Hablando de normalidad. Ésta existe solamente dentro de la mente de cada persona y va en función de lo que hayamos vivido, experimentado, visto, adquirido, absorbido de la vida, nos formamos nuestra propia opinión de la misma, así el cómo conducirnos a través de ella y de la gente que nos podamos topar en este recorrido largo.
El tipo de filosofía de vida es la que determinará la dirección de cada paso que demos, la clase de gente con la que nos involucremos, o el tipo de trabajo en el que nos desempeñemos, el vestir, el hablar, los pensamientos y deseos hacia el prójimo, la forma positiva o negativa de la vida, el solucionar los problemas, el dejarse amedrentar por ellos; en pocas palabras, lo que nos haga estables emocionalmente, eso está bien, y es “normal” en todos los sentidos.
¿Pero qué tal cuando alguien aparece ante nosotros y nos presenta una perspectiva, total, drástica y absolutamente distinta a lo que nosotros nos conocemos (en cuanto a esquemas de trabajo, planes de vida familiar, a la sexualidad? Lo consideraríamos “anormal” ¿no? Y nada más porque no comulgamos con ello. Pero ¿y si nos tomamos la oportunidad únicamente de escuchar eso distinto que nos presentan? ¿Qué pasaría? Nada en realidad. Así es, nada, porque está en nosotros mismos si decidimos ser y hacer para sí lo que siempre hemos hecho; o tomar ese otra alternativa ese otro punto de vista de camino de vida, nada más por “probar”. Si nos gusta nos vamos por ahí. Si no, pues retomamos nuestra filosofía de vida, respetamos a la otra persona que sí lo decida o desea así y la dejamos ir o ser. Finalmente tan en paz todos como siempre, sobre todo en armonía con nosotros mismos.
Jason Reitman (Dir. Juno 2007), nos trae a través de su cinta Up in the Air, absurdamente llamada en México “Amor sin escalas”, esta propuesta de dejarse llevar tan solo por un instante por lo impulsos, ser flexibles con nosotros mismos, permitirnos desviarnos un poquito del camino recto que nos hemos fijado, para arriesgarnos a ver el otro lado de la moneda, que se trata de un volado, o podemos ganar o podemos perder. Aunque finalmente, sea cual sea la decisión, siempre se ganará aunque las heridas que nos hagan en el pundonor nos duelan demasiado, pero siempre se aprende de todo error, de todo riesgo fallido.
Reitman escribe y dirige la historia de Ryan Bingham (George Clooney, Syriana 2005), ejecutivo que se la pasa, una cuarta parte de su tiempo en los aviones, por tanto se ha hecho aficionado a coleccionar puntos millas; la otra cuarta parte, cada día en una ciudad distinta del país, la tercera cuarta parte, y este el punto de su empleo, despidiendo gente de sus empleos en distintas empresas, ya que éstas para eso contratan a una agencia ajena para evitarse todo ese penoso asunto, y más en la difícil economía mundial; y al última parte de su tiempo está en su austera, fría y desoladora casa.
Por su agenda apretada, por su constante ir y venir, Bingham se ha formulado un esquema de trabajo infalible para él y su filosofía de vida, ya que también es conferencista. Ofrece pláticas para levantar los ánimos y la moral a través de algo poco ortodoxo: evitar o deshacerse de cualquier tipo de compromiso emocional, llámese, matrimonio, hijos, amigos, recuerdos, y demás; es lógico, porque si no lo hacemos, según la visión de este hombre, entre más carga emocional más lento y tedioso será el andar por la vida sin alcanzar algunas veces nuestros sueños.
Pero qué tal que llega a la vida de Bingham alguien que le tumbara toda esa perspectiva de vida. Así es, llega Alex (Vera Farmiga, El niño con pijama de rayas 2008), una mujer en sus plenos 30’s con quien se identifica plenamente, dar rienda suelta a los impulsos sin ningún tipo de compromiso o atadura de por medio, para así hacer amenos y divertidos los viajes o los ratos de ocio en solitario. Pero y qué tal que a la vida de Bingham llega alguien que le tumbara este mismo esquema desde el punto de vista convencional. Así conoce a Natalie,(Anna Kendrick, Crepúsculo 2008) una chica veinteañera, con un futuro prometedor en su ramo, enérgica y fría, pero a la vez sensible y soñadora como toda mujer de su edad, quien le podría enseñar que la soledad en la vida es divertido, prominente, grande, pero lo es muchísimo más si compartimos nuestra vida con un compañero de vida.
¿Entonces Bingham se podrá dar ese pequeño chance de experimentar algo que no está dentro de sus cánones? Lo más interesante es, él no es el único quien verá que no todo lo que es distinto es “anormal” sino que estas dos mujeres apreciarán muchas formas de vivir, de ver, de sentir, de percibir, de opinar, de creer, de ser, opuestas a las suyas y todas, en mayor o menor medidar, son importantes y válidas.
AMOR SIN ESCALAS
(UP IN THE AIR)
2009
DIR. JASON REITMAN
CON: GEORGE CLOONEY, VERA FARMIGA Y ANNA KENDRICK
Estados Unidos
105 min.
*actualmente nominada a varios oscares entre los que destacan Mejor película, actor, actrices (ambas) de reparto y director.
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