lunes, 24 de junio de 2019

TOY STORY 4 (Por Abel Olivares R)



¿Era necesaria hacer una cuarta parte de Toy Story, cuando había cerrado de manera espectacular con la despedida de los juguetes ante la partida de Andy hacia la universidad? A mi manera de ver no era necesario, pero sí era necesario. Me explico:





Por Abel Olivares R
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En sí, Toy Story 4 del director Josh Cooley, quien después de ser guionista de películas como Intensamente (2015) ahora se estrena como director con esta cuarta entrega de la saga de los juguetes vivientes; es grandiosa en todos los sentidos: en la animación, Pixar se ha sabido super a sí mismo con Toy Story concretamente, la textura de la vegetación, el brillo de la porcelana de Bo Peep y sus ovejas, los hilos de la tela de Woody, el cabello por cabello de Bonnie; también tenemos la incursión de nuevos personajes que como siempre todos son entrañables, bien definidos con su propia personalidad muy particular, si en las otras tres tuvimos a los marcianos de pizza planeta, a Jessie, Tiro Al Blanco, Barbie, Ken y Bonnie, aquí tenemos a Forky, Duke Caboom, Ducky, Bunny y el regreso de Bo Beep; por todo esto más la música, la edición, entre otros elementos hace de Toy Story 4 una gran película de la misma calidad que sus predecesoras.



Pero sin una historia bien escrita no hay una buena película. Y aquí mi consideración de por qué sí era necesaria esta cuarta entrega: Woody es un juguete que posee unos valores morales y emocionales muy arraigados, unas convicciones que no está dispuesto a romper ni traicionar, todo porque su entrega a su persona o dueño es absoluta, lo mismo que nos pasa cuando amamos a alguien, tu pareja, tus hijos, tus amigos, tu papá, mamá o hermanos, nos entregamos tanto que nos olvidamos de nosotros mismos, pero aún mejor, esa entrega no es condicionada, nos nace de lo profundo del alma y lo hacemos con todo el gusto del mundo, lo mismo que le vimos hacer a Woody hacia Andy hasta que el vaquero entendió que esa relación no podía durar para siempre porque todo cambia y las personas también porque maduran. Sin embargo ¿qué pasa cuando a raíz de esa ruptura te das cuenta de que estás perdido porque te abandonaste?



A través del día a día buscamos adaptarnos a otros círculos sociales, a otros amigos, a otros familiares, a otros vecinos, pero cuando no encajamos en ningún lado por más que nos esforcemos tratando de complacer a los demás y ni así “nos pelan” es hora de preguntarse ¿los demás están mal o soy yo el de la falla? A lo que yo opino que no es que nosotros fallemos o que estemos mal, sino más bien es que no debemos aferrarnos a la zona de confort, a lo mismo, el mismo tipo de gente, la misma rutina, más bien es hora de mirar distinto, de hacer otro tipo de cosas, de avanzar, de madurar, y mientras que no aceptes que debes crecer, no cerrarás ciclos y por tanto estarás en descontento contigo mismo y con la vida.



Woody dejó ir a Andy, pero en realidad ahí no cerró su ciclo, porque sigue con la idea de que su función en la vida es divertir, acompañar, o serle fiel al niño o niña en turno, pero lo que no vislumbró el vaquero es que ¿qué tal que ese niño no se identifica con él, lo deja relegado, lo excluye? Al principio, muy bonito y todo pero Woody no es el “hit” de Bonnie, aunque seamos sinceros, tampoco la niña es el “hit” de Woody, hecho que éste no quiere aceptar; no son tal para cual, no hay química, no hay interacción ni interés, entonces para qué aferrarte con alguien que ya no te quiere, es por el miedo, y nuestro vaquero lo refleja, tiene miedo de avanzar, de madurar, de aceptar que su tiempo como juguete ya se acabó, pero si no será un juguete, si ya no divertirá a nadie ¿qué sigue? Nuestro protagonista le tiene miedo a asumir un nuevo rol en la vida, es por lo que no avanza.



