transcurren, su cara se ha demacrado, el brillo de sus ojos lo ha perdido, trata de sonreír, no puede. Pero aún platica. Los meses pasan y definitivamente ese ser que fue algún día alguien fuerte y vigoroso hoy es un pedazo de humano. Imagínense todo lo que tienen que dejar de hacer o decir aquéllos que deben cuidar del abuelo ¿una hija? ¿un hijo? ¿el nieto? ¿la misma esposa? Cargarlo, limpiarlo, darle de comer, tantas otras actividades.



AMOR, del director de "El Lintón Blanco", Michael Haneke, trata exactamente este tema. El mismo director escribió la historia, lo hace de una forma tan poética en su narrativa, que provoca en el espectador identificación con el par de ancianos, el sufrimiento que están teniendo ellos día a día que pasa ambos se están consumiendo.

Georges (Jean-Louis Trintignant) y Anne (Emmanuelle Riva, la actriz de más edad en la historia de estos premios nominada al Oscar 2013 por esta actuación) son un par de octagenarios, músicos de profesión, viven cómodamente en su apartamento, plácida y tranquilamente. Una mañana común, estaban en el desayuno delicioso, platicando de su juventud cuando de pronto, ella se fue, es decir, sentada platicando con su esposo su mente huyó, su mirada se perdió, su cuerpo inmóvil, Georges le gritaba, le hablaba, ella no respondía, un rato después regresó. Fueron al médico, Anne a regañadientes porque le tiene mucho miedo. Le detectaron algo que debía ser operada con urgencia, desgraciadamente no salió bien del quirófano y quedó paralizada de la parte derecha de su cuerpo. Ya nunca podría valerse por sí misma, ahora su esposo tendría que tomar el papel, tal vez, más importante de su vida.



Por AMOR el anciano hará todo por su esposa. Pero por AMOR él sufrirá, derramará lágrimas internas porque debe estar siempre con fortaleza ante ella, vivirá tristemente. Debe cargarla, ayudarse a mover, ayudar a caminar, debe llevarla al retrete, sentarla, pararla, acostarla, bañarla, acomodarla, será testigo del deterioro de su esposa amada. Ella vivirá los dolores físicos insportables que la harán gritar, la desesperación de sentir que la llama de su vida se está acabando, el hartazgo de vivir así por el resto de sus días. Dos seres humanos que se comlementan uno a otro, la historia de dos personas como muchas en el mundo están viviendo los embates de la propia naturaleza.

La importancia de esta cinta es que todos tenemos gente cercana, amada y querida que están o estarán así tarde o temprano. Los estrasgos de la naturaleza caen en nuestra familia o amigos algún día. Voltéen a ver a sus padres, vean las fotos de sus abuelos, véanse a sí mismos dentro de 50 o 60 años, todos vamos para allá, Dios quiera que cada uno de nosotros tengamos a alguien a nuestro lado que nos ame tanto como para nunca renieguen de nuestro estado y cuiden de nosotros hasta nuestro último respiro.



AMOR
(AMOUR)
Director: Michael Haneke
Guión: Michael Haneke
Con: Jean-Louis Trintignant, Emmanuel Riva
Produce: Wega Film, Les Films du Losange
Francia, Alemania, Austria
127 min.
2012

sábado, 5 de enero de 2013

EL HOBBIT




Gandalf (Ian McKellen) tanto en El Hobbit o como en El Señor de los Anillos hace mención que generalmente las cosas más pequeñas, de apariencia insignificante, son las que provocan los sucesos más grandes y extraordinarios en el mundo, es más yo agregaría que son los que en verdad hacen funcionar el motor de este mundo, de esta sociedad.

El Gandalf el Gris, ese mago errante de la tierra media, sabio por demás, tiene fe en todo aquello que podría parecer diminuto físicamente, o en su manera de vida, pero sabe que dentro de esa clase de seres existe una capacidad inmensa de amor y fe, ingredientes poderosos para vencer cualquier tipo de maldad, dos elementos imprescindibles para generar astucia, sagacidad, veracidad y sabiduría. Sólo así la tranquilidad o paz del alma que todos anhelamos tener se puede obtener.



