sábado, 26 de mayo de 2012

MI SEMANA CON MARILYN




¿Me preguntas si considero a Marilyn Monroe una buena actriz? Mi respuesta es un rotundo NO. De hecho la pregunta sería mejor ¿fue actriz? mi respuesta sería: no fue actriz, pero SÍ una súper estrella, una gran figura de ese firmamento hollywoodense, de extraordinaria belleza, linda silueta, sonrisa que hechiza, mirada ingenua, personalidad arrolladora, candorosa voz, sensualidad desbordante. Pero actriz nunca lo fue, digo, le faltó un infinito para llegarle a los talones de Bette Davis, Vivien Leigh, Grace Kelly, Catherine Hepburn.

 


Eso sí, no negaré que sus cintas son muy simpáticas, entretenidas y hasta de cierto culta ya viéndolas a 60 años de distancia. De todas ellas la que más me gusta (una recomendación anexa) es la de "Una Eva y Dos Adanes" de 1959, con Tonny Curtis y Jack Lemmon, dirigida por Billy Wilder. La historia de dos músicos de jazz se ven involucrados por accidente con una banda de gángsters quienes los quieres asesinar por "saber demasiado", ellos logran escapar haciéndose pasar por dos señoritas músicas de orquesta de mujeres, cuya cantante es... exactamente... Marilyn Monroe.





Pero también es sabido que la vida de la Monroe detrás de cámara no fue nada fácil. Y para mostrarnos algo breve pero muy sustancioso, el director Simon Curtis nos ofrece un fragmento de la vida de la sensual artista, una semana o poco más, de su vida, precisamente cuando es contratada para trabajar a lado de Sir Lawrence Olivier en la película británica el Príncipe y la Corista; el argumento es el punto de vista de un jovencito veinteañero, asistente de dirección de la película a filmar quien voluntaria e involuntariamente se involucra con una Marilyn bombardeada de insultos, de humillaciones, de autosabotaje, de enseñanzas tiranas, de drogas medicadas, con un auto estima que estaba más abajo del suelo, precisamente en el auge de su carrera, la época en donde era más codiciada, cotizada y anhelada.



En mi Semana con Marilyn podemos ver que ella fue una víctima de las circunstancias, pero sobre todo víctima de su propia vida, porque la vemos ya no como un ser humano, sino como un producto de las grandes corporaciones a quien debían controlar tajantemente para que no pudiera pensar ni por ella misma y siguiera dándo esas ganancias estratosféricas que todo mundo desea. Ya no era Marilyn, era una estrella a la cual había que explotar y nunca escuchar, nunca platicar, ni mucho menos darle amor o de menos un abrazo, un te quiero por lo que eres como persona, com mujer, como esposa. Qué hubiera dado ella por conseguir la aprobación de sus esposos, de sus amigos. No es difícil adivinar entonces, después de ver esta cinta, por qué la muerte fue la única que la amó de verdad, vino, la acogió y se la llevó.


Hay que decirlo, esta cinta es mediana en varios sentidos, al menos en los niveles de producción, casting, dirección escénica y fotografía. La valía de esta cinta es la propuesta, un punto de vista distinto al que estamos acostumbrados sobre la Monroe. Además el nivel de trabajo actoral que Michelle Williams le imprime para dar vida a la rubia platinada es inconmesurable, así es físicamente no da el ancho, no hay que decir lo contrario, de hecho cierro lo ojos y paso mi propio catálogo mental de jóvenes actrices quien pudiera asemejarse pero no, no hay nadie quien pudiera al menos rozar ese tipo de belleza peculiar, por tanto había que apostarle a quien la interpretara mejor, sus actitudes, sus poses, sus gestos, sus lágrimas, sus miradas, de ahí caracterizarla. Buen trabajo por la nominada al Oscar, Michelle Williams, también nominada por Brokeback Mountain y Triste San Valentín.

Ahora les pido por favor que le pongan play a este video, no se lo salten, véanlo completo.



Y ahora vean este otro video, completo por favor.



Precisamente, el punto de este comparativo es para que aprecien el valor de Marilyn como icono pop del cine, con todas sus implicaciones sirvió de inspiración para sus generaciones posteriores de divas y artistas pop y populares. 


