Es así como los directores de cine nos ofrecen trabajos que ellos mismos creen que fue lo que pasó documentándose desde distintas perspectivas y crear su propia versión de lo acontecido. Para el personaje de John Edgar Hoover fue un trabajo fuera de lo común, porque para Clint Eastwood, director de la cinta, no había documento fidedigno que pudiera comprobar lo que sólo existía en rumores, o historias de oídas. Ahora verán.
Edgar, como permitía que le dijeran las personas extremadamente cercanas a él, era un "hijo de mami", (Judi Dench), estaba sometido a las órdenes y opiniones de ella. Edgar siempre fue una persona amante de su patria, dispuesto a defender a su país desde el interior de todos aquellos que difirieran con sus sentimientos estadounidenses. Es por ello que trabajaba incansablemente desde el departamento de investigación.
Sin embargo la paranoia de invasión bolchevique de la que sufría y por tanto la entrega total por cuidar cada calle de Estados Unidos, que implicaba trabajo arduo, difícil y de tiempo completo, no estaba peleado con el amor infinito por su madre, siempre tenía tiempo para ella, y aunque era de una personalidad inquebrantable, también estaba dispuesto a violar su propia rectitud con tal de hacer caso a su madre en todo lo que le ordenara aunque no estuviera de acuerdo.
Hoover nunca se casó, permaneció soltero hasta el día de su muerte en 1972, en época del presidente Nixon, y durante todo ese período nunca se le conoció una mujer por la cual al menos se tuviera una pretensión seria. Si se le veía conversando con féminas, pero en lugares públicos y acompañado de más gente. Pero curiosamente con quien sí se le vio inseparablemente es con su amigo y brazo derecha Clyde Tolson (Armie Hammer), inclusive de vacaciones juntos y solos. Nunca se separaron hasta que la muerte se interpuso entre ellos. Así es, fuertes rumores por lo que se notaba, versaban sobre la sexualidad de Edgar.
J. Edgar fue quien organizó, creó y legitimó contra viento y marea, pero sobre todo contra las leyes de su propio país el F.B.I. Él tenía un sueño, para poder tener vigilado a su país desde cualquier punto de vista, era imperioso tener fichados absolutamente a todos los pobladores sin excepeción. Inclusive a sí mismo. En esas fichas poder tener toda la información posible como gustos, manías, parientes, amigos, vecinos, hasta con quién han tenido sexo y en dónde. Para ello se valió muchas veces de formas poco convencionales y legales, es por ello que buscó siempre el amparo de su gobierno. Así tuvo información demasiado íntima de la esposa de Roosevelt, los Kennedy o Luther King.
Es por ello que se dice que la información es poder. Imagínate todo lo que puedes hacer con los secretos de los demás, claro teniendo las pruebas en la mano. Podrías meter con una mano en la cintura a la cárcel a quien sea, o chantajear a quien quisieras.
Pero también serías la persona más temida pero más odiada. Es más ni tu familia confiaría en ti, estarías solo siempre, porque en nadie confiarías tampoco, por que conocerías de cerca la verdadera naturaleza humana: la traición, la bajeza, el odio, la hipocresía.
Tal vez a Hoover no le quedaron ganas de casarse ni de intimar con nadie volviéndose un personaje histórico misterioso, ya que cuando él murió se destruyó todo lo que a él se refería. J. Edgar es un personaje que a Leonardo DiCaprio le valió una actuación excelsa. En lo personal, he visto su evolución desde niño, es gratificante ver cómo crece conforme al tiempo y a su trabajo. A DiCaprio tal vez le falta perfeccionarse como actor, pero lo que sí ya alcanzó es la madurez histriónica y aquí no los restrega en la cara, como público nos podremos asombrar y hasta admirarlo.
Esta es una gran película desde el punto de vista del guión y de la dirección general, junto con el trabajo impecable de Di Caprio y sí vale mucho la pena verla. Aunque hay dos cuestiones en las que sí le resta bastantes puntos buenos, primero la edición, como se trata de una película de narración no lineal, es decir juegan con el presente y pasado y el pasado del pasado, no se entiende bien el salto de los tiempos, ya que narra la historia de Hoover durante los 48 años que estuvo al frente del poder; y segundo, el maquillaje no ayuda en nada a entender estos brincos, me extraña que Eastwood haya permitido esto, pero las máscaras que usan Hammer y Watts se notan invariablemente, parecen personas que sufireron de algún indendio, no tienen rasgos, parecen de plástico, no tienen expresividad no pueden ni siquiera gesticular con los labios.
Pero sí es buena película, que a pesar de que dura bastante, es tan entretenida que se va como agua.
J. EDGAR
DIRIGE: CLINT EASTWOOD
ESCRIBE: DUSTIN LANCE BLACK
CON: LEONARDO DI CAPRIO, JUDI DENCH, NAOMI WATTS
PRODUCE: IMAGINE ENTERTAINMENT, WARNER BROS PICTURES, MALPASO PRODUCTIONS
ESTADOS UNIDOS, 2011
140 MIN
Esta película, estuvo excelente salvo por las caracterizaciones tan de mostro
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