jueves, 11 de febrero de 2010

La Teta Asustada


Fausta, es una joven peruana, de origen muy humilde, cuya madre acaba de morir con una gran pena que jamás pudo superar; mientras que se encontraba embarazada de Fausta, fue violada, ultrajada durante la época de terrorismo que vivía el país. La madre quedó tan perturbada que ese mismo miedo le infundió a su propia hija durante el resto de su existencia, a tal grado que la muchacha no se permite a ella misma andar por las calles, muchos menos sola, tiene que ser siempre acompañada por una mujer. Ha crecido con un pavor hacia los hombres. No soporta ni que le dirijan un “hola” por temor a ser violentada. Ella sufre continuamente de sangrado de nariz, así como de desmayos. Su tío, quien está a cargo de Fausta desde la muerte de la madre, asegura, por ideas y costumbres ancestrales, que su sobrina padece del mal de “la teta asustada”, un mal que le fue transmitido de madre a hija a través de amamantarla. Fausta, ante la ausencia de su madre, pero con el cadáver presente junto a ella todos los días, tendrá que enfrentar sus propios miedos, aprender a vivir con ellos o empeñarse en la labor de eliminarlos.


Bajo esta premisa, “La Teta Asustada” de la directora Claudia Llosa, (Madeinusa, 2006), suena a una propuesta muy interesante donde se podrían ver reflejada la idiosincrasia del pueblo peruano mediante sus tradiciones y costumbres conducido por un personaje el cual podría decirse que es víctima de sus propia comunidad.

Pero adivinen qué. Mas que película, parece un capítulo de dos horas de “lo que callamos las mujeres” o “Mujer casos de la vida real” fusionado con algún programa de “Laura en América”. Ya con esto les he dado una idea de lo que verán si se atreven a verla, ¿o no?

Esperaba ver, a través de diversos planos, ilustraciones sobre el folklore peruano, la forma de vida, la forma de pensar, tradiciones, algo que pudiéramos entender su razón de ser. Pero definitivamente estaba yo, muy alejado de la realidad. Yo soy de los que piensan que la ignorancia no es consecuencia de la pobreza, pero el tratamiento que le da Claudia Llosa a su cinta afirma y reafirma todo lo contrario. Es como que si nos estuviera diciendo cada cinco minutos “piensan esto porque son pobres” “hacen esto porque viven en el lumpen” “hablan así porque son analfabetas” “se visten así o tienen estos gustos porque su mente no les da para más porque son pobres”. Es decir, no hay un solo personaje que pueda rescatar estas falsas ideas, al contrario, nos da a entender que todo Perú es así. Es como si la directora tuviera la misma escuela que Laura Bozo, donde muestran el lado mísero, no material ni económico, sino espiritual, del ser humano.

Es notable que trato de realizar una cinta pretenciosa, que implícitamente se jacta de experimentar y arriesgada al poner ante la cámara gente que carece de experiencia histriónica, encuadrar escenarios sórdidos, de manejar la cámara casi en su totalidad fija para que, aunque los actores se salieran de cuadro no importara, como si estuviera esperando el momento preciso por capturar alguna fotografía y así tratar de impactar con “momentos kodak”. Bueno, está tan mal planteado el argumento que lejos de acompañar a Fausta con su dolor, o sentir el miedo o la aberración por los hombres, hay varias escenas en las que arranca risas y carcajadas del público en lugar de percibir el drama, o sea, tiene humor involuntario. En mi opinión el guión está mal escrito ya que el espectador no entendió lo que la directora trató de plasmar. Casi hacia el final de la película me dije, si esta película es tan pretensiosa por la connotación que trata de alcanzar, por lo menos esto debe tener algún mensaje, pues no, tampoco, carece de él. ¿Entonces de qué se trató?

“La teta asustada” es una cinta que aparte de estar nominada al “Oscar” como mejor película extranjera, trata de miedo a los hombres, cantos, tradiciones mal plasmadas, papas, drama y risas involuntarias. Y no es estar contra de las historias que cuentan la vida de la gente humilde, mostrando usos y costumbres, porque aprecio y admiro trabajos donde sí han sabido conducirnos a tierras lejanas, por miradas, palabras, una pulcra sencillez y una respetada humildad económica, como “El Camino a Casa” de Zhan Yimou (China, 1999).

Películas como “La teta asustada” hay muchas, pero tiempo sólo hay uno, así que si lo que quieren es valorar la forma de vida y pensar de otras regiones del mundo, asómense a los trabajos de Yimou, Fernando Meirelles (Ciudad de Dios, Brasil 2002).


LA TETA ASUSTADA
2009
DIR. CLAUDIA LLOSA
CON: MAGALY SOLIER
PERU-ESPAÑA
135 MIN.

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