 
Qué padre se escucha todo esto, pero son muy pocos quienes lo logran en la vida real, por tanto son contados los privilegiados en alcanzar la gracia de ser recordados por siempre, que se puede traducir en la bendición de la vida eterna. Hiciste algo trascendental como el hecho de ser un extraordinario hijo o hija, no te preocupes, entonces serás recordado a través de las generaciones quedarás para la posteridad, es decir, la vida eterna.

Bilbo Bolsón, un hobbit común y corriente como todos los de su raza emprende una aventura inesperada, algo que ni se proponía, ni quería, ni buscaba. Fue Gandalf quien se apareció de repente en su casa sin más ni más (así como los hechos fulminantes en la vida) para impulsarlo a emprender un viaje más allá de su hogar. Bilbo era inexperto en todo, (como todos en la vida) pero conforme a las experiencias recorridas o errores cometidos poco a poco se formaría un carácter, maestro en ciertas actividades, dueño de sí mismo.


Así como la historia de Bilbo es toda una aventura, la película en sí, a nivel técnico también lo es. Peter Jackson, director, filmó con cámaras 3D, pero no sólo eso, sino con una velocidad de captura de 48 cuadros por segundo que da como resultado una alta definición en imagen y audio. Es decir, el cine ha dado un paso más en su propia historia. Ver El Hobbit en 48 HFR (así se llama el nuevo formato) y 3D es toda una experiencia fenomenal, divertidísima. Esto es algo que le dije a mis hermanos, como fan del mundo Tolkien los contagié de mi entusiasmo. Mi hermano menor corrió a verla en ese formato y le fascinó.

A Jaime le comenté, “llevemos a mi papá, no se puede perder esta vivencia”. Así lo hicimos, mi hermano, mi padre, mi cuñada Christiane y yo. Por su puesto a los cuatro  nos encantó, los efectos visuales, los especiales, la acción, la adaptación del libro, hasta el maligno pero entrañable Gollum.


Afortunadamente en el mundo hay gente que lleva a cabo la filosofía de El Hobbit, llevar día a día la bondad, este elemento es el que nos da luz para iluminar cada paso, ayudar a todos los que lo necesitan a nuestro alrededor, ya sea con una palabra, una mirada, una sonrisa, o con algo material, todo de manera incondicional. También, afortunadamente conocí a alguien así, alguien que ya no está aquí, mientras estuvo se condujo de manera tal que sólo había luz detrás de ella, y delante mucho más brillante, iluminaba a todos, se iluminaba a sí misma, así contagiaba su entusiasmo por la vida, su amor hacia los demás, y la inteligencia para caminar en la vida. Ella, esposa de mi hermano, Christiane.

Ella hacía cosas pequeñitas, mismas que provocaban otras grandiosas para ella, para su familia, para su esposo o cualquier otra persona que tenía contacto con ella. Christiane, como Bilbo pacífico, bondadoso, con carácter, con alegría, con diplomacia, con fuerza, coraje e inteligencia recorrió esta vida, la gozó, la triunfó, la disfrutó. Llegó muy lejos.


 
EL HOBBIT
(THE HOBBIT)
Dirige: Peter Jackson
Escribe: Philippa Boyens, Fran Walsh, Guillermo del Toro (guión), J.R.R. Tolkien (novela)
Con: Martin Freeman, Ian McKellen, Andy Serkins, Richard Armitage
Produce: New Line Cinema, Metro Goldwyn Mayer, Wingnut Films
169 min
EUA, Neva Zelanda, 2012

UNA AVENTURA EXTRAORDINARIA



Dios sí existe. Lo he visto. Lo he sentido. Lo he experimentado. Dios no es ese ente castigador que nos hacen creer cuando nos portamos mal. Dios no castiga, sugiere, asesora, orienta. Dios se ha aparecido ante mí, pocas veces, pero lo ha hecho, pero en el resto de mis días, hasta ahora, a mis 34 años de edad, Dios se manifiesta diariamente.

