Un cineasta (director, fotógrafo, actor, diseñador, guionista, etcétera), es un artista plástico, como tal, en su obra de arte plasma mucha de su esencia, es decir, el conjunto de su alma, inteligencia y corazón. Toda película es concebida como el hijo que todo ser humano añoramos. Es lógico ver a estos creativos presumir, hasta por debajo de las piedras, al maravilloso "hijo que se ha engendrado". Sinceramente le aplaudo a Eugenio Derbez porque defendió su proyecto y no lo soltó durante doce años, ahora que lo tiene en sus manos sí tiene razón verlo hasta en la sopa presumiendo a su "NO SE ACEPTAN DEVOLUCIONES", porque en ella se ve impresa su esencia.
Claramente la película se defiende por sí sola, independientemente de si es exageradamente sencilla, que no es nada fuera del otro mundo, no es nada extraordinario, no viene a agitar "aguas" empresariales o industriales cinematográficas, sin embargo, es por esto su valía, porque es superior a infinidad de películas mexicanas de los últimos diez años que se jactan del entretenimiento puro.
Como público hay que saber diferenciar entre lo que es exitoso y lo que
contiene calidad, para todo lo que nos rodea. En verdad se los digo, estos
conceptos se pueden confundir y nada tienen que ver uno con otro. Sin embargo,
cuando “éxito” y “calidad” se mezclan los resultados son rotundos en algunos
casos, avasalladores en otros.
Es decir, un cantante, un actor, un músico, un escritor, un cineasta
¿para quién trabaja? Si es cierto, para sí mismo, pero el sueño de todos ellos
es mostrar su arte al mayor número de personas posible, compartir el esfuerzo y
sacrificio que significa, ¿no es así? Posteriormente, el espectador, habiéndolo
recibido, decidirá si le gustó o no, si es bueno o no.
En el caso concreto del cine mexicano, me he percatado que dentro de los
presupuestos que levantan los productores, prácticamente nunca consideran el
rubro de “relaciones pública y publicidad”, para que independiente mente si
está bien hecha o no la cinta, persuadir a la gran masa a que acudan a la sala
de cine a ver el trabajo cinematográfico. Curiosamente, cuando una película
mexicana tiene éxito inusitado es porque previamente se le crea polémica o trae
tras de sí una recolecta de premios alrededor del mundo (y a veces ni esto
sirve para que el mexicano se dé la oportunidad de acercarse a verla).
Conste que no estoy hablando del punto de vista empresarial, sino la
parte romántica que significa ser un artista, crear para el mundo, solamente.
Qué caso tiene realizar una cinta si estará enlatada, o peor aún: qué caso
tiene lanzarla a la cartelera si nadie se va a enterar que existe, no se le da
la promoción agresiva que se necesita para que el público. ¿Cómo quieren que se
le apoye al malamente llamado “cine mexicano” si nadie se entera que está en
exhibición?
Ahora le toca el turno a NO SE ACEPTAN DEVOLUCIONES del debutante como
director Eugenio Derbez. Es una cinta que a decir verdad tiene muchas
vertientes de las cuales tomarla, analizarla, adoptarla, desecharla, dejarla
pasar, o lo que queramos hacer con ella, lo que se nos venga en gana.
Mucha gente puede rechazarla por el barato argumento “es que sale
Derbez” o “es que la hizo Eugenio”, Televisa nos ha acostumbrado hasta al
hartazgo, hasta enajenarnos, que esa
persona sólo es capaz de realizar una comedia cuadrada, esquematizada y que no
hay cabida para más. Cachetada con guante blanco le da Eugenio Derbez a esa
empresa y a todos los detractores con esta cinta, porque NO ES MALA, vaya, ni
siquiera es MEDIANA, es una cinta que ROMPE con todo lo que se nos ha
acostumbrado hasta en el cine. NO es una historia aburrida, no es una historia
absurda, no tiene actores con anemia aparente al momento de actuar.
Claro, NO SE ACEPTAN DEVOLUCIONES, es un MELODRAMA, como al que le gusta
al latinoamericano, típica historia trágica, pero chistosa, pero de intriga,
pero de amor, pero de superación, pero de gente pobre, pero de gente rica, pero
cursi, pero fresa, pero familiar, pero con harto mensaje. Con esto que les
digo, parecieran los elementos perfectos para alejar a la gente en lugar de acercarla
a la película. Sin embargo, es un MELODRAMA acobijada por una gran planeación,
organización y perfeccionamiento. Es esto lo que hace que rompa con lo que
hemos venido viendo en el cine. Sí se nota el dinero invertido, en el tipo de
locaciones, en el decorado o diseño de arte, en el vestuario, en las escenas de
animación, en la fotografía, en el tipo y cantidad de cámaras utilizadas, en
los efectos visuales.
Pero no porque tenga una gran producción (para los estándares mexicanos)
signifique garantía de éxito, obviamente. Lo que sucede es que la historia, en
primer lugar no es pretenciosa, se nota que hubo gran ilusión, esperanza al
escribirla. ¿Esperanza de qué? Eso ya le competen únicamente a los guionistas y
a los productores. Por tanto, en segundo lugar, la historia no tiene gran
ciencia: se trata de un padre e hija que sientes amor desmedido uno por el otro
y ya. Como verán parece la idea para un capítulo de “La Rosa de Guadalupe”,
“Mujer Casos de la Vida Real”, pero se desarrolla en Acapulco y Los Ángeles
California, trata de inmigración ilegal, al mexicano no lo pintan como el
estereotipo norteamericano, como jardinero, albañil o recolector; el
descubrimiento actoral de la niña y objeto circunstancial de la historia,
Loreto Peralta tiene un “ángel” enorme, tiene mucha carisma y luz en su mirada,
de perfecto bilingüe, como muchos muchachos en Estados Unidos, hijos de inmigrantes,
por último, los que aparecen en pantalla son gente querida entre los latinos,
concretamente del mexicano: Eugenio Derbez, Alessandra Rosaldo, con apariciones
especiales de Jesús Ochoa, Alejandra Bogue, Karla Souza, Samy, Arcelia Ramírez.
En fin, NO SE ACEPTAN DEVOLUCIONES, sí tiene bastantes detalles
defectuosos, pero mínimos he imperceptibles para la mayoría, por tanto no vale
la pena hablar de lo malo que contiene, sino de los fenómenos que puede
provocar el tener un buen plan de publicidad, promoción y relaciones públicas.
De todo lo que hemos visto en el cine comercial nacional, esta se puede incluir
dentro de la lista de las películas que valen la pena en cuanto a calidad y
divertimento. Aclaro, no es la gran película que viene a cimentar nuevas
técnicas, descubrir otras, definitivamente no, pero si habla de perfeccionismo,
planeación y corazón, nada más.
NO SE ACEPTAN DEVOLUCIONES
DIR. EUGENIO DERBEZ
ESCRIBE: GUILLERMO RIOS, LETICIA LÓPEZ, MARGALLI, EUGENIO DERBEZ
CON: EUGENIO DERBEZ, JESSICA LINDSEY, LORETO PERALTA
PRODUCE: ALEBRIJE CINE; FULANO, MENGANO Y ASOCIADOS; PANTELION FILMS
MÉXICO, 2013
122 MIN.
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