EL DISCURSO DEL REY

Al hablar de reyes, de cualquier parte del mundo, de cualquier momento de la historia de la humanidad, se nos viene a la mente esas figuras míticas, soberbias, estrictas, rectas, indelebles. Gente con mucho poder sobre el pueblo y estechamente aliada a la iglesia. Los reyes son aquellos que por sus actos han marcado pautas para muy diversas circunstancias históricas a beneficio del pueblo o en contra del mismo. Las decisiones que han tomado son las que los marcan para siempre y más allá de su vida.



Ahora bien, Tom Hooper ha elegido plasmar en cine un fragmento de la vida del rey de Inglaterra Jorge VI, el cual se destaca por la parte más humana de un personaje tan importante y grande para ese país como lo es la figura monárquica. Esta parte tan íntima en la vida del rey aunque no lo pareciera pudiera afectar directamente el rumbo de la nación la cual está al frente. Y es así que Hooper, director también de la interesante e intrigante mini serie para Tv "John Adams" (que por cierto pueden seguir todos los domingos por canal 22 de conaculta a las 9 de la noche), nos entrega la cinta El Discurso del Rey.

¿Entonces qué parte de la vida de Jorge VI muestra?

La historia inicia cuando su padre, el Rey Jorge V (Michael Gambon, Harry Potter) se encuentra en el trono y le encomienda a su hijo Alberto Duque de York (Colin Firth, El Diario de Bridget Jones, Mamma Mia) emitir un discurso ante una multitud en un evento cultural en 1934. Desde el primer intante, desde la primera aparición en pantalla del duque podemos percibir (aunque no dice palabra alguna) su nerviosismo, su pánico por el hecho de hablar en público; y peor aún, podemos sentir lástima por él al no poder decir su discurso, al no poder ni siquiera hilar la primera frase.

Y así va toda la cinta, es una lucha constante de él mismo contra él mismo. Lo que pasa es, el hombre desde du infancia siempre fue una persona tímida, renuente a asumir responsabilidades grandes, su carácter nunca lo ayudó en mucho pese al apoyo y cariño que su padre le tenía. Es más, conforme al paso de la cinta, yo me pregunté ¿cómo fue entonces que se casó con Isabel (Elena Bonham Carter, Alicia en el País de las Maravillas, Harry Potter)?

Con ayuda de su esposa pero sobre todo del terapista al que contratan Lionel Logue (Geofrey Rush, Letras Prohibidas) es como sale adelante ante él mismo pese a su pesimismo.

Hooper, como director, tiene el tino de fotografiar a Colin Firth con close ups, pero dejando aire a su izquierda, teniendo de fondo tapices muy garigoleados, cada vez que habla de sí mismo y de sus sensasiones, es como si se perdiera en la inmensidad de la nada, compleja a la vez, como si la nada que es todo un mundo lo atrapara y no pudiera escapar, como si no tuviera alternativa. Su mirada, su voz temblorosa, su posición corporal, delatan a un hombre débil, miedoso de dar cada paso en su vida.

El Discurso del Rey es una biopic (película biográfica) más en el catálogo, sin embargo esta se caracteriza por no tratar de hechos históricos que podamos leer en cualquier libro escolar. Sino lo que pocos logran retratar sin caer en cuestiones fársicas o paródicas, vida íntima, muy personal y psicológica de los protagonistas.

Está nominada a mejor película, actor, actriz, actor de reparto, guión y otros, en los premios de la academia estadounidense. No es, a mi gusto la mejor película de la vida, pero sí trae cuestiones muy interesantes, como lo es la fotografía y el guión mismo, y la verdad, es que Colin Firth sí es el mejor actor que vi en el 2010. Ésta, según los críticos, es la favorita junto con Red Social. Ya veremos si gana el sitio web (tan grande como un país) o el rey tan tibio como su régimen europeo.

El Discurso del Rey
(The King's Speech)

Director: Tom Hooper
Guión: David Seiler
Actuan: Colin Firth, Geofrey Rush, Elena Bonham Carter
Estados Unidos
2010
115 min