“¡Ah qué chiste! ¡¿Qué tiene de bueno vivir, si Dios nos maneja a su antojo, nos manipula, si somos sus piezas de rompecabezas?!” ¡A cuánta gente no he escuchado decir esto! Es que ese es el punto de la vida; a ver quién es capaz de disfrutarla, de pasarla plena y tranquilamente, haciéndole frente a los detractores, venciendo los problemas y salir triunfante de todo ello. Sí, Dios sí existe.


Después de que vi la película “Una Aventura Extraordinaria”, confieso, no entendí el objetivo de la historia: demostrar que Dios sí existe. La trama, Pi desde muy pequeño fue adoptando para sí lo mejor (a su consideración) de cada religión que más presencia tenía en su natal India, la hindú, la católica, la musulmana; el padre de Pi, dueño de un zoológico, por problemas económicos debía venderlo, además mudarse y trasladar a los animales vía marítima hasta Canadá; desgraciadamente aconteció un hecho que terminó en tragedia, el barco naufragó en medio del océano, los únicos sobrevivientes: Pi, una cebra, una hiena, una orangután y un tigre de bengala sobre un bote salvavidas. Ahora el muchacho, solo, terriblemente solo, debía conseguir sobrevivir, entre las bestias, en medio del océano, sortear las inclemencias del tiempo y otros peligros.

Pues bien, no entendí dónde está Dios en todo esto. Una buena tarde de fin de semana, dirigiéndonos Jaime, mi hermano, Christiane, su esposa, mi padre y yo les planteé mi duda. Les conminé a que vieran “Una Aventura Extraordinaria” para que la discutiéramos y me explicaran la existencia de Dios. Christiane tuvo a bien opinar inmediatamente que qué padre que dentro de “la historia abrieran ese abanico de posibilidades sobre Dios, que éste se puede encontrar en cualquier religión, que finalmente lo importante es la creencia de cada cultura”, en otras palabras, lo que mueve los corazones de todos es la fe.


Mi cuñada me comentó que la explicación sobre la existencia de Dios radicaba en el hecho de poder hacerle frente a los animales, de cómo sobre vivir, salir adelante, o al menos era una posible explicación que se le ocurrió de momento.

No estaba equivocada. Porque ahora que Christiane ya no está aquí, entiendo lo que ella mencionó. Dios está aquí, ahora, en este momento que escribo estas líneas. Está cada vez que me caigo y me enseña a levantarme ofreciendo una gama de respuestas a elegir. Está en cada sonrisa que me regalan, cada una con la que correspondo. Está en cada persona maliciosa, envidiosa o que lleva odio en el corazón, con la cual convivo diariamente para aprender a ser la mejor persona, y darles la mejor cara. Dios también está en la escuela y trabajo, en el esmero, en el empuje.


No estoy hablando que Dios es un ente, un halo, un espíritu, algo invisible que nos acompaña en cada paso. Dios más bien es aquél que define, decide quién, cuándo, cómo debe ir y venir en esta vida, o pasar al otro plano, o al otro, o al otro, o regresar a este. Dios va pintando el camino por el que pasaremos, nos da el clima, derriba un árbol, nos presenta a alguien, hace que perdamos el autobús, el vuelo, o retrasemos un viaje. Sí, somos sus piezas de rompecabezas, pero les repito: el chiste de la vida es saber cómo disfrutarla, con responsabilidad y amor.

Christiane, tú como Pi, supiste vivir la vida con mucha inteligencia. Ahora nos toca a todos nosotros que estuvimos contigo en algún momento, seguir tu ejemplo: Vivir.

Dios sí existe, está en cada uno de nosotros. Cómo quieras llamarlo no importa. Lo que trasciende es tu fe, depende de ti cómo quieres trascender, cuál es tu legado.

