En este momento en que escribo
esta reseña ya vi dos veces Avengers Infinity War, inclusive en próximos días
la veré por tercera vez, me gustó tanto la película de los hermanos Russo que
no me cuesta verla tres, cuatro hasta cinco veces, con el riesgo de aprenderme
los diálogos. También, para este momento, medios internacionales como Rotten
Tomatos, Entertainment Weekly y demás, reportan que la película se convierte en
el mejor estreno en la historia del cine, al haber recaudado ya 630 millones de
dólares alrededor del mundo y sin contar a China que aún no se estrena.
No es para menos, el construir
durante 10 años un universo cinematográfico no significa la presentación y
conocimiento de cada personaje y villano, sino es la construcción de emociones
y sentimientos a través de la proyección que hacemos de nuestra personalidad
hacia cada uno de los personajes, de esta manera nos identificamos con cada
uno, en unas ocasiones menos, en otra más, en otras nada, así algunas personas
empezaron a tomar partido por Capitán América, otros por Iron Man en Civil War
(2016), así con todos desde hace 10 años. Muchos quisiéramos tener el martillo
de Thor, otros nos identificamos con la timidez de Banner, mujeres podrían
querer tener la agilidad de Natasha, y así sucesivamente con cada personalidad
y poder supra humano de cada personaje de Marvel.
Esto no es ningún spoiler, ya que
desde Iron Man 1 (2008) nos han venido contando de qué trata Infinity War:
existen 6 gemas de poder que quien las posea podrá ser el más poderoso de todo
el universo, Thanos es ese alguien que quiere adueñarse de ellas y las ha
estado buscando a lo largo de estos diez años, y lo que nuestros héroes deben
hacer, es impedir que este villano despiadado las logre reunir.
Son diez años de adoptar cada
personaje como parte de nuestra familia, o parte de nuestro círculo de amigos,
por no me extraña nada que el público aplauda efusivamente cuando aparece Stan
Lee con su tradicional cameo; no me extraña nada que ahora sí nadie,
absolutamente nadie, en ambas ocasiones en las que he visto la película, se
salga de la sala sino hasta terminar todos los créditos, cabe mencionar que en
todas las 18 películas del universo Avengers la mitad de la audiencia o más no
le importa la escena post créditos y se salen, en esta ocasión no.
Tampoco me extraña que al final
de la película, es más, horas y días posteriores después de ver la cinta, amigos,
familia y conocidos, platicando con ellos, sigan en shock, porque es una descarga
de adrenalina, porque es ver a tus amigos queridos ficticios todos juntos en un
mismo espacio llamada “pantalla de cine”, es como cuando llegan a tu fiesta
todos y a cada uno de los seres más queridos para ti y no sólo te están
trayendo su presencia sino vienen con muchos regalos y sorpresas, y como no te
los esperas desmayas de la emoción, gritas y aplaudes.
Aquí me estoy absteniendo de
contar detalles de la trama porque no voy a contribuir a todos esos spoilers y
haters en redes sociales que arruinan la emoción, y por ello es que hasta
crearon una campaña por parte de los directores “Thanos demanda tu silencio”
porque la película es una caja de sorpresas interminables. Y así seguiré en este
tenor. Pero lo que sí les puedo contar es que hacia la mitad de la cinta (que
por cierto dura dos horas treinta minutos), llegó a mi pensamiento la frase “¡Qué
película tan sofisticada!” ¡Vamos! ¡Claro que en la historia del cine han existido
producciones llenas de sofisticación en su nivel de actuación, en el guión, en
la fotografía, etcétera; pero a lo que me refiero aquí es que la sofisticación
se centra en que superó a todas sus predecesoras en su conjunto, es
inifnitamente superior en tecnología, en efectos visuales, en fotografía,
iluminación, texturas, vestuario, efectos especiales, no parece que los
escenarios estén hechos por computadoras, no parece que en las batallas estén
diseñados por un software, Thanos qué bien definido villano, el mejor escrito
tal vez para este tipo de películas, todos los super héroes tienen su peso en
la historia, ninguno se queda flotando sin su relevancia correspondiente, es decir,
es una cinta redonda por donde quiera que se le mire.
Por todo esto, me atrevo a decir
que es el gran acontecimiento cinematográfico del año.
AVENGERS INFINITY WAR
Directores: Anthony Russo y Joe
Russo
Guión: Christopher Markus y Stephen
McFeely
Con: Josh Brolin, Robert Downey
Jr., Chris Hemsworth, Mark Ruffalo, Chris Evans, Scarlett Johanson, Don
Cheadle, Benedict Cumberbatch, Tom Holland, Chadwick Boseman, Zoe Saldaña,
Karen Gillian, Tom Hiddleston, Paul Bettany, Elizabeth Olsen, Anthony Mackie,
Sebastian Stan, Idris Elba, Dave Bautista, Chris Pratt.
Produce: Marvel Studios
En ingles
Estados Unidos, 2018
149 min.
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