lunes, 30 de octubre de 2017

COCO



¿Por qué en todo lo que hacemos, planeamos, pensamos, proyectamos, creamos, accionamos, siempre anteponemos a la familia? O cuando menos consideramos la aprobación de nuestra familia ¿Qué no podemos tomar nuestras decisiones por y para nosotros mismos? Pero de todos modos, cuando más estamos dispuestos a no tomar en cuenta a la familia, no podemos, al final el lazo familiar nos jala y no nos separamos.



Esta una de las tantas características de la sociedad mexicana, para nosotros la familia es lo primero. "Los domingos familiares", las cenas como la navidad, año nuevo, fiestas patrias, entre otras, la gran mayoría son para la familia, mi sueldo es para la familia, los paseos y las vacaciones son para la familia. A donde va uno, va la familia. Nos enseñan a ser muégano a través de la unión, el apoyo, el amor.



Coco, película de Disney y Pixar, dirigida por Lee Unkrich (Toy Story 3), nos muestra esto que les menciono pero en el contexto del Día de Muertos de México y todo lo que conlleva. Como cada año, la gente se prepara para recibir la visita de los seres queridos que han fallecido, la tradición indica que los vivos preparan un altar con todo lo que a su familiar le gustaba en vida, algún artículo, algún pasatiempo, bebidas, comidas, dulces, flores, todo decorado con papel picado pero lo más importante, con flor de cempasúchil que tiene el poder de guiar a las almas por el camino correcto rumbo a su familia, y no poderse o nunca llegar.



Esto nos muestra que aunque muertos, no olvidamos a nuestra familia, que continúe unida a través del recuerdo, su amor, su fidelidad. En Coco se proyecta el reflejo de esta tradición mexicana de una manera divertida, colorida, y entrañable. La película cuenta la aventura de Miguel, un niño que llega al mundo de los muertos por accidente precisamente el  Día de Muertos, todo por perseguir su sueño más preciado y prohibido por su familia: la música. Es imprescindible regresar al mundo de los vivos antes del amanecer, de lo contrario quedará atrapado en los esqueletos, las calaveritas y los alebrijes (guías espirituales tanto en el mundo de los vivos pero cobran fuerza en el mundo de los muertos).



Sinceramente, desde que Disney empezó a promocionar la cinta con los primeros teasers, tuve mis serias dudas. Los "gringos" y de manera internacional a los mexicanos nos tienen un concepto totalmente erróneo, culturalmente hablando, o simplemente no existimos porque no saben nada sobre nosotros nosotros. Y los que sí saben que existe un país llamado México, creen que la gente anda a caballo, con sombreros con borlas, gritando por todo, cantando flamenco, y las mujeres con peinetas altas y mantillas de encaje, como si fuéramos españoles. Nada más alejado que eso.



Para mi sorpresa, se nota una profunda y exhaustiva investigación de los mexicanos, sus usos y costumbres de la gente de pueblo, la gente de a pie, la gente común y corriente. Que aunque la manera de narrar la película está permeada de técnicas hollywoodenses, obviamente, la cinta en su generalidad se siente mexicana, ya que marcaron hasta los detalles más mínimos de la sociedad de México: "la chancla" que las mamás usan para educar a los hijos o amenazar al enemigo, la vestimenta sencilla nada florida, la camiseta de la selección mexicana de fútbol tan arraigada en la piel de los mexicanos, el físico de las abuelitas, una figura adorada en nuestra cultura: "la cabecita de algodón", chiquitas, arrugaditas, niñas por segunda ocasión; el detalle de las ofrendas, las conchas de chocolate, el mole con guajolote, las calaveritas de azúcar, el papel picado, las fotos, las flores, el panteón y el fervor con que la gente acude para visitar a sus familiares y darle las bienvenida de vuelta, aunque no los perciban, no los vean, pero que saben que sus almas están ahí junto a ellos.



Qué pena que no haya dinero en México, o mejor dicho, que las empresas grandes no apuesten por el cine en nuestro país y poder invertir en ello, lo digo porque Coco, al final te la sensación de haber visto una película mexicana y pues no, es hollywood quien vino, nos analizó y nos está diciendo "miren, así son ustedes", en lugar de que nosotros hagamos películas con calidad y técnicas mundiales y le digamos a todo el planeta "miren, así somos nosotros", pero como hay dinero en el país para este tipo de entretenimiento que bien podríamos hacerla una industria, otra vez, pues con el poco dinero que se invierte se consigue resultados como "La Leyenda de La Nahuala (2007)" "La Leyenda de La Llorona (2011)" entre otras, cintas mexicanas de animación, que se quedan en la buena idea, pero sinceramente son películas medianas.