UNA AVENTURA EXTRAORDINARIA
(LIFE OF PI)
Dirige: Ang Lee
Escribe: David Magee (guión) Yann Martel (novela)
Con: Suraj Sharma, Irrfan Khan, Adil Hussain
Produce: Fox 2000 Pictures, Haishang Films
127 min.
EUA, China, 2012

LO IMPOSIBLE


 
¿Qué es “lo imposible”? ¿Qué significa “imposible”?  Si lo vemos desde el punto de vista etimológico viene del latín “in” que se remite a la negación, “posse” es decir poder, más el sufijo “ible” que remite a “posibilidad”. En resumen, la negación a cualquier poder o posibilidad. ¿Y dónde radica la negación? Ciertamente de todo lo negativo que puede nacer en nuestro ser.

Es imposible no sentir dolor de la lejanía, es imposible no sentirse solos, es imposible no llorar, es imposible no estar tranquilos, todo esto cuando un ser querido ha partido para irse a otro plano, cuando ya jamás estará entre nosotros, en este mundo, en esta época, en este momento.


Pero resulta aún mucho más doloroso cuando no se tiene en nuestros planes esa despedida. En este minuto nos encontramos riéndonos y disfrutando de la vida, de la compañía, del amor, del trabajo, de la familia, y al siguiente minuto ya no estamos nunca más; o desde el otro punto, ya no veremos jamás a ese ser amado, estimado, adorado.


Exactamente eso vivió Henry (Ewan McGregor) junto con su esposa María (Naomi Watts) y sus tres pequeños, donde el mayor tiene doce años, cuando se encontraban pasando sus vacaciones navideñas en una de las paradisiacas islas tailandesas, mientras los niños jugaban en la alberca con su padre, María leía un libro en alguno de los camastros, todo tan hermoso y armonioso, cuando de repente la vida de va, así, sin más ni más. Una ola de cerca de diez metros arrasó con todo lo que tenía enfrente. Por su puesto, la familia unida quedó desmembrada. Así como esa, cientos de personas perdieron seres queridos de un segundo a otro, mucho dolor, corazones rotos, separaciones.



Cuando los sucesos terminan en tragedia no queda más que la resignación. ¡Ja! Qué fácil se escribe, pero es IMPOSIBLE conseguir paz en el alma rápidamente. Pero si de consolarnos se trata, hay una manera muy entrañable de hacerlo.

Hay que hacernos la convicción de que la gente que se supone no tiene por qué morir, se va de manera inesperada y sorpresiva es porque la gente a quien tenía que ayudar en este mundo ya lo hizo, ya repartió sonrisas, amor, comprensión, auxilio, creció se desarrolló, amó, abrazó, vivió plenamente, es más hasta puede decir que carecía de pecado. ¿Por qué no pensar que hay más planos paralelos a éste, (en lugar en otro mundo), a donde se aterrizó para seguir repartiendo luz a la gente que lo necesita verdaderamente? Es una noción un tanto romántica, pero muy hermosa y convincente.



Hace unos cuantos días, Christiane se fue de nuestras vidas, de la de mi familia, pero específicamente de la de mi hermano. Igual que Henry o María, Christiane se fue así sin más ni más, de un momento a otro, sin decir agua va. Fue imposible no sentir dolor, tristeza y coraje, porque ciertamente es injusto tanto para ella como para todos quienes la conocimos. Pero por más cruel que suene, “así es la vida”.

 
Como Henry y María, no hay otra más que sacar fortaleza de flaqueza. Y por ellos que desaparecen debemos honrar su nombre y memoria trabajando, proyectando sueños, sonreír y seguir creyendo que la vida es extremadamente hermosa, tal cual Christiane lo hacía con su ejemplo, con su sonrisa eterna, y su gozo hasta por respirar. ¿No decían The Beatles “Life Goes On” (La vida sigue su curso)?

LO IMPOSIBLE
(THE IMPOSSIBLE)
Dirige: Juan Antonio Bayona
Escribe: Sergio G. Sánchez  (guión) María Belón (historia)
Con: Naomi Watts y Ewan McGregor
Produce: Apaches Entertainment, Telecinco Cinema, Mediaset España
114 min.
España, 2012

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