Quiero pedirte un favor. Por un par de minutos haz memoria. Todo lo que has vivido desde tu infancia y hasta la fecha. Ahora recuerda a quién admiras. Haz una lista de todas esas personas que consideras como tus ídolos. No importa que sean escritores, actores, actrices, pintores, directores, músicos o cantantes. Gente que posiblemente sea inalcanzable, que a su vez, por todos sus grandes logros desprendas cariño por ellos. Sería fantástico que todos ellos llegaran de la nada para ayudarte en los momentos en los que sientas que estás en un precipicio oscuro y sin fondo. Que te solucionaran la vida, o te sacaran de los grandes problemas.
Media Noche en París es otra pieza de arte del director Woody Allen (Vicly Cristina Barcelona, 2008). Esta película relata la crisis existencial, el hundimiento sentimental y el estancamiento artístico y laboral del guionista de cine de Gil Pender (Owen Wilson, Los Caza Novias, 2005).
Sucede que Gil con su novia Inez (Rachel McAdams, Sherlock Holmes, 2009) y sus suegros se encuentran de vacaciones en París, ciudad que lo envuelve con su magia histórica, arquitectónica, artística en general, tan es así que siente un remanso de aire fresco entre tanta opresión por parte de su prometida quien además no lo valora, lo hace menos, lo hace a un lado, no lo incluye.
Entonces, en una ocasión de tristeza enorme, nuestro protagonista, sale junto con su soledad a caminar para perderse entre el candor y el romanticismo que París Ofrece. Y exactamente a la media noche un coche, un peugeot modelo de los años 20’s del siglo XX se detiene junto a él, sus pasajeros lo invitan a subir, él accede, ¿qué puede perder? Llegan a su destino, una gran fiesta de charleston y jazz, los invitados y sus nuevos amigos son ni más ni menos que Cole Porter (jazzista), Scott y Zelda Fitzgerald, (novelista y esposa), Ernest Hemingay (escritor y periodista), Gertrude Stein (poetisa), Pablo Picasso (pintor abstracto), Salvador Dalí y Luis Buñuel entre otros muchos clásicos de la época.
Resulta que Gil, cada noche sale a departir con todos ellos, a hacer amistad con todos sus ídolos y así encontrar en ellos un medio de escape lindo y romántico, un medio en el cual podría desahogarse de todo lo que le acongoja.
Woody Allen en esta ocasión nos ofrece una historia francamente deliciosas, escrito con exquicités, invita a toda la audiencia a admirar cada detalle de la ciudad luz, es muy rico hacerle honor a esa mote, qué padre anécdota donde el protagonista recobre la luz precisamente donde el arte obtuvo la suya durante el renacimiento, y que padre ver reunidos a tantos personajes entrañables.
Lamentablemente esta no es una cinta para todo el público o para las masas, no porque el autor se lo haya propuesto así, sino… hay que decirlo, los mexicanos no gustamos de las expresiones artísticas, no estamos familiarizados con nombre y obra de artistas plásticos, por tanto no se entendería en toda su magnitud de esta historia. No se entendería por qué la emoción de Gil Pender al convivir con todos ellos, no se entendería los temas de conversación, anécdotas o detalles que ahí se plasman.
Este trabajo aunque de gran surrealismo, no deja de tener las características clásicas de Allen, novias desesperantes controladoras, alter egos en el papel protagónico, locaciones y anécdotas citadinas.
Pese a todo, es recomendable muy ampliamente. No es una película de arte, sino tiene todos los elementos de cinta comercial, como ejemplo su elenco. En suma, a mi parecer y en general es la mejor de toda la temporada de verano 2011, claro, no se puede comparar los grandes efectos especiales contra un lindo paseo parisino, pero la historia, las actuaciones, la fotografía y la dirección lo merece.
MEDIANOCHE EN PARIS
(MIDNIGHT IN PARIS)
DIR. Y ESCRIBE: WOODY ALLEN
CON: OWEN WILSON, RACHEL MCADAMS, MARION COTILLARD, KATHY BATES
E.U.A., 2011
94 MIN.
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