martes, 13 de abril de 2010

El Imaginario Mundo del Doctor Parnassus

 


La lucha entre el bien y el mal siempre será la premisa de muchas e incontables cintas. Sin embargo el riesgo de tratar este tema radica en el hecho de caer en el cliché si no se sabe explotar de una manera novedosa, arriesgada, tal vez hasta experimental. Terry GIlliam (12 Monos, 1995) como bien nos tiene acostumbrados a su cine de exploraciones humanas, toma una vez más el bien y el mal desde el punto de vista del interior humano.


Doctor Parnassus (Christopher Plummer, La Novicia Rebelde 1965), es amo y señor de un espectáculo ambulante, callejero, pobre, austero, viejo, llevándolo desde una feria hasta el estacionamiento de un mini súper. Sus compañeros de viaje y trabajo, su hija Valentina (Lily Cole), Anton (Andrew Garfield) eterno enamorado de Valentina, y el fiel, sarcástico, malhumorado, irónico compañero de Parnassus, Percy (Verne Troyer, Austin Powers). Todo parece tan normal, dentro de su sub mundo, de la pobreza, alejados del resto de la gente, marginados, como cualquier pordiosero en la calle. Lo que nadie sabe es que dentro del espectáculo sucede algo muy peculiar, concretamente con un espejo que ellos poseen.



Parnassus es adicto a las apuestas, no lo puede evitar. Una vez más volvió a apostar, nada más ni nada menos que con el Diablo. Tan soberbio el Dr., tan seguro de sí mismo de la victoria no cantada, apuesta el alma de su propia hija. Para salvarla, llevar a cabo por centésima vez otra apuesta. El mismo reto de siempre: encaminar equis número de almas ya sea hacia el Diablo o hacia el Dr., el primero que lo hiciera gana. Si Parnassus perdiese el reto, el Diablo se apoderaría del alma de Valentina.


Como ángel caído del cielo llega a la vida de este grupo Tony (Heath Ledger, Brokeback Mountain, 2005) y como tal juega un papel preponderante en la vida de todos ellos, en el auxilio de Parnassus, en la madurez de Valentina. Tony es una especie de ángel que los guía a ellos y a aquellas personas que visitan El imaginario mundo del Dr. Parnasus, éste se encuentra precisamente atravesando el espejo, y consiste en mundos insólitos, fantasiosos, raros, extraños, espectaculares, aunque finalmente esos mundos no son más que la mente de cada uno, dentro de la cual al acecho está el Diablo interviniendo con trampas y tentaciones; además Parnassus, que les ofrece siempre una opción distinta pero clara y honesta de vida, de forma de ser; es así entonces que se convierte en una lucha no del bien contra el mal, sino de nosotros mismos contra nosotros mismos. La capacidad de elección sobre nuestra propia vida. Qué camino elegir.



Recordemos que Ledger dejó inconclusa su participación en esta cinta a raíz de su muerte en el 2008, por tanto es muy interesante, hasta un tanto morbosa, ver cómo Gilliam resolvió el problema de concluir su personaje de manera lógica. Y para ello no sólo llamó a uno, sino a tres actores que interpretan el mismo personaje de Ledger, Tony, y cómo es que Gilliam justifica estas intervenciones, además de poder lograr que los tres posean la misma entonación que Ledger le dio a Tony. Ellos son Johnny Depp, Jude Law y Colin Farrell. Una propuesta interesante como las que nos tiene acostumbrados Gilliam.

Es francamente notorio el crecimiento actoral que venía experimentando Ledger, y que aún seguiría madurando. Gilliam, por su parte, sabe retratar y hacer tangible lo que la gente tiene dentro de la mente, un viaje, una exploración de lo insospechado, hace uso de tantos elementos como le es posible. Pero siento a mi parecer que le faltó exigir a los personajes, mediante el guión, una autoevaluación más reacia y no quedar solo en la satisfacción que puede darnos una introspección mental. Y sin embargo, la cinta navega por sí sola, es buena en sí y por sí misma.



EL IMAGINARIO MUNDO DEL DR. PARNASSUS

(THE IMAGINARIUM OF DOCTOR PARNASSUS)

CON: CHRISTOPHER PLUMMER, HEATH LEDGER, JOHNNY DEPP, JUDE LAW, COLIN FARRELL Y LILY COLE.

DIR. TERRY GILLIAM

EUA., 120 MIN



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