En la
última década, sobre todo los últimos cinco años se ha desatado una especia de
euforia por comprender a la generación de jóvenes que nacieron en los años 90 y
principios del siglo XXI que definitivamente estamos presenciando un fenómeno
social: los millenials.
¿Quiénes
son estos muchachos? ¿O qué los caracteriza? ¿Qué tienen en común todos ellos?
¿Qué están influyendo en todos ellos para que adopten la personalidad que
tienen? No quiero centrarme en la descripción de la juventud de hoy en día
porque han surgido diversas teorías, tratados e hipótesis al respecto, incluso
aún se sigue analizando. El punto de mi comentario es centrarme en el motivo
del por qué la mayoría de las personas que somos arriba de los 30 o 25 años nos
está obsesionando dar una explicación lógica a la conducta y el raciocinio de
estos muchachos.
Si no
mal recuerdo, ni nuestros padres ni nuestros abuelos se involucraron casi patológicamente
con el tema de comprensión de las generaciones subsecuentes, todo lo arreglaban
con decir “en mi juventud… yo esto… yo lo otro” y ya, no pasaba de eso. En cambio,
hoy en día le damos vueltas y vueltas, nos está afectando de sobre manera el
comportamiento de los millenials, tanto que no dejan de salir a la luz memes,
bromas, entrevistas, programas dedicados a ellos, literatura, programas de
televisión y películas.
Por
ejemplo, resulta que Spider-Man Regreso a Casa, dirigida por Jon Watts
(incipiente director cinematográfico), sorprendentemente resultó ser una joya
del género por la manera en que se renovó al personaje adaptándolo a los
tiempos en los que estamos viviendo. Por ejemplo, si trasladamos al Peter
Parker de Tobey McGuire a la actualidad ciertamente no causaría el mismo
impacto entre los niños de 12 a 18 años porque no se sentirían identificados,
ni en su personalidad romántica, soñadora y hasta cursi de ese Peter, en cambio
vemos al de Tom Holland, claro que sí retrata a los chamacos de hoy: sumergidos
en la tecnología, en los gadgets, dispersos, abiertos naturalmente a la
convivencia interracial, con un sentido de la irresponsabilidad que rayan en las
faltas al respeto de los adultos, y las reglas, son individualistas y
egocéntricos, como si estuvieran ensimismados.
Por otro
lado, nos agregan a Tony Stark (Robert Downey Jr.) quien está representando a
toda esa generación que trata de controlar a los millenials y se nos vuelve un
tema complejo, por más que buscamos y ofrecemos alternativas de conducta.
Pero si
se fijan, pese a lo artificiales que pueden ser los muchachos de hoy en día,
como en la película, entre líneas, en el fondo, muy en