Hace unos meses vi un meme en redes sociales donde hace alusión al punto medular de las películas de Pixar, Toy Story cuenta la historia de juguetes con sentimientos, Monsters Inc, sobre monstruos con sentimientos, Los Increíbles, sobre súper héroes con sentimientos, Bichos, insectos con sentimientos, Cars, vehículos con sentimientos, Intesamente, sentimientos con sentimientos y ahora podemos decir que Coco trata sobre muertos o esqueletos con sentimientos.



Coco, felizmente tira el estereotipo del mexicano a nivel internacional, revive las tradiciones mexicanas que entre tanta tecnología y globalización se está perdiendo. Que aunque el recordar a los muertos es una costumbre solemne, al mismo tiempo lo hacemos divertido, colorido y festivo, la película enaltece todo esto, tanto que estoy seguro que la gente alrededor del mundo le van a dar ganas de conocer México, les despertará su curiosidad por vivir de cerca esta experiencia.



Puedes ver tráiler aquí:



COCO
Dirige: Lee Unkrich, Co dirige: Adrián Molina.
Escribe: Historia original de: Lee Unkrich, Jason Katz, Mattheu Aldrich, Adrián Molina; Guión: Mattheu Aldrich, Adrián Molina
Con: (doblaje versión español): Luis Ángel González Jaramillo, Angélica Vale, Gael García.
Produce: Pixar; Disney Pictures
Estados Unidos, 2017
109 min.

miércoles, 18 de octubre de 2017

BLADE RUNNER 2049



Treinta años después nuevas rebeliones de replicantes siguen vigentes, por tanto, es menester "retirarlos" a todos.

Si Blade Runner de Ridley Scott (1982) fue una cinta prácticamente una obra de arte, su secuela, no desmerece, es hermosa, es tensa, es caótica pero poética. La primera es una especie de prosa poética sobre la decadencia de la humanidad a la que vamos a llegar tarde o temprano. La 2049 también es un poema pero ahora sobre la esperanza que está prácticamente perdida, que aunque los humanos somos ya unos seres mecanizados y sumidos en sí mismos.



En esta ocasión, "K" (Ryan Goslin) es un agente policial que se dedica únicamente a retirar a una nueva generación Nexus de replicantes, aquellos seres humanos pre fabricados utilizados como obreros casi esclavos que a la postre adoptaron capacidad de decisión y se rebelaron contra el sistema. "K"descubre que aún existe un cabo suelto con el agente Deckard (Harrison Ford) quien treinta años antes huyó con Rachel (Sean Young), es preciso acabar con todo lo que tenga que ver con el agente. Así es como "K" emprende un viaje lleno de pesadumbre, limitaciones emocionales, y prohibición de las emociones.



Blade Runner 2049 es otra amalgama de música que encierra la mente del espectador, una mezcla de sonido que golpea el espíritu, una fotografía que nos introduce en el planeta asqueroso, petrificado, contaminado en todos sus aspectos, dando a entender que el alma, si es que existe, está encapsulado en lo más recóndito del hastío irremediable que reina en la humanidad.



Me abstengo de darles más detalles porque en cada minuto de la cinta arrojan información primordial para lo que viene en el siguiente es vertiginoso en este sentido. Sin embargo debo hacer una advertencia, pese a que la película es totalmente comercial, desgraciadamente no es para todo el público. Bien se dice que el arte es para todos y está al alcance de todos, Blade Runner, ambas versiones, son dos piezas de artes, y como tales la pieza está expuesta pero no son explícitas, sino implicitas, que necesariamente se debe estar dispuestos a abrir los cinco sentidos, estar dispuestos a recibir toda la información tal como está sin cuestionar, sólo ver y percibir. Blade Runner 2049 es compleja en su narrativa, ¿lenta?  no sólo eso, sino es muy visual, donde hay que comprender a cada personaje por lo que hacen más no lo que dicen, entenderlos por a lo que se dedican y los escenarios en los que se desenvuelven, más por escuchar diálogos. Son de esas cintas donde hay que ver y comprender.


Denis Villenueve, su director, pareciera que trae en su sangre esa oscuridad, ese maltrato del espíritu, esa decadencia mental, ese encimismamiento que no permite al ser humano avanzar, esa carencia de ambiciones o deseos, esa automatización de las emociones, y lo menciono porque sus cintas tiene este toque, donde el derrocamiento humano es inherente: La Mujer Que Cantaba (2010); Intriga (Prisioners, 2013); La Llegada (The Arrival, 2016).

Blade Runner 2049 es imperdible para tener el orgullo y el honor de decir "yo fui parte de la historia del cine" "fui parte de su evolución".

