Desde hace un tiempo que había esperado una película cuya temática del holocausto no abordara precisamente las circunstancias internas de los campos de concentración, o la vida paso a paso del sufrimiento de los judíos en el periodo hitleriano de la historia mundial de principios de siglo XX. Me llegué a preguntar ¿qué no hay otra forma de tocar este tema sin que nos saturen de pijamas de rayas, de hambruna judía, de exilio, de encierros en los vagones de trenes cuales vacas, de tortura explícita?
Digo, no todo debe ser “Lista de Schindler” o “Vida es Bella” o “El Niño con Pijama de Rayas” o “El Pianista” con un largo etcétera.
Pero por fin está en cartelera una cinta que me ha deja un grato sabor de boca dándome respuesta a mi interrogante: SÍ, sí hay otras maneras de abordar la segregación, el dolor e impunidad de ese genocidio en la película La Llave de Sarah del director GIlles Paquet-Brenner.
Esta propuesta cinematográfica es más que otra cosa un thriller con tintes de drama. Es decir, es una historia donde desde la primera escena plantea una primera interrogante en el espectador quienes estamos al filo de la butaca tratando de anticiparnos a la solución del gran problema de la pequeña Sarah.
La película retrata dos historias paralelas, donde sus protagonistas Sarah y Julia tendrán que aprender a lidiar con el dolor que conlleva su acontecer diario; que aunque muy distintas entre sí, inclusive en tiempo ya que las separa 60 años de distancia, algo las une y unirá por siempre: ser mujeres son todos sus matices.
Sarah es una niña cerca de 10 años quien se ve envuelta junto con sus padres en el drama de ser judíos de nacionalidad francesa en el París de 1942 cuando Alemania ya tiene ocupada Francia, por tanto la policía parisina tiene la encomienda de arrestar a todos los judíos bajo condiciones infrahumanas, el problema no es este, sino que Sarah al ser capturada se lleva con ella un terrible secreto que no puede develar ya que si lo hace una vida peligra.
Julia es una mujer ya en los 40 y tantos años de edad, reportera, estadounidense radicada en París y casada con francés, madre de una chica de 12 años. A Julia siempre le ha movido el tema del holocausto, cuando le autorizan escribir un artículo sobre el mismo, sus investigaciones la llevan a enfrentarse cara a cara con la historia de la pequeña Sarah, ahora tendrá que lidiar con sus problemas de una mujer de éxito profesional pero con frustraciones como ser humano, junto con la historia de vida de Sarah y la familia de la niña.
En un principio pareciera tratarse de una película más sobre judíos en campos de concentración. Afortunadamente no lo es. Es un punto de vista totalmente íntimo, espiritual, de crecimiento y superación de alguien que padeció esa terrible tragedia. Es un punto de vista femenino mas no feminista, es una visión psicológica infantil donde se muestra si pudo haber vida para los niños después del encierro y la esclavitud, por supuesto, los que lograron sobrevivir.
Aunque a mi parecer el final estuvo un poco flojo, como de novela de la revista “Selecciones”, no cierra bien el círculo de vida de Sarah, a menos que esa sea la intención del director. Pero por todo lo demás, la fotografía, la música, inclusive las actuaciones de ambas, Kristin Scott Thomas (Julia) y de Mélusine Mayance (Sarah) fueron convincentes.
Es una lástima que no ha tenido la publicidad debida, porque junto con todo lo que hay actualmente en cartelera esta es la que en verdad vale muchísimo la pena, tiene todo: amor, drama, conflicto, no es nada aburrida, es ágil, mantiene el suspenso, no es de arte (que es lo que mucha gente le da la vuelta), es un punto de vista europeo de lo que aconteció: Es buena alternativa para escaparnos un poco de Hollywood y México y conocer otros pensamiento otra forma de abordar los mismos temas de siempre.
LA LLAVE DE SARAH
(Elle s’appelait Sarah)
Dirige y Escribe: Gilles Paquet-Brenner
Con: Kristin Scott Thoma, Mélusine Mayance, Aidan Quinn
Produce: Hugo Productions, Studio 37
Francia , 2010
111 min
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