lunes, 12 de agosto de 2013

HELI




Diariamente escuchamos, leemos y vemos noticias sobre la situación de violencia que vive nuestro país: que si cabezas decapitadas, que si fosas con cadáveres, que si gente colgada del puente; esto por decir lo menos. Porque también están aquellos reportajes donde nos muestran estadísticamente niñas embarazadas, la deserción escolar, la poca confiabilidad en las autoridades o en las corporaciones gubernamentales, en la falta de oportunidades, la nula educación o preparación del mexicano.


Pues HELI es una fotografía fiel de toda esta situación que México viene arrastrando por años. No en vano, Amat Escalante, se hizo acreedor al reconocimiento como mejor director de la edición más reciente del festival de cine en Cannes, Francia, por esta misma cinta.




La forma de narrar la historia de Heli es tan elocuente y evocativa que uno como espectador termina totalmente dañado. En lo personal, llegó un momento de la película que quise huir de ahí, no sólo de la sala de cine, sino del país. Era mucho mi coraje que estaba sintiendo en contra del país, de la gente, del sistema, de todo.


En el festival, Amat Escalante provocó con HELI polémica por su forma tan violenta de enfrentarnos con la realidad. Los cornistas de este festival pasado, cuentan que la gente no soportaba la crudeza de su realismo, salían aborrecidos del cine a mitad de la película. Pues quiero comentarles que la misma situación viví, era un número inusual de personas que optaron por salirse a media función. No los culpo, ya que HELI es sumamente agotadora, hartante.



¡Maldito México! Empecé a exclamar para mis adentros. ¿Saben por qué era mi enojo? Porque en verdad así estamos los mexicanos, lo digo con conocimiento de causa. Cerca de mi tengo muchísimas historias parecidas a las de HELI y su gente. Y sí así somos.


Está tan bien contada que la misma fotografía que el director nos ofrece sobre unos paisajes áridos, grisáceos, desérticos, pobrísimos en espíritu en cosas tangibles. De pronto vemos un auto en medio de la nada; o HELI en su bicicleta levantando polvo, los tonos que usa en cada color son crudos; en fin, la fotografía en sí misma contagia al espectador de depresión o desesperación.




La historia no tiene profundidad, porque es una historia como tantas en el mundo, sin embargo la mezcla de tantos subtemas que a México le duelen la hace una historia importante, por su contexto social e individual. HELI es un muchacho de clase baja, michoacano, obrero en una planta automotriz, cerca de dieciocho o diecinueve años de edad. HELI está "arrejuntado" con una muchacha de la edad, zacatecana, tuvieron qué estar juntos por el hijo que esperaban, ella tuvo que dejar sus estudios, sus planes como profesionista, abandonar a su familia y su tierra por seguir a su hombre. HELI también vive con su padre, también trabajador; además tiene una hermanita de trece años, que se encuentra estudiando nivel secundaria.


Todo en HELI parece rutinario. Su vida está llena de limitaciones que probablemente él mismo ignora, porque como no tiene más aspiraciones que trabajar y estar en casa pues de qué se tiene que preocupar. Hasta que la frustración lo empezó a golpear por todos lados cuando se ve inmiscuido entre tanta impunidad, injusticia policial, social individual que aqueja al país. Estela, su hermanita, como toda “puberta” de la misma edad, está alborotada con un “noviecillo” de seis o siete años más grande que ella, es elemento de una corporación de la policía federal; quien la ronda, quien quiere tener sexo con ella, que hasta le promete matrimonio lo más pronto posible y llevársela lejos, por su puesto, Estela no tarda en acceder. Todo esto a espaldas de Heli y de toda su familia.




Este policía descubre unos paquetes repletos de cocaína, hará negocio con ellos. Esconde los paquetes en casa de HELI, las consecuencias de este acto son irreversibles, sin mencionar que también crueles, horripilantes para la familia de HELI. Todo lo que hemos visto hasta este momento de por sí da terror por la cruda realidad mexicana, de la juventud frustrada que tenemos en el país. Pero lo que vemos después es aún más espantoso, porque así no tienen aterrorizados a toda la ciudadanía. Desde Cannes se circuló una nota en especial sobre el nivel de violencia física  y moral que maneja Amat Escala en la película, y es la tan comentada escena explícita de que a alguien le queman el pene.


Finalmente quedé en shock no por la película en sí, sino porque me han restregado en la cara la situación del país, y todos seguimos con los ojos vendados. Aún en estos momentos que escribo estas líneas sigo pensando y tratando de decidir si me gustó o no la cinta. Lo que sí es que nos trae una realidad innegable, está en nosotros si queremos hacer caso omiso o hacer algo desde nuestro hogar por el bien del país.





HELI
DIR. Amat Escalante
Escribe: Amat Escalante y Gabriel Reyes
Con: Armando Espitia, Andrea Vergara y Linda González
Produce: Mantarraya Producciones, Tres Tunas, No Dream Cinema, Lemming Film, Le Pacte
México, Francia, Alemania, Países Bajos
2013
105 min.

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