viernes, 23 de febrero de 2018

LADY BIRD




Ningún adulto podrá desmentirme al mencionar que en la adolescencia no sabíamos lo que queremos, deseamos todo, pero nada a la vez. El adolescente vive en crisis existencial permanente o al menos eso hacen notar. Esto mismo lo mencioné en la reseña de la película “Llámame Por Tu Nombre”(reseña aquí), al igual que esta que les voy a contar, “Lady Bird”, ambas están nominadas al Oscar para este año entre otras categorías, a mejor película y mejor actor en la primera, mejor actriz en la segunda.



Los adolescentes aunque callan sus emociones por temor a ser señalados, por sus indecisiones, por su carencia de afecto o demostraciones de cariño, también es verdad que buscan la manera de expresarse, es la edad en la que quieren hacer valer su palabra, sus opiniones y sus planes en el presente y futuro, pero también es la etapa en donde los sentimientos están totalmente desequilibrados, si reciben un no por respuesta, una crítica, una opinión cualquiera que sea, los adolescentes explotaran de diversas formas de manera exagerada, porque es cuando todas las situaciones la dimensionan de forma exorbitante, cuando bien podría platicarse la solución.



Es así exactamente Lady Bird, nuestra heroína en turno. Una chica de 17 años que está en su último año de secundaria. Y para darnos una idea de lo que es capaz, de sentir y de hacer, en los primeros 5 minutos de la cinta nos presentan a este personaje en toda su forma: van ella y su madre al volante rumbo a Sacramento, su nueva ciudad, escuchando una cinta sobre el amor, la nostalgia de lo que se deja atrás, ambas lloran, parece que se adoran madre e hija, opinando sobre los temas de la grabación y lo que les depara el futuro, una cosa lleva a la otra y lo que era amor se convirtió en una batalla campal y al no obtener respuesta positiva y sentirse acorralada, Lady Bird abre la puerta del carro en marcha y se arroja al vacío.



Esa es Lady Bird, que en realidad no se llama así, ¿por qué no elegir uno mismo su propio nombre? Una muchachita voluble, cambiante, indecisa, interesada, que busca encajar en todos los círculos sociales de la escuela, con amigos verdaderos, con amigos falsos, enamoradiza y deseosa de experimentar por primera vez su sexualidad, como cualquier joven de su edad. Lo notable en la historia de Lady Bird es la relación que tiene con su madre, quiere acercarse a ella, pero hay una barrera entre ellas, misma que ha construido la señora misma, pero no por mala ni porque no quiera estar con su hija, al contrario, la adora, pero es difícil ser madre, y más por la difícil situación familiar por la que atraviesan, pero los adolescentes son egoístas quieren toda la atención a sabiendas que hay otras situaciones más importantes qué resolver.



Las actuaciones de Saoirse Ronan y Laurie Metcalf, son tan limpias, tan verosímiles que sí logran transmitir su relación tensa entre ambas, una dualidad de amor y odio. Es común que en la relación entre madre e hija empiece a tensarse cuando hay un dejo de envidia entre ambas, que nunca se confiesan pero que las acciones las delatan, pues así estos personajes y por ello Lady Bird se conduce por sí sola sin consejo ni guía de un adulto. ¿Qué queda entonces para que el amor entre padres e hijos prevalezca y superar estos problemas? Solamente PACIENCIA.

Mira el tráiler aquí:



LADY BIRD
Dirige y escribe: Greta Gerwig
Con: Saoirse Ronan, Laurie Metcalf, Tracy Letts
Produce: Scott Rudin Productions, Entertainment 360, IAC Films
Estados Unidos, 2017
En inglés, francés y español latino
94 min.


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