Clic para ver el tráiler:



BLADE RUNNER 2049
Dirige: Denis Villenueve
Escribe: Basada en la novela de Philip K. Dick "¿Los Androides sueñan con ovejas eléctricas?, Idea: Hampton Fancher, Guión: Hampton Fancher y Michael Green.
Con: Ryan Goslin, Harrison Ford, Robin Wright
Produce: 16:14 Entertainment, Alcon Entertainment, Columbia Pictures
Distribuye: Sony Pictures
Estados Unidos, Reino Unido, Canadá
Inglés, 164 min.

lunes, 2 de octubre de 2017

KINGSMAN, EL CÍRCULO DORADO



Si en Kingsman El Servicio Secreto (2015)  el punto medular es la aceptación de sí mismo, el valor para confrontar los problemas, el aprender controlar las emociones, explotar las características de sí mismo para vencer a los villanos, esto enmedio de efectos visuales y escenas de acción divertidísimas, pues en Kingsman y El Círculo Dorado (2017) únicamente se trata de derrotar al enemigo.



Les platico un poco de la historia. Poppy es una mujer que tiene un gran emporio de drogas, es experta de fabricar de todo tipo pero con gran maestría de calidad, es por ella vive autoexiliada del resto del mundo para que no puedan aprehenderla, sin embargo su mayor ambición es lograr la legalidad, para lograr esto primero necesita eliminar por completo a la organización Kingsman, quienes tienen la tecnología, la estrategia y la tecnología para derrotar a cualquier persona que atente contra la humanidad. Los dos únicos sobrevivientes son Eggsy (Taron Egerton) y Merlín (Mark Strong) es a partir de aquí donde inicia la película llena de divertidas secuencias, entretenidas, y hasta bromas que arrancan las sonrisas del público, no sin olvidar que en sí la historia por completo es llana, absurda, tonta y hasta cierto punto aburrida.



Lo que llama la atención desde la primera parte, dirigidas ambas por Matthew Vaughn, es el nivel de edición de apariencia complejidad, además de los desplazamientos de cámara, junto con los efectos visuales que dan una apariencia de un videoclip de dos horas, esto hace que atrape nuestros cerebros, aunque aceptemos que la película no va para ningún lado nuestro cerebro nos pide más, como si la película fuera una droga engañosa, nos hace adictos a ella, clavándonos en la butaca sin permitirnos levantar ni siquiera para el baño.



En días previos a su estreno, desde Estados Unidos llegaron las críticas destrozándola, castigándola: hay que recordar que la precuela era un propuesta interesante, definitivamente es un producto perfecto cinematográfica para el público adolescente: música estridente, protagonistas juveniles con problemáticas propias de la edad, hasta los personajes están dotados con ciertos rasgos aspiracionales. La historia trata casi de los mismo que una cinta de James Bond, un enemigo, conspiraciones, conquista del planeta, confrontación con gadgets modernos pero que recuerdan lo clásico. Hacían una combinación de todos estos elementos resultando una propuesta diferente e interesante.



Sin embargo, El Círculo Dorado pareciera que la dirigió o produjo Juan Osorio o Emilio Larrosa, es decir, la esencia de la primer película desapareció, reviven muertos prácticamente de la nada con tal de mantener al mismo actor, Colin Firth ¿garantía de taquilla? Por otro, desperdician actores famosos, ¿Para qué contratan a Channing Tatum si se la va a pasar en coma prácticamente toda la película? La historia se convirtió un sketch de 2 horas donde te la pasas riendo todo el tiempo, incluyendo a Elton John a quien debieron haberle pagado una cantidad estratosférica por prestarse a hacer el ridículo.Y al final tratan de poner un "twist" muy fallido con uno de los personajes, la mezcla con el ambiente vaquero estadounidense con la "estiradez" inglés. Es más, hasta la figura del presidente de los Estados Unidos, de la nación más poderosa del planeta, queda minimizado en una figura patética, babosa, lerda. Meten tantos personajes y situaciones que de pronto ya no tienen nada qué ver en sí con la película, sólo sirve para alargarla, tanto que hasta llega a un punto en el que aburre. Imploramos que lleguen al punto y acabe ¡ya!




Aunque Kingsman El Círculo Dorado es una película decepcionantemente tonta, sirve para poner el cerebro en neutral y dejarse llevar como gordo en tobogán; perfecto para aislarse de los problemas cotidianos, del estrés y las tensiones, lo que muchos consideran como "palomera". Pero para ver qué hay de nuevo en el cine, o qué propuestas nuevas nos trae, este tipo de cine no sirve, insisto, a diferencia de la primera.

Para ver el tráiler clic en:




KINGSMAN Y EL CÍRCULO DORADO.
(Kingsman: The Golden Circle)
Dirige: Mathew Voughn
Escribe: Jane Goldman, Mathew Voughn, basada en la novela gráfica de Mark Millar.
Con: Colin Firth, Julianne Moore, Taron Egerton.
Produce: 20th Century Fox, Marv Films, Shangri-La Entertainment
Distribuye: 20th Century Fox
Reino Unido, Estados Unidos
Inglés, 141 min.


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