jueves, 6 de agosto de 2020

I AM MOTHER

Como cuando la que te cría desde que eres un embrión es un robot.



No es la primera vez que en el cine desarrollan la teoría del desarrollo humano por seres NO humanos.

Es decir ¿el humano es capaz de sobrevivir por sí mismo bajo el resguardo de la naturaleza en la que se encuentra? ¿Cómo es que el  humano desarrolla su conducta? ¿Por aprendizaje? ¿Por imitación? ¿Por sí mismo y con la maduración de su cerebro?

Películas, cuyas historias son adaptaciones de la literatura, como Tarzán, El Libro de la Selva, El Gran Dinosaurio, abordan el tema de que el ser humano sí somos capaces de sobrevivir bajo el resguardo o crianza de otros seres vivos como los simios, los lobos, o un dinosaurio (claro, es sólo un cuento), pero finalmente somos seres sociales, buscamos inconscientemente la aprobación de nuestros iguales, y sobre todo la identificación y empatía con nuestros semejantes.

I AM MOTHER (Yo soy madre), va en este mismo tenor. He de serles sincero, en la primera parte, o mejor dicho el primer acto de la película me pareció que no iba a ningún lado; es sobre un robot dotado con esencia femenina, mejor dicho, con esencia maternal y con todo lo que implica, que está al cuidado de un almacén de embriones ya programados genéticamente para que se desarrollen con órganos femeninos o masculinos. Pero la cosa no queda aquí, como se trata de un futuro post apocalíptico donde la humanidad ha sido eliminada, existe la tecnología que permite crear bebés como si fueran palomitas de horno de micro ondas; vemos al robot encargándose de meter a un embrión femenino a una cápsula, que se  programa para funcionar durante 24 horas, tiempo en el que el embrión se "cocinará" para que al finalizar el tiempo vemos a una bebé lista para "nacer" e iniciar su vida.


Vemos entonces a la robot fungir el papel de mamá al alimentarla, vestirla, educarla académicamente, en principios morales, ética, conductas, pero además ofrecerle cariño, entendimiento, comprensión. La hija, al llegar a cierta edad casi de su madurez empieza a tener la natural curiosidad de conocer, de explorar el mundo, qué hay más allá de los muros donde supuestamente es la única ser humano en el planeta. A ella le surge la inquietud de saber si será la única, o habrá más humanos.


Al principio parece ser otro tratamiento interesante sobre la sobrevivencia humana, sobre las relaciones robot-humano, sin embargo, hay algo que no termina por convencerme, las decisiones que toma la hija no son concluyentes, la historia termina sin tomar partido por nadie, no permitiendo al público determinar si hay alternativas para pensar, analizar la postura de los personajes, del director y analizar.


Me dio la sensación de que el director se vio autoritario con su narrativa, con salidas fáciles tanto para le personaje de Hilary Swank y la del robot, sus finales fueron básicos a comparación de la trama que se estuvo entretejiendo entre ambas. Y la última escena, la última toma la dejaron abierta como para ¿una segunda parte?, porque ese final inconcluso no da pie para un debate de café entre amigos.

Yo lo que rescato de YO SOY MADRE es la teoría de ¿vamos a llegar al punto en que podamos programar a las computadoras para dotarlas de conductas pre fabricadas y simular sentimientos? En este caso fue una simulación de un robot comportándose como una madre, muy interesante, y esto se presta a buenas charlas entre amigos.


I AM MOTHER
Director:Grant Sputore
Guión: Michael Lloyd, Grant Sputore
Con: Clara Rugaard, Hilary Swank
Australia, 2019
hablada en inglés
113 min

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