¿Steven Spielberg dio el viejazo
o su corazón y su espíritu perdieron jovialidad? O ¿qué está pasando? De lo que
estoy seguro es que una persona, cuando tiene 71 años, como este director de
cine, la edad no es pretexto para seguir siendo jovial. Esto lo digo a colación
de su película más reciente y nominada a varios Oscars 2018 entre ellos a mejor
película y actriz.
Me da la impresión de que el
guión no está definido, es una historia rosa, una película bélica, una cinta de
intriga política, un thriller, una chic flick, un documental, ¿qué es? Por más que
lo analizo, más caigo en la cuenta de que es un champurrado. Haciendo una
analogía, The Post es una flota naval cuyos tripulantes van con grandes bríos
en busca del éxito rotundo, pero que a los 10 metros de haber zarpado todas las
naves naufragan estrepitosamente dejando sola a aquélla que ocupan Meryl Streep
y Tom Hanks, allá van los pobrecitos, solos, tratando de llevar lo que queda
del barco o de la película a un buen puerto.
¿Pero entonces por qué está
nominada a mejor película? Recordemos que como industria lo importante es retornar
de cualquier manera la inversión, al nominarla es como un empuje para ella, y
si mencionan que la encumbrada e idolatrada Meryl Streep encabeza el reparto,
también nominada, el público acudiríamos a las salas para verla a ella.
The Post inicia con escenas de
acción, desde el campo de batalla en Vietnam en 1966 para después convertirse
en una cinta de espionaje, pasando a una historia de semblanza narrando la vida
empresarial de Kay Graham (Meryl Streep) como dueña del periódico, al mismo
tiempo que se cruza la historia cotidiana e irrelevante del periódico The
Washington Post, para este entonces la cinta se volvió en algo sumamente
aburrido, aletargado, insulso y sin chiste. Sin embargo, la cinta cobra fuerza
y relevancia cuando en la historia, a Ben Bradlee (Tom Hanks), el editor del
diario, le llegan unos documentos que revelan que Estados Unidos tenía perdida
la guerra en Vietnam y por ciertos intereses les convenía mantenerla los más
años que se pudiera, la dicotomía es entonces ¿se publican con el riesgo de que
el gobierno censure al diario y enviar a la cárcel a Kay y a Ben? ¿o mejor
abstenerse para conservar a los banqueros que se animaron a invertir en el periódico
días antes?
Y es aquí, cuando la película por
fin tiene relevancia, despertando (literal) el interés del público cuando, se
acabó. O sea, ¡qué chafa!
No es gratuito el que no está considerada
para el reconocimiento de la academia de cine de Estados Unidos como mejor
guión o director, o maquillaje, o vestuario, nada más que los que ya les
mencioné. Seguramente no quisieron dejar pasar desapercibida esta película porque
de alguna manera intentan hacer una crítica a su propio gobierno y ocultar sus
acciones tan escandalosas como el hacer guerras innecesarias a costa de mieles
de vidas inocentes. Una especie de “recargón” al gobierno actual.
Pues, ¿a qué se debe que diga que
Spielberg ya dio el viejazo? Porque sus últimas cintas no son nada divertidas, porque
aunque toque temas humanos y profundos, siempre nos mantenían al borde de la
butaca o no nos permitían ni siquiera parpadear de lo interesantes y entretenidas
que resultaban ser sus trabajos como El Imperio del Sol (1987), La Lista de
Schindler (1993), Rescatando Al Soldado Ryan (1998), entre otras; pero lo que
son por ejemplo Caballo de Guerra (2011) que estuvo al borde del aburrimiento,
pero la libra, Lincoln (2012) e Indiana Jones y El Imperio de Cristal (2008) ¡Ah
jijo! Que Dios lo perdone, qué feas. Y ahora The Post que se hace tan larga
como un día sin pan.
Mira el tráiler aquí:
THE POST: LOS OSCUROS SECRETOS
DEL PENTÁGONO
(The Post)
Dirige: Steven Spielberg
Escriben: Liz Hannah, Josh Singer
Con: Meryl Streep, Tom Hanks
Producen: Amblin Entertainment,
Dreamworks Pictures, 20th Century Fox, River Road Entertainment
Estados Unidos, Reino Unido, 2017
En inglés, 116 min.
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