Lo que hicieron con Toy Story es lo equivalente a un libro que consta de tres capítulos y un epílogo, como tal, cuando llegas al final, es decir el capítulo 3 o la tercera de la saga, quedas satisfecho y si gustas no lees el epílogo y no pasa nada; pero si se fijan, en realidad Woody aún no cerraba su ciclo y por ello es que era necesario un último respiro para ahora sí concluir hasta con candado la historia, pero sobre todo con el gran héroe, porque hasta los más grandes tienen grandes debilidades; entonces sí era necesaria una cuarta parte, pero si lo vemos desde este punto de vista: la saga SÍ acabo en la tres, ahí cerró digamos la fase “no fallarle a Andy” pero ¿y Woody, es feliz SIN Andy, pero más importante es feliz consigo mismo después de Andy?  Para eso sirve una cuarta parte, para responder a esta interrogante.



De esto se trata la película esencialmente, pero hay otros temas cuyos hilos conductores lo llevan otros juguetes, como el aprender a escuchar a tu voz interior; el atreverte a hacer algo que deseas por más difícil o riesgoso que parezca; el hacerle daño a los demás con tal de complacer a los otros, la libertad, la independencia, el amor propio. Es decir, la historia es un entramado de subtramas tan bien escrito, tan bien sustentado que la hace un guión fuerte y sólido.



¿Es o no necesaria Toy Story? ¿Te hizo llorar o no? Creo que está película va más allá de estas interrogantes porque el mensaje es tan poderoso que sólo los que sufren de alguna depresión, de que no saben quiénes son ni para qué están en la vida sentirán empatía con esta cinta.

TOY STORY 4
Dirige: Josh Cooley
Escribe idea de la historia: John Lasseter, Andrew Staton, Josh Cooley, Valerie LaPointe, Rashida Jones, Will McCormack, Martin Hynes, Stephany Folsom.
Guión: Andrew Staton y Stephany Folsom
Actores de doblaje: Tom Hanks, Tim Allen, Keanu Reeves, Tony Hale
Produce: Pixar Animation, Walt Disney Production
Estados Unidos, 2019
En inglés,
Animación, aventura, comedia, familiar, fantasía
100 minutos

lunes, 17 de junio de 2019

MISTERIO A BORDO (por Abel Olivares R)




Por Abel Olivares R

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“Murder Mystery” o “Misterio A Bordo”, la película más reciente de Adam Sandler, producida para Netflix, se estrenó en esta plataforma el pasado 14 de junio, se trata de una fusión entre comedia y misterio, la clave diferenciadora de todas las películas de este actor (al menos de las más recientes) es esta palabra “misterio”.



La dirige Kyle Newachek, que no ha escrito ni dirigido algo memorable, pese a esto tiene una larga trayectoria en cortos, largometrajes, series de televisión, todos en comedia, muchas de ellas ramplonas, sosas, lo que conocemos como el “humor gringo”. Misterio a Bordo no es la excepción a esta regla, sin embargo, tiene algunos valores que la hacen entretenida, o al menos no te dan ganas de quitar la película a los veinte minutos de haber iniciado, sino te la vas pasando bien, entre Jennifer Aniston, Luke Evans, Luis Gerardo Méndez, locaciones en Italia y Mónaco, y un misterio a resolver se hace ligera, llamativa y amena la película, pese a todos los clichés, salidas fáciles y desarrollo superfluo de los personajes.



Muy a la Agatha Christie, Misterio a Bordo relata sobre el asesinato de Malcolm Quince (el gran Terence Stamp) un viejo billonario, octogenario amargado y furioso con su familia. Todo se desata cuando este hombre reúne a una serie de personas con el pretexto de su cumpleaños, en un viaje por el mediterráneo en su yate; la sorpresa se la llevan todos cuando esa reunión en realidad era para anunciarles que toda su herencia es para su veinteañera esposa, y ahí, en esa misma reunión, apagan la luz durante unos segundos y al encenderlas el viejo yace en el suelo, apuñalado, muerto. ¿Quién fue? ¿el hijo, el guardaespaldas, el coronel, la esposa, el sobrino, el maharajá, la bella actriz, el corredor de autos latino, o los gringos gringos, por no decir imbéciles que ni vela en el entierro tienen en esa familia, pero las circunstancias los llevaron a ese momento?