Les sugiero que cuando puedan echénse un chapuzón en las películas de la Monroe, verán que no son aburridas, pero entretenidas, no son candidateables para festivales culturales o de cine, pero si se puede llevar unos buenos ratos de plática con los amigos, un buen tema de conversación.

MI SEMANA CON MARILYN
(My Week With Marilyn)
Dir. Simon Curtis
Con: Michelle Williams , Keneth Branagh, Eddie Red Maynne, Emma Watson
Produce: Weinstein Company, BBC Films,
Reino Unido, Estados Unidos
2011
99 min.


viernes, 25 de mayo de 2012

PINA, ARTE EN MOVIMIENTO





No me dejarán mentir, al menos una vez en la vida nos hemos sentido atrapados por nuestras propias emociones o sentimientos, peor aún, caemos en una crisis de aparente infinidad, y todavía peor, no sabemos ni siquiera de dónde provienen esos sentimientos que nos invaden. Son en esos momentos cuando decimos que estamos de "mírame y no me toques".


Pero también está el otro lado de la moneda, amanecemos con una luz radiante, que todo nos emociona, todo nos alegra, cantamos, bailamos en la calle, por nada, queremos dar cariño a todos, abrazar a todos, tenemos ganas de que todos en la calle sean nuestros amigos.

Como quiera que sea, desgraciadamente no estamos capacitados para canalizar esos sentimientos negativos o positivos ya que muchas veces no hay quien nos pueda entender.¿Qué hacer en estos casos? ¿Cómo evitar que aquello que nos invade nos afecte a nuestras acciones y pensamientos de manera perjudicial para el espíritu y mente? El documental de Vin Wenders, PINA (2011) nos da la mejor y más acertada respuesta.

Nuestro cuerpo es la única salida. PINA Bausch, alemana, bailarina, coreógrafa, dueña de su propia compañía de danza contemporánea, gran figura internacional en el arte del movimiento dejó un legado impresionante, poderoso, contundente, avasallador. No es gratuito que se le dedique dos horas en cine a sus más altas creaciones como amiga, maestra, bailarina, directora, creativa.

Son dos aspectos que le celebro a Wenders, primero es que haya decidido filmarla en y para 3D, son pocas las cintas que con esta tecnología se aprecia el valor artístico de la historia y del director en sí,  PINA es una de ellas.  En segundo lugar, toda la cinta está repleta de algunas de sus piezas magistrales, es un recital de danza, aderezado con testimonios de los miembros de la compañía que a lo largo de los años formó Pina, en una o dos frases , esto lo hace un documental sumamente interesante, nada aburrido, muy entretenido.

Sin mentirles, a los quince minutos, desconociendo términos dancísticos, siendo neófitos en el mundo de la danza contemporánea, uno mismo empieza a apreciar lo maravilloso y mágico que es el cuerpo humano, así como su altísima capacidad de expresión en movimiento. TODO, así es, todo en el mundo es baile, danza, en el sentido comunicativo.



Es el 3D el que le da un valor fundamental a la película, porque PINA gustaba jugar con distintos elementos naturales y materiales, para profundizarlos Wenders echa mano de esta tecnología, gracias a esto nos hace parte importante de cada pieza, nos hace sentir cruciales ya que finalmente nosotros como público somos los que recibimos ese poder del cuerpo humano, sentimos y percibimos cada sudor, cada desesperación, cada lágrima, cada sensualidad, cada sonrisa, cada melancolía, un sinfín de catarsis.

Si te sientes “quién sabe cómo” y no encuentras cómo desfogarte, expresarte, aliviarte interiormente, PINA te puede dar un buen consejo a través de la música, del mundo, del baile, del movimiento.


Imaginen contar su propia vida, su propio dolor, sus felicidades, sus odios, sus amores, sus historias sin una sola palabra pero sí con cada elemento de tu propio cuerpo.





PINA
Dir. Wim Wenders
Escribe: Guión: Wim Wenders
Produce: Neue Road Movies
Alemania, Franica, Reino Unido
2011
123 min.

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