Esta semana vi de nuevo La Bella y La Bestia (1989) de Disney. Y en el primer musical de la cinta, Bella menciona que la parte favoritas de los libros es "cuando ella encuentra amor al fin, en un gallardo príncipe, y ella lo descubre hasta que llega al final", además de que ella "quiere más que vida provincial" tener aventuras insospechadas qué contar(sic), y de eso se trata la historia, conoce a alguien deforme físicamente, muebles que hablan, un hechizo, un amor imposible (en apariencia).
El número muscial al que me refiero es este:
Entonces recordé algo que le escuché decir a Salvador Mejía productor de telenovelas como La Usurpadora, Corazón Salvaje, El Triunfo del Amor. Él dijo en una entrevista hace unos años para canal 4, "una telenovela siempre se trata y se tratará del amor, porque el público es lo que siempre busca ver, la historia de amor, al principio imposible pero después de todo triunfará"(sic). Es decir, las telenovelas deben de tratar de lo que dice y quiere Bella en su canción.
Esto es indudable. Es más hasta lo apoyo. El asunto es que todo depende de cómo se cuente. Recordemos que el amor no sólo se da entre dos personas jóvenes y solteras. Si no también entre personas mayores, ancianos, niños, adolescentes. De un hijo a sus padres, de los padres a los hijos, entre hermanos, entre familia, entre amigos, de un alumno a su maestra. Entonces pregunto: ¿por qué no arriesgarse a escribir y producir otro tipo de historias?
Una persona de a pie como usted o como yo, preguntaba a Álvaro Cueva en su Alta Definición, ¿por qué se siguen haciendo telenovelas donde la chica pobre se enamora del galán guapo y rico? La respuesta: porque al público, por increíble que parezca les sigue pareciendo sensacional (sic). Entonces me detuve a recordar las últimas telenovelas de ambas televisoras, así como las películas. En realidad las protagonistas actuales hay una variante muy importante en comparación de las de décadas pasadas, YA NO SON TONTAS, sí humildes, sí pobres, pero sonsas jamás. En PARA VOLVER A AMAR, Yorlei es pobre pero con el arquetipo de superación por su inteligencia y tenacidad. TERESA es pobre pero arrivista, LA LOBA pobre pero audaz, observadora, pensante. Ahora bien, pensando en telenovelas de antaño, LOS RICOS TAMBIEN LLORAN, ROSA SALVAJE, SIMPLEMENTE MARIA, MARIMAR, ESMERALDA, MARISOL, todas ellas tontas, sumisas, pobres, pauperrimas, hambrientas, pero eso sí, bien maquilladitas.
Pienso yo, que el problema de los productos nacionales televisivos radica en el "valemadrismo mexicano" en el "ahi se va", todo por hacerlo a las prisas por salir al aire por compromisos con los clientes anunciantes, no ofrecen programas dignos a un público digno, que somos todos los mexicanos.
Aunque por otra parte, obviamente importante y muy notorio, hoy en día a las televisoras les tiembla la mano abordar temas reales, con lenguaje real, con actuaciones reales, y para complacer a un puñado de gente que pretenden regir la moral y pensamientos de la sociedad, se acobardan y no dan pie a productos de alta calidad. Por ejemplo, CUNA DE LOBOS, LA CASA AL FINAL DE LA CALLE, VIVIR UN POCO, IMPERIO DE CRISTAL, GUTIERRITOS, PARA VOLVER A AMAR, donde sí se aborda con gran literatura, sentimientos y problemáticas amorosos, de odio, de intriga, policiacos, de misterio, de superación, que le impulsa al público a formarse sus propias conclusiones a involucrarse y opinar.
Hablando de GUTIERRITOS, telenovela de los años 60's, con Rafael Banquells, María Teresa Rivas y Mauricio Garcés, hace poco televisa transmitió un fragmento la cual me dejó boquiabierto, no por otra cosa sino porque ¿por qué les tiembla la mano a los escritores (televisoras) para escribir y dirigir escenas e historias de tal magnitud, si la moral de aquélla época era mucho más cerrada que la que existe en el 2011, o eso se supone?
