¿Sí se han dado cuenta que
mientras que mantengamos una actitud positiva, entusiasta, pro activa, por más
mal que nos esté yendo en la vida, la suerte estará a nuestro favor? Esta es la
historia de P.T. Barnum (Hugh Jackman), un hombre que no se dejó amedrentar ni
por las amenazas de la gente, ni por las circunstancias, todo con tal de lograr
el éxito, la estabilidad y la felicidad que se le han negado desde siempre.
La película la dirige, el novato
en este rubro del cine, Michael Gracey pero es importante enfatizar que este
hombre es experto en efectos visuales, por su gran experiencia en este rubro cinematográfico,
este punto juega un papel preponderante en la cinta, tanto, que la vuelve
espectacular: la conjunción que arma a través de la edición, los efectos
especiales y visuales, el vestuario, el diseño de arte y la fotografía, hacen
de El Gran Showman algo impactante, pero no sólo eso, también todos estos
elementos dan la sensación de estar danzando al exacto compás de la música que
de por sí te levanta el ánimo hasta el cielo, convirtiéndola así en una
película espectacular.
La historia escrita por Jenny
Bicks, la misma que escribió muchos de los capítulos de Sex And The City,
algunos de Dawson’s Creek, la película Lo Que Una Chica Quiere (2003), entre
otros, es decir tiene gran manejo de los temas femeninos actuales; además su
compañero guionista es Bill Condon, director de musicales como La Bella y La
Bestia (2017), Soñadoras (2006), y Crepúsculo: Amanecer 1 y 2 (2011 – 2012);
como verán El Gran Showman tienen todas las garantías para ser una gran
película, por estas razones, se nota que quieren impulsar nuevos valores en la
dirección cinematográfica ¿cómo hacerlo? Esta película es una muestra de que, si
se sigue al pie de la letra algo ya probado artísticamente hablando, entonces
tendrá la aprobación de la audiencia, de la crítica, de sí mismo y por tanto el
éxito está asegurado. Se nota que Gracey siguió al pie de la letra el guión de alguien
con gran experiencia, le pone su toque, se protege con buenos actores (Hugh
Jackman y Michel Williams) y de guapos talentosos (Zac Efron y Zendaya) y el
producto resulta hermoso para alguien que se está estrenando como director.
Y sin embargo, no todo es miel
sobre hojuelas. Aunque todo sí está bien producido, en su lugar exacto, la historia,
si le eliminamos toda la parafernalia con que está adornada, nos queda una
historia rosa, trillada, casi “telenovelesca”: desde niño, Barnum sufrió de
carencias, sufre de hambre, de humillaciones, la pobreza la padece; él desde
muy temprana edad se enamora de Charity y se promete una vida junto a ella
cuando crezcan (ya que son separado por el padre de ésta); el madurar ella
acepta sin miramientos unirse a él sin importar lo poco, nada o mucho que le
pueda ofrecer Barnum, porque lo importante es la fuerza del amor que los hará
sacar adelante (cursi, cursi, cursi). Así, al formar una bella familia con dos
hermosas hijas, Barnum decide establecer un circo, un “freak show”, con espectáculos
con gente digamos… diferente, por no decir fenómenos: la mujer barbuda, la
mujer albina, el hombre más alto del mundo, el hombre más pesado del mundo, los
hermanos con el mismo cuerpo, etcétera. Y es aquí donde tendrá que enfrentar
duras pruebas de la vida para alcanzar el éxito, a través de su personalidad
necia, creativa, positiva y que no se deja amedrentar por nada.
Aunque simple la historia, se
agradece que al menos los protagonistas si mantienen cierta evolución para
bien, para mal, o para peor, eso hace que al menos mantenga al espectador
interesado desde el minuto cero de la cinta hasta el momento en que se van a
negros e inician los créditos de salida. Y eso para cualquier director novato o
no, es el éxito.
Con esto podría parecer que estoy
diciendo que la película El Gran Showman es una “engañabobos”. Es decir, de
esas películas que las disfrazan con tantos elementos técnicos que distraen
para no concentrarnos en lo importante como el guión, las actuaciones y la
dirección, pero no, al contrario, lo que estoy tratando de decir es que tomemos
en cuenta que la dirige alguien que nunca ha dirigido, así que no podemos
exigir una historia profunda, densa, compleja con muchos recovecos y vueltas de
tuerca, y que aun así obtuvo una hermosa película, es algo de admirarse.
Me da la sensación de que a
Gracey le sucedió lo que Barnum, sin ser experto, pero sí creativo,
perseverante e inteligente logró una película preciosa, casi engañosa pero de
igual muy, muy, muy disfrutable porque al fin y al cabo lo importante de show
es arrancarte una sonrisa, y El Gran Showman lo logra. Si en tu vida estás
tranquilo y contento, después de verla saldrás extasiado, y si te invaden
emociones o sentimientos negativos, entonces te curarás de ellos, ya verás, de
mi te acordarás. Hace muchísimo tiempo que no veía una película con tanta magia emocional.
Checa el tráiler aquí:
EL GRAN SHOWMAN
(THE GREATEST SHOWMAN)
Dirige: Michael Gracey
Escribe: Jenny Bicks y Bill
Condon
Protagonizan: Hugh Jackman,
Michelle Williams, Zac Efron, Zendaya, Rebecca Ferguson
Produce: Chernin Entertainment,
TSG Entertainment, 20th Century Fox
Estados Unidos, 2017
Inglés, 105 min.
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