Adam Sandler está en Adam Sandler como hace muchos años, sino es que, desde siempre, la misma actuación (¿actuación?), el mismo outfit, playera o camisa holgada preferentemente una o dos tallas más grande, bermudas y mocasines. Lo que sí doy gracias es que en esta ocasión no contuvieron al señor, ya que no abusó de los chistes tipo “caca, chis, vómito, vagina, pene”, al inicio de la película, en los primeros minutos, cada vez que abría la boca era para pronunciar algo escatológico, pero ya después todos los diálogos se conducían directamente a la trama, al misterio, pero aún así, cada vez que abría la boca era para decir algo irrelevante.



En materia mexicana, la novedad, lo llamativo, lo atractivo es la incursión del actor Luis Gerardo Méndez (Nosotros Los Nobles, Club de Cuervos, La Otra Familia). Su personaje se llama Juan Carlos Rivera, también está muy relacionado con la familia del billonario asesinado, pero no habla inglés y por eso prácticamente no tiene diálogos, cada vez que interviene es para gesticular, mirar y expresarse sin hablar, entonces me dije ¿para eso lo contrataron? ¿para eso tanto ruido en el país que Méndez estaría a lado de Aniston trabajando? Sin “spoilear”, su personaje cobra relevancia, terminé satisfecho con su actuación, con la importancia que tuvo en la trama y con su incursión a lado de estas estrellas de Hollywood.



Misterio A Bordo me gustó, es una cinta que hace que te la pases bien, que de antemano sabes a lo que vas, sabes a lo que le tiras, sin exigirle absolutamente nada, es recomendable en el sentido de que cuando la lleguen a ver estará bien, no es una recomendación de urgencia, de esas películas que tienes que ver YA, más bien son de las que no pasa nada sino la ves pronto.



MISTERIO A BORDO
(MURDER MYSTERY)
Dirige: Kyle Newacheck
Escribe guión: James Vanderbilt
Protagonistas: Adam Sandler, Jennifer Aniston, Luke Evans
Produce: Vinson Films, Endgame Entertainment, Happy Madison Productions, Tower Hill Entertainment
Estados Unidos, 2019
En inglés
97 minutos

martes, 11 de junio de 2019

X MEN: DARK PHOENIX Por Abel Olivares R


Por Abel Olivares R

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Después de un proceso atropellado de producción llega por fin, después de muchos “dimes y diretes” a las salas de cine “X Men: Dark Phoenix”; lo que empieza mal termina mal, su taquilla es la peor, o mejor dicho, la más baja de toda la saga de este grupo de mutantes, en su primer fin de semana recaudó en Estados Unidos 33 millones de dólares cuando había proyectado arriba de 50, y según cálculos del sitio especializado “Deadline” terminará por recaudar 120 millones dólares a nivel global, cuando costó alrededor de 350 millones de dólares. Se creía que a “X Men Apocalypse” le había ido muy mal al recaudar un total de 135 millones a nivel global, hasta que llegó Dark Phoenix para quitarle el lugar de la peor de la saga.



¿Qué quiere decir que es la peor película de la saga? Como público podemos disfrutar mucho de esta cinta, al fin y al cabo, es una más de súper héroes favoritos de muchos, y por no dejar, se acude al cine, se deja llevar por los actores, los efectos visuales y listo. Pero si nos adentramos en la trama, puedo decir que es buena la idea pero no termina por amarrar, consolidar los nudos de los personajes centrales, es decir, no hay contundencia en las motivaciones de Jean (Sophie Turner), Vuk (Jessica Chastain), Erik (Michael Fassbender), Xavier (James McAvoy), Hank (Nicholas Hoult) y Raven (Jennifer Lawrence), es decir, todas las decisiones de estos personajes, sus motivaciones y sus finales no son concluyentes.



SPOILER ALERT: por ejemplo, la muerte de Raven fue muy fácil, sin sustancia ni dramatismo, le dieron una salida banal al personaje, como si se tuviera prisa en deshacerse de él desde el guión, un personaje tan icónico como Raven se merecía un final épico, digno de la trascendencia que adquirió en toda la saga. Otro ejemplo: Vuk, es un ser que viene del espacio persiguiendo una fuerza y energía que arrasa con todo lo que toca, y ya, así de vacío es este personaje, cuando se supone que es el gran enemigo poderoso a vencer y lo vencen en un “tris-tras”, entonces ni tan “gran” y ni tan “poderoso”; y así puedo seguir enumerando más ejemplos de que los personajes en esta ocasión o están bien delimitados.



