domingo, 30 de enero de 2011

PARA VOLVER A AMAR, hay que valorarse uno mismo.

Como ejemplo de que en México sí se pueden hacer las cosas de manera inteligente, con ganas de superarse a sí mismos. Con ímpetu y ganas de triunfar. Con buen gusto y compartirlo con el público. Es la telenovela PARA VOLVER A AMAR. Sinceramente esta producción merece una mención especial.

Porque no todas las telenovelas son sobre historias de amor son sobre “príncipes y plebeyas”, “Romeos y Julietas”, llegó a su fin un producto televisivo de gran éxito, sí por su rating, pero más bien traducido por el trabajo final que resultó ser la producción en general de Roberto Gómez Fernandez y Giselle González; desde la dirección de escena, de cámaras, pasando por el libreto, la adaptación, la escenografía, los parlamentos y por su puesto el elenco. Todo fue de una calidad superior a todo lo que existe en las televisoras nacionales. Esto es PARA VOLVER A AMAR.




Esta telenovela merece especial mención y atención ya que fue la “Lily de los Monsters, a pesar de ser la bonita, la normal, fue el patito feo de una familia de horribles monstruos”. Y es que desde la preproducción, Televisa no apostó por ella, al no darle horario estelar, al censurarla en algunas de sus historias. Sin embargo, pese a todo, obtuvo muchos puntos de rating venciendo el mito de la hora vespertina.

Pudieron abordar temas fuertes a ojos de las “buenas conciencias”, grupos de personas que dizque cuidan “las buenas costumbres y la moral” de la sociedad mexicana a través de los medios. Los temas que se abordaron son: las familias disfuncionales, el cáncer de seno con todo y extirpación de seno y los problemas conyugales que acarrea; la prostitución; la desobligación paterna; la inmigración ilegal; la violencia intrafamiliar; la violencia física y emocional contra las mujeres; el dolor de los hijos por problemas de sus padres; la homosexualidad y no la aceptación; la violencia verbal laboral; la competencia violenta femenina en contra del sexo masculino; madres prostitutas; la superación personal y laboral femenina; la codependencia materna; hombres muy sensibles sin perder virilidad; hombres machistas; entre otros tópicos actuales que le atañen a la sociedad mexicana y su idiosincrasia; tratados de manera interesante e imparcial; puesto que nunca cometieron el error de ser una telenovela regañona, sino que siempre plantearon los distintos puntos de vista para cada problemática.



Desde el inicio de la telenovela y al paso de los días, poco a poco se incrementaba el nivel de audiencia y en la opinión pública. Fui testigo de charlas favorables a favor de este producto en el metro, en la calle, en la familia. Es decir, se convirtió en un éxito en todos los sentidos, mismo que jamás imaginó su propia empresa.



¿Pero qué tiene de extraordinario PARA VOLVER A AMAR, que finalmente su televisora le hace un reconocimiento transmitiendo el FINAL en domingo? Aquí algunos elementos que a mi consideración le valieron para mantenerse en el gusto del público.


“Para volver a amar debo sentir que vivo y no andar huyendo” versaba la canción del mismo nombre, interpretada por Kanny García. Esta fue la línea argumental, la cual significa que para poder amar a alguien, sea quien sea, (maridos, hijos, parientes, novios, novias, amigos, quien sea), tenemos que empezar por uno mismo, aceptarnos como somos, sin vergüenza, sin miedos, enorgullecernos de nosotros mismos, amarnos a sí mismos, psicológica y emocionalmente. Absolutamente todos los personajes de de la historia, tuvieron que pasar por muchas duras pruebas, desgraciadamente, como en la vida real, no todos logran entenderlo.



A partir de aquí, cada personaje fue delineado como un ser humano. Con tantos defectos como virtudes. Los cuales, como en la vida real, pueden cometer aciertos y errores para consigo mismos como con la gente que les rodea; el objetivo es ver si aprenden a emendar o ser constantes en la vida. Los protagonistas y los antagonistas, ni eran tan buenos ni eran tan malos, todos tenían muchos matices como cualquier persona.



Los directores de escena, de cámaras, y de producción. Realizaron un trabajo en el cual recrearon la vida cotidiana de la gente de la vida real. Se notó que son gente con experiencia en teatro y cine, puesto cada gesto, cada movimiento, de cada actor y extra, era perfectamente medido para no entorpecer o minimizar las escena por cortas que fueran, todas tuvieron su importancia debida; combinado con un juego de cámaras cuidadosamente colocadas para capturar el rostro cuando debían hacerlo; o seguir a cada actor en travelings sin tropezarse; aderezados con escenografías lejos del cartón y el unicel, cada detalle, cada accesorio fue válido para el modo de vida de cada quien. Estos tres elementos, siempre bailaron como en una pieza de vals, todos en armonía, cada quien en su posición, cada quien sabiendo qué hacer y cómo hacer, intuyéndose, sintiéndose.



Los actores. Hubo una combinación perfecta. Ni todos son actores consolidados, ni todos son del CEA (Centro de Educación Artística de Televisa) de hecho muy pocos. Pero eso sí, las seis parejas protagónicas son actores que han pasado por trabajos escénicos de todo tipo, teatro, cine, documentales, televisión, comerciales o independientes, así es que tienen muy dominado el oficio para poder dar réplica a los compañeros, para apropiarse y sentir en cada poro la psique de sus personajes, improvisar cuando lo amerita y no repetir un sin número de veces una misma toma, ya que no usaron apuntador, todo fue de memoria. Los actores que llevaron la línea de toda la historia son: Alejandro Camacho, Rebeca Jones, Jesús Ochoa, Juan Carlos Barreto, Zaide Silvia Gutiérrez, Sophie Alexander, Nailea Norvind, René Strickler, Alejandra Barros, Mark Tacher, África Zavala y Flavio Medina.



Finalmente, les puedo garantizar que este producto televisivo mexicano, ha sido ejemplo vivo de que sí se pueden hacer las cosas excelentemente bien, en materia de medio s de comunicación. No estoy diciendo que PARA VOLVER A AMAR es LOS MISERABLES de VICTOR HUGO, pero sí les admito que la telenovela fue un oasis, un paraíso entre tanta telebasura. Un descanso entre tanto estrés, un respiro de aire limpio entre tanto smog que existe en pantalla nacional. Si no la llegaron a ver, cuando tengan la oportunidad de rentarla, comprarla, háganlo, es un dinero bien invertido.



Y no lo olviden. Si lo que más desean en el mundo es encontrar el amor, entonces primero reconozcamos nuestro errores, luego ámense a sí mismos para poder dar amor al más mínimo ser de este mundo. El cómo hacerlo, depende de cada uno, y de la vida que hemos elegido vivir.

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