Sonará muy cruel esto que voy a decir, pero es verdad, no ocultemos la verdad con un dedo. Esos familiares (sobre todo) que están postrados en cama, a una silla de ruedas, que desgraciadamente no se pueden valer por sí mismos SON UNA CARGA INSOPORTABLE.
Sin embargo es tan grande el amor que sentimos hacia ellos que no nos importará limpiarles "la cola" y cambiarles el pañal cuando se hacen del baño, hacerles de comer cosas especiales, alimentarlos en su boca, cargarlos para llevarlos hasta la regadera para darles un baño, hacer que se muevan para que no se atrofien sus músculos.
No estoy hablando de un recién nacido; más bien sobre gente adulta que por algún accidente, una enfermedad o la misma edad avanzada ya no les da para salir adelante en la vida. ¿Y si en una misma persona se conjuga tanto la enfermedad como la edad?
Desde mi infancia he visto varios casos, tanto muy cercanos, personales, como de vecinos o amigos, donde el cuidar de nuestros ancianos es algo muy complejo por todo lo que implica, amor, cariño, paciencia, esfuerzo, tiempo, espacio, dinero, cuidados. "Lo tenemos que" hacer porque es una obligación, se trata de nuestros seres queridos, de los que se sacrificaron por nosotros, los que vivieron en carne propia el dolor, sufrimientos, así como alegrías y optimismo por y para todos los que estuvieron a su alrededor.
Un abuelito, entrado en su octava década, le han detectado una enfermedad incurable por lo avanzado que se encuentra, ya no puede caminar, está ahí en la cama ver pasar los días y las noches, gente sale y entra de su habitación, sus hijos, sus nietos y bisnietos lo visitan. Las semanas transcurren, su cara se ha demacrado, el brillo de sus ojos lo ha perdido, trata de sonreír, no puede. Pero aún platica. Los meses pasan y definitivamente ese ser que fue algún día alguien fuerte y vigoroso hoy es un pedazo de humano. Imagínense todo lo que tienen que dejar de hacer o decir aquéllos que deben cuidar del abuelo ¿una hija? ¿un hijo? ¿el nieto? ¿la misma esposa? Cargarlo, limpiarlo, darle de comer, tantas otras actividades.
AMOR, del director de "El Lintón Blanco", Michael Haneke, trata exactamente este tema. El mismo director escribió la historia, lo hace de una forma tan poética en su narrativa, que provoca en el espectador identificación con el par de ancianos, el sufrimiento que están teniendo ellos día a día que pasa ambos se están consumiendo.
Georges (Jean-Louis Trintignant) y Anne (Emmanuelle Riva, la actriz de más edad en la historia de estos premios nominada al Oscar 2013 por esta actuación) son un par de octagenarios, músicos de profesión, viven cómodamente en su apartamento, plácida y tranquilamente. Una mañana común, estaban en el desayuno delicioso, platicando de su juventud cuando de pronto, ella se fue, es decir, sentada platicando con su esposo su mente huyó, su mirada se perdió, su cuerpo inmóvil, Georges le gritaba, le hablaba, ella no respondía, un rato después regresó. Fueron al médico, Anne a regañadientes porque le tiene mucho miedo. Le detectaron algo que debía ser operada con urgencia, desgraciadamente no salió bien del quirófano y quedó paralizada de la parte derecha de su cuerpo. Ya nunca podría valerse por sí misma, ahora su esposo tendría que tomar el papel, tal vez, más importante de su vida.
Por AMOR el anciano hará todo por su esposa. Pero por AMOR él sufrirá, derramará lágrimas internas porque debe estar siempre con fortaleza ante ella, vivirá tristemente. Debe cargarla, ayudarse a mover, ayudar a caminar, debe llevarla al retrete, sentarla, pararla, acostarla, bañarla, acomodarla, será testigo del deterioro de su esposa amada. Ella vivirá los dolores físicos insportables que la harán gritar, la desesperación de sentir que la llama de su vida se está acabando, el hartazgo de vivir así por el resto de sus días. Dos seres humanos que se comlementan uno a otro, la historia de dos personas como muchas en el mundo están viviendo los embates de la propia naturaleza.
La importancia de esta cinta es que todos tenemos gente cercana, amada y querida que están o estarán así tarde o temprano. Los estrasgos de la naturaleza caen en nuestra familia o amigos algún día. Voltéen a ver a sus padres, vean las fotos de sus abuelos, véanse a sí mismos dentro de 50 o 60 años, todos vamos para allá, Dios quiera que cada uno de nosotros tengamos a alguien a nuestro lado que nos ame tanto como para nunca renieguen de nuestro estado y cuiden de nosotros hasta nuestro último respiro.
AMOR
(AMOUR)
Director: Michael Haneke
Guión: Michael Haneke
Con: Jean-Louis Trintignant, Emmanuel Riva
Produce: Wega Film, Les Films du Losange
Francia, Alemania, Austria
127 min.
2012
Esta es una de esas películas que te pueden dejar sin palabras, provocar un nudo en la gargata si es que hemos pasado por una situación de un familiar muy cercano.
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