Los que han visto las precuelas de Toy Story 3 podrán considerar que esta última es la mejor de la saga. Y lo que no están muy familiarizados con el tema no importa, porque Toy Story 3 es una película entrañable por el sentir de cada personaje, nostálgica ya que por mucha o poca infancia que hayamos tenido, todos en algún momento dado tuvimos al menos un juguete, ¿y dónde quedaron todos esos momentos de convivencia con nuestros juguetes, donde imperaba la imaginación y la inocencia que algún día tuvimos?
Podría parecer que después de dos historias sería difícil escribir una tercera, que mantuviera el mismo ritmo contundente, divertido y sustancioso. Tal vez sí fue difícil echar a volar la imaginación de los escritores, pero lo lograron.
Los muñequitos de Andy sufren de nueva cuenta crisis de identidad porque ellos mismo saben que fueron creados para divertir a sus dueños, para que jueguen con ellos, y la única forma de sentirse vivos, es que no los dejen en el olvido o en un bote de basura, que los quieran, que los cuiden como a un amigo, un compañero de vida. Pero Andy ya es casi un adulto, está a punto de ingresar a la universidad y como es lógico ya no juega con juguetes, pero tampoco quiere desecharlos qué mejor que seguirlos conservando al menos en el ático; pero por error, todos los amigos, que se consideran una familia desde hace más de 15 años (Woody, Buzz, Jessie, Tiro al Blanco, Los señores cara de papa, Stinky, Ham, Rex, Los marcianitos de pizza planeta, junto con Barbie) van a parar a una guardería donde todos menos el vaquero encuentran una nueva razón para seguir existiendo, puesto al haber niños significaría que seguirían jugando y llevando alegría. Sin embargo, nunca se imaginan que en ese lugar se toparían con tantos y nuevos juguetes, como Lotzo un oso de felpa no tan cariñoso, Bebote un bebé de juguete tierno pero de gran fuerza, o un metrosexual vanidoso Ken quien queda prendado de la rubia curvilínea en el primer instante que la ve. Y es así como emprenden nuevas aventuras para poder encontrarse a sí mismos, o fijar su estancia ahí, o planear el regreso con su dueño original quien aparentemente ya no los quiere.
Lee Unkrich también director de cintas animadas de gran éxito como Toy Story 2, Buscando a Nemo o Cars, le implementa a los juguetes gran humanización aún más que en sus primeras partes, y lo podrán constatar en varias escenas en las cuales se quedaran grabadas en nuestra mente. Una de las cosas que pienso de la vida, es por más adultos o maduros que seamos, formemos una familia o un hogar con quien deseemos, jamás permitamos perder la dulzura, la ternura, la imaginación de cuando niños. La vida es más ligera y mejor si le ponemos estos ingredientes a nuestros caminos. Esa es la lección que nos dejan Woody y sus amigos.
La tecnología implementada para la realización de esta cinta es tal, que ya se pueden apreciar detalles, aunque mínimos pero importantes para el realce de cada escena, por ejemplo quién diría que Lotso, el Oso cariñoso, con ese pelaje, tan suavecito y pachon tuviera esas actitudes ante la vida, o qué decir del cabello de Andy, se puede apreciar cada uno de los cabellos, como si fuera real. O el hecho de dotarles expresiones a los juguetes para que conjugaran emociones como angustia, tristeza, resignación, valentía, todo al mismo tiempo y en una misma expresión, como lo hacen en esa escena clave de la historia, tan bien producida, en la cual todos se toman de sus manitas; bien producida porque es el dramatismo puro, que sin diálogos, iluminación correcta, la música adecuada, el diseño de los juguetes, sus gestos, la colocación de cada uno de ellos, todo tan bien escrito que obligan al corazón del público resquebrajarse y llorar aunque uno así no lo quiera.
Bueno, a final de cuentas es una cinta infantil, y el punto es divertir a los niños, por tanto, es hilarante, uno como adulto podemos divertirnos tanto como los peques, hay muchas bromas y chistes, pero no gratuitos, tienen su razón de ser, las anécdotas chuscas son lo que nutren la película.
Toy Story 3 ya la han catalogado como la mejor película de las tres, inclusive desde los números, de asistencia y recaudado en México, Estados Unidos y en el mundo; sin embargo la opinión que vale es la de los mejores expertos y críticos que puede haber: el público común y corriente; por todos sus elementos, la historia, los nuevos personajes, las risas y el llanto, el suspenso y la diversión. Y como todo cuento su moraleja: cualquier obstáculo que haya en la vida, cualquiera que sean nuestros defectos, cualquier palabra que emane de nuestra boca: un verdadero amigo está para nosotros siempre.
TOY STORY 3
DIR. LEE UNKRICH
GUIÓN: MICHAEL ARNDT, JOHN LASSETER, ANDREW STATON, LEE UNKRICH
DISNEY PRODUCCIONES Y PIXAR ANIMATION STUDIOS
VOCES INGLES: TOM HANKS, TIM ALLEN, JOAN CUSACK, MICHAEL KEATON
VOCES EN ESPAÑOL: ARTURO MERCADO JR., IRAN CASTILLO, DANA GARCIA, ERIKA DE LA VEGA, MIKE AMIGORENA, CRISTIAN DE LA FUENTE.
E.U.A., 2010
108 MIN.
La verdad muy emotiva, grandes y pequeños reimos como enanos, y sentimos todos lo mismo con cada parte de la pelicula, de verdad no se la pierdan.
ResponderBorrarFelicidades por tu reseña como siempre tan atinada.
De acuardo con tus comentarios, y la mejor pelicula de dibujos animados del año, al estilo Up una aventura en el cielo, con todos los sentimientos. Pero no se que sientan los niños de 4 a 8 años ver a estos juguetes a punto de morir y sufrir. Jaja
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