Esto hace que la historia sea sumamente sencilla: Jean Grey, la mutante con telequinesis en una misión al espacio se ve inmersa en una gran fuerza cósmica que provoca que se desestabilicen sus poderes que le costó años controlar, pero no sólo eso, sus emociones tampoco los puede calmar; Jean, muerta de miedo porque puede destruir a los que quiere, huye en busca de respuestas y consuelo; a la par un grupo de seres espaciales desean atrapar para sí, esa fuerza cósmica, por lo que adquieren la apariencia de seres humanos, porque son metamorfos, entonces son dos grupos los que persiguen a Jean.



Suena entretenida, y lo es, pero insisto, si nos sumergimos en la convenció del universo de la saga X Men, te empiezan a surgir muchas dudas, cuestionas la película ¿Era necesario otra cinta de X Men? Estos proyectos siempre se producen con un objetivo claro: dinero. Entonces surge una pregunta ¿qué haremos para atraer grandes cantidades de personas, fans y no fans? ¿Qué innovaciones impondremos para hacer de esta película algo imperdible de ver? Las respuestas a estas y otras interrogantes tienen como base el dinero. Ahora bien, lo que se hizo con Dark Phoenix, dirigida, por cierto, por Simon Kinberg quien se ha especializado como productor y guionista de Sr. y Sra. Smith (2005), Jumper (2008), X-Men Días del Futuro Pasado (2014) y la fallida Los 4 Fantásticos del 2015, y no como director ya que esta es su tercera película como tal; les decía, lo que se hizo con Dark Phoenix fue todo lo contrario a una película “blockbuster”. Es decir, las respuestas a esas interrogantes estaban sumamente alejadas con el objetivo de acumular dinero. Estaba destinada al fracaso.



El estreno de Dark Phoenix estaba programado desde más de año y medio, junto con “Los Nuevos Mutantes” pero se dieron cuenta que el resultado final no era el indicado para la recaudación monetaria que se deseaba ya que la sometieron a un estudio de mercado cuyos resultados indicaban que no les gustaba, es más detestaban el desarrollo de algunos personajes y sobre todo el final, la manera en cómo terminaba Jean en manos de Vuk. Entonces se decidió reescribir el guión y volver a filmar muchas de las escenas, casi toda la película, volvieron a dar fecha de estreno, volvieron a someterla a estudio de mercado, otra vez los resultados no eran favorables, así que Kinberg decidió volver a escribir el guión conforme se iba filmando de nuevo las escenas, iba al día, inclusive hasta pedía opinión a Sophie Turner y a Jessica Chastain sobre sus personajes. Esto hizo que se elevaran costos, aunque se veía que definitivamente no iba a buen puerto la película. Así fue.



Lástima, porque era una buena franquicia, la cual se tiene esperanzas de que resurja ahora que Disney tiene los derechos de todo lo de Fox, e incluirlos en el MCU, sólo queda a esperar a los estrenos de “Los Nuevos Mutantes” (2020, otra producción que ha tenido problemas) y Deadpool 3, a ver qué pasa.

X Men Dark Phoenix, es la típica película entretenida que cualquier persona lo primero que dice al opinar es: “está buena, tiene buenos efectos” (soy uno de esos), es decir, son de las películas fácilmente olvidables, porque no hay historia ni personajes entrañables que adoptes como tuyos; es de esas películas que prefieres a que salga en canal 5 o 7 después de muchos años.


