LA "D" NO SE PRONUNCIA
Cuando se trata de escribir y dirigir sus propias cintas, Tarantino sí que se luce. Si Stephen King es “el amo del terror”, en lo personal Tarantino es “el amo de la violencia”.
Es que este director de cintas como Perros de Reserva, Pull Fiction, Kill Bill (Vol. 1 y 2), Bastardos Sin Gloria, maneja de una manera tan elegante la violencia que te mantiene al filo de la butaca todo el tiempo, los cuerpos cercenados, o si no, en el más ligero de los momentos, la “salpicadera exagerada de sangre” no son más que pincelazos en el lienzo del cine para exaltar escenas, emociones o circunstancias.
Menciono que la violencia de Tarantino es elegante por dos aspectos. Primero, hay filósofos que sostienen que el ser humano es violento por naturaleza, nacemos, al parecer, con el gen de la maldad, es sólo que dependiendo del círculo en el que nos desenvolvemos desde el día uno de nacimiento hace que quede atrapado ese gen o florezca sin ningún límite. Aquí el segundo punto, “la burra no era arisca…” los personajes de Quentin no son violentos sólo porque se les antojo matar a alguien, o que se les antoje la sangre.
Todo lo contrario. Tiene que ver muy estrechamente con el origen de todos los sentimientos: el corazón y el amor que de ahí emana. Todos sus personajes que buscan venganza, que tienen sed de muerte, es por el odio a esas personas que le han causado un daño a sus seres queridos o a sí mismos.
Si la Novia en Kill Bill deseaba venganza porque la mafia irrumpió en la iglesia en el momento de su boda, matando a todos los presentes, desapareciendo a su hijo no nato, en Django sin cadenas el motor que lo empuja es el odio por los terratenientes que osan maltratar, esclavizar a la gente de raza negra, sobre todo odio por la tortura y venta de su esposa, de lo cual Django fue testigo de cada atrocidad.
Jamie Foxx es un “negro” comprado y liberado por el Dr. King Schultz (Christoph Waltz) que es en realidad un caza recompensas. Este doctor compra a Django para que lo ayude a capturar a una tercia de hermanos perseguidos por la ley y como el doctor no los conoce físicamente y Django entonces le pide ayuda. El Dr. Schultz odia esas ideas de esclavismo sureñas estadounidenses por ello es que le da su libertad de inmediato, dejando que elija su propio vestuario, le permite montar a caballo, así nace poco a poco una linda amistad, por su puesto, nuestro protagonista no pierde de vista su máximo objetivo ir en busca de Broomhilda (Kerry Washington), su amada, rescatarla, liberarla.
Aquí lo valioso de esta cinta, como en las demás del director, son esos diálogos poderoso, contundentes que dejan entre ver la magnitud de oscuridad que hay en la gente, la doble moral, la hipocresía, la mentira cínica, y que a pesar de los lugares y los tiempos, como seres humanos somos la misma miseria, no evolucionamos ni un poco. Seguimos estando en el mismo estado salvaje, como si en verdad se confirmara que somos violentos por naturaleza. Aunque a decir verdad, de repente en esta cinta, Tarantino se engolosina con algunas escenas y diálogos que poco favorecen la historia, haciéndola de pronto aletargada. Pero esto no quita que sea una muy buena y altamente recomendable película.
DJANGO SIN CADENAS
(DJANGO UNCHAINED)
DIRIGE: QUENTIN TARANTINO
GUIÓN: QUENTIN TARANTINO
CON: JAMIE FOXX, CHRISTOPH WALTZ, LEONARDO DI CAPRIO, SAMUEL L. JACKSON
PRODUCE: WEINSTEIN COMPANY, COLUMBIA PICTURES, BROWN 26 PRODUCTIONS
E.U.A. 2012
167 MIN.