lunes, 8 de enero de 2018

HISTORIAS DE FANTASMAS



Cuando la gente escucha que algo es de “arte” (teatro, cine, museos, música, etcétera), pone distancia kilométrica para no acercarse a esas opciones de entretenimiento. Todo por que popularmente “arte” es sinónimo de aburrición, lentitud; lo que pasa que vivimos tan de prisa, agotados, angustiados y ensimismados que no nos damos la oportunidad de tomarnos unos minutos y abrir nuestra mente y alma para absorber las emociones del artista a través de su obra.

Pero David Lowery, director de “Historias de Fantasmas, rebasó su pretensión al obtener en su cinta un resultado, no complejo sino hasta pastoso, denso, aletargado. Esta cinta no está estructurada a base de escenas, sino de tomas; por ejemplo, hay una “escena” en la que los protagonistas Rooney Mara (La Chica Del Dragón Tatuado) y Casey Affleck (Manchester By The Sea), después de averiguar qué fueron esos sonidos extraños en la casa, regresan a la cama se abrazan amorosamente y duermen… esta toma dura más de 7 minutos, toma o escena en la que quiero pensar que Lowery quería demostrarnos la gran intimidad, cercanía y complicidad que tiene la pareja, ¿pero 7 minutos en los que no pasa nada más que estar abrazados dormidos? Es más no fueron 7, más bien 10 minutos o más.



Así todas las escenas en toda la película: un fantasma de pie contemplando la nada por minutos y minutos; M, qué nombre tan más pretencioso para una película pretenciosa, (Rooney Mara), en el suelo, engullendo un pastel, lenta y pausadamente, y poco a poco, en el transcurrir del tiempo va desesperándose y llorando tras su pérdida, toma en la que no pasa nada más que ver a una mujer comer pastel durante otros 7 minutos, todo esto mientras que el fantasma la contempla.



Que, por cierto, una de las características del cine de arte es precisamente que son películas contemplativas, es decir, donde no hay diálogos, puede incluir o no personajes, pero finalmente cada escena o toma te está dando mucha información. Escenas en las que el público sólo está observando la escena o toma, como si fuera una pieza de arte plástica en un museo, una pintura, una escultura, en la cual la contemplamos para lograr adentrarnos en el alma impregnado por el artista, pero finalmente se está transmitiendo alguna información, no así en Historias de Fantasmas, aquí pasan los larguísimos minutos sin haber un avance, una evolución, nada de nada.



En la historia del cine hay muchas películas contemplativas pero que finalmente la historia conmueve a la audiencia, pero ni eso. C y M, son un joven matrimonio que se aman profundamente, sin embargo, a partir de la muerte de él, todo cambia para él, así es, la historia se centra en el fantasma de él que para hacerlo más conmovedor viste cubierto de una larga sábana blanca con sus dos respectivos orificios, es la historia de la pérdida de su esposa a raíz de la muerte de él. Interesante perspectiva para saber qué pasa con nuestras almas.



Pero insisto, esta cinta, a los 5 minutos de haber empezado la película se vuelve una tortura, algo casi imposible de soportar, es una prueba de resistencia, en lo personal me quedé por disciplina, aunque si hubo bastante gente, prácticamente la mitad de la sala se salió a lo largo de la película. Lástima, era un buen argumento.

Tráiler:





HISTORIA DE FANTASMAS
(A GHOST STORY)
Dirige y escribe: David Lowery
Con: Rooney Mara y Casey Affleck
Produce: Sailor Bear, Zero Trans Fat Productions
Estados Unidos, En inglés
2017
92 minutos


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