X MEN: DARK PHOENIX
Dirige: Simon Kinberg
Escritores: Historia: John Byrne, Chris Claremont y Dave Cockrum; guión: Simon Kinberg
Basado en una serie de cómics sobre Jean Grey por Stan Lee
Protagonistas: James McAvoy, Michael Fassbender, Jessica Chastain, Sophie Turner
Produce: 20th Century Fox, Bad Hat Harry Productions, Donners’ Company
Estados Unidos, 2019
En inglés y francés
113 min.

lunes, 10 de junio de 2019

ROCKETMAN (Por Abel Olivares)




Por Abel Olivares R

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Como su slogan lo menciona “es una FANTASÍA de la vida real” ¡Exacto! La versión cinematográfica de la vida del cantante y astro británico sir Elton John no es necesariamente exacta y fidedigna. Elton extrajo un fragmento más recalcitrante de su historia privada y musical, la moldeó y nos ofrece Rocketman, la produce a su gusto y a su manera.



Resulta lógico que la película “Rocketman”, dirigida por Dexter Fletcher (Volando Alto, 2015), sea una cinta festiva, alocada, en ciertos momentos surrealista, tomándose ciertas licencias del orden cronológico del cómo sucedieron los hechos en la vida real; digo que es lógico porque a sabiendas de la personalidad de Elton, tan extravagante, alocado, dejando de lado el “qué dirán”, la película es una divertida, entrañable e interesante cinta biográfica.



Todos sabemos quién es Elton John, mínimo de nombre, es decir, todos hemos escuchado pronunciar por ahí este nombre, o leído en alguna publicación alguna nota sobre él, aunque no conozcamos nada de su música, al menos lo ubicamos. Pero no por eso debe ser una excusa para no ver esta película, ya que encontrarás muy interesante la vida privada y musical del astro británico.



Para que un producto audio visual biográfico sea digno de ser aplaudido, es decir, que sea de buena calidad y manufactura, en su guión debe plantearse la línea del dolor, la crisis existencial, una emoción revuelta y sin resolver, por la cual la celebridad en cuestión se mueve, es una motivación para atravesar un camino sinuoso y darle solución, o tal vez no. En Rocketman, lo que se nos plantea es que Elton fue una persona que creció, vivió sin amor, nadie lo valoró, todo mundo lo abandonaba, sus padres lo rechazaron, se nota que fue un niño no deseado, nadie creía en él como músico o cantante solista, por eso le costó trabajo darse a conocer, su representante lo explotó al máximo, se hundió en las drogas, en el alcohol y la promiscuidad. Sólo dos personas le ofrecieron amor incondicional: su abuelita y su mejor amigo, casi hermano, colega, compañero de trabajo: Bernie Taupin (interpretado por Jamie Bell, Billy Eliot, 2000).



Es así como Taron Egerton (Eggsy en Kingsman, 2014) tiene la gran oportunidad de destacarse en su joven carrera, explotar su talento y dejarse llevar por todos los matices que implica interpretar a Elton John, y sí lo logra, tanto que es notorio que se mimetiza, en el rostro, en los ademanes, en el físico, son parecidísimos, denle muchas nominaciones a los premios de cine a Egerton pero ¡ya!



Ahora bien, es una fantasía cinematográfica porque los números musicales son una especie de videoclips, son secuencias oníricas, los cuales describen las emociones más profundas de nuestro protagonista. Es como cuando te piden que describas tu sentir y no puedes porque no encuentras las palabras exactas que te den la oportunidad de ser exactos con tus sentimientos y que, además, tus interlocutores te entiendan correctamente. ¿Te ha pasado? El que no te alcancen las frases. Pues qué mejor que con imágenes: como cuando triunfó por primera vez en Los Ángeles, California, era tanta la emoción que sentía que flotaba, él y el público; como cuando se toca fondo y a punto de la muerte se encuentra con Elton de niño en el fondo de una alberca y cantan Rocketman; Elton fue adicto al sexo, hay número musicales que asemejan una orgía, pero también el sentir del cantante.



En fin, la búsqueda de sí mismo, el amarse a sí, el aceptarse a sí, el trabajo que debería ser de todos los seres humanos, desgraciadamente pocos lo hacen y se hunden en la miseria psicológica, emocional, profesional y familiar, echándole la culpa a todos cuando la solución y la responsabilidad está dentro de nosotros.


ROCKETMAN
Dirige: Dexter Fletcher
Guión: Lee Hall
Protagonizado: Taron Egerton, Jamie Bell
Produce: Marv Films, Marv Studios, New Republic Pictures
Reino Unido, Estados Unidos, Canadá, 2019
En inglés
121 min


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