Es comprensible que en México no tengan la relevancia merecida las películas que tratan del viejo oeste estadounidense. Y es que las historias de vaqueros no son sobre pistoleros, duelos, balaceras, alguaciles y cantinas. Las historias de vaqueros se tratan de estilos de vida, de ideologías, de usos y costumbres de la vieja vida rural de aquél país.
Desgraciadamente no tiene la relevancia debida porque el público mexicano se puede perder de historias de historias intrigantes en lo individual como en su conjunto, donde cada personaje trae arrastrando una psicología ruda, endeble de aparente complejidad como la vida misma.
Entonces, estas no son películas de acción, de violencia extrema, sino más bien son historias de involucramiento con cada una de las vidas ahí plasmadas, entenderlas y acompañarlas hasta su último respiro, sentirlos, respirarlos, leer sus mentes, anticiparse a los hechos y conocer porqué sus gesticulaciones, sus acciones, y sus palabras. Darse la oportunidad de dónde vienen y vaticinar hacia dónde se dirigen en pensamiento y obra.
Ejemplo de estas historias, Los Imperdonables, Los Siete Magníficos, Brokeback Mountain y la hoy disponible en cartelera Temple de Acero a la cual me quiero avocar en esta ocasión.
Mattie Ross (Hailee Stenfield) Es una muchachita de 14 años a quien por desgracia cayó muerto en un pleito de cantina y todo por calmar la riña y defender a quien terminó por ser su propio asesino, Tom Chaney (Josh Brolin, Sin Lugar para débiles 2007). Ella asume la responsabilidad de todo lo referente al reconocimiento del cuerpo, los trámites necesarios, y ninguna lágrima o un rastro de dolor pese a que lo quiso mucho.
Pero su temple hace que tome el gran valor de buscar a alguien capaz de perseguir, capturar y matar al asesino de su padre. Después de indagar encontró a la persona perfecta, Rooster Cogburn (Jeff Bridges, Tron El Legado 2010, Corazón rebelde 2009) un marshal, comisionario dispuesto a aprovechar cualquier oportunidad para ajustar cuentas con sus antiguos y fugitivos enemigos independiente de las recompensas. Es un hombre frío para con los demás pero sobre todo para sí mismo, toma actitudes drásticas como si no le doliera su propio sufrimiento o el peligro en el que se puede encontrar inmerso. Decisiones precisas e inmediatas para actuar son su arma más letal.
Es una historia de cierres de ciclo mediante las venganzas que tienen en común una niña sostenida por el odio y un señor deseoso seguir con su vida en otros ámbitos pero sólo el orgullo lo guiaba hasta alcanzar el fin último.
A través de esta historia árida como áridos sus personajes nos transportan a los pensamientos más íntimos de la gente de esa época. Y es una muy buena muestra de la clase y tan extraordinaria actuación de Jeff Bridges no cabe duda que se ha convertido un maestro de la actuación, todo aquel que se jacte de ser actor, una empapada de sus trabajos no les caería nada mal.
Muy buena elección para disfrutar un trabajo impecable de los hermanos Cohen (Un Tipo Serio, 2009, Quémese después de leerse 2008, Sin lugar para los Débiles 2007), los mismos que realizaron
Temple de Acero
(True Grit)
Director y guionista: Ethan Cohen, Joel Cohen
Actores: Jeff Bridges, Matt Damon, Josh Brolin
E.U.A.
2010
(Nominaciones al Oscar entre Pelicula, Director, Actor, Actriz de reparto)
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