La escena a la cual me estoy refiriendo es sobre el enfrentamiento de los hijos de Gutierritos, contra su propia madre, juzgándola, condenándola a una soledad indefinida. Esto como consecuencia de lo mala madre y esposa que siempre ha sido, y después de que su padre ya no está entre ellos, prefieren vivir con un pariente a seguir compartiendo el mismo techo que su madre, ya que ella no se lo merece. Bueno poco faltaba para que la escupieran. Y la historia justifica muy bien los actos de estos adolescentes, ya que vivieron en carne propia el dolor y el sufrimiento causado por la madre, y si ésta no tiene la humildad de arrepentirse (porque así es el personaje), no hay más final coherente que el de esta escena.
El nivel actoral es melodramático, para nosotros risorio, en lo que quiero que se centren en la escena es en la historia, ya que eso es a lo que me estoy refiriendo:
No olvidemos que ante todo somos seres humanos, mas no dioses o divinidades para enaltecerlos sin justificación aparente. Hoy en día la figura de la madre es intocable, no puede tener defectos, ni imperfecciones, ni nada malo que dañe a los que le rodean, mucho menos a su familia. Gravísimo error. Ya que una madre es ante todo una mujer, como tal es ser humano por ende, tiene defectos que puedan afectar hasta ella misma. Pero no por eso significa que la ataquemos. Si no mostrar que todo acto tiene un efecto. Sea quien sea. Todo lo que sembremos cosecharemos.
Hay otra escena, de la cual fui testigo de grandes actores, cuyo trabajo fue impecable. En PARA VOLVER A AMAR, Jaime (Juan Carlos Barreto), es un señor alcoholico, macho y machista, atenido a su madre, doña Conchita (Magda Guzman), desesperante, violento, parásito de la sociedad, golpeador de mujeres. Su esposa (Alejandra Barros), lo ha abandonado después de varios años de golpizas propinadas por él, no tiene trabajo, el alcohol lo tiene atrapado, su madre le consecuenta todo, no tiene dinero, obsesionado con su ex esposa, ya no razona. Su desesperación por recuperar a su ex mujer, lo ha llevado a deshacerse de su madre encerrandola en un asilo y vender la casa de ella, y al no poder conseguirlo, borracho, cegado de furia, golpea sin piedad a su madre.
Sí lo sé, y creo que todo aquél que lea este blog, tenemos la fuerte convición de que NADA JUSTIFICA QUE UN HIJO MALTRATE A SU MADRE, mucho menos que le pegue. Pero en la vida real existen este tipo de personas y no podemos cerrar los ojos ante ello. Psicológicamente hablando, Jaime iba directo a actuar de esa manera como una locomotora desvocada, imparable.
¿Pero finalmente qué estamos presenciando? Simplemente son historias, es televisión. En ningún momento se promueven estos actos, NO, nos están diciendo: vayan y maltraten a sus madres. Yo creo que hoy, por eso les tiembla la mano, porque ese grupo de personas que cuidan el contenido de los medios, confunden ficciòn con realidad, confunden el papel social de los medios (ventana de la realidad mediante el entretenimiento inteligente), con la imposición social de los medios.
Y es por ello que la televisión mexicana se ha quedado estancada en simples llanas, planas, burdas y ambiguas sobre el amor. Las telenovelas NO necesariamente deben tratar pura y enteramente sobre el amor imposible entre dos personas, y tampoco necesariamente deben tener de manera forzosa un final feliz, en los 50 años de la tv ha quedado demostrado. Gracias a Dios que existen muy buenos programas, escondidos o poco o nada promovidos por ahí que vale la pena destacar. Pero esa... es otra historia.
Felicidades Axvel! Ten por seguro que le daré difusión, un abraxo!
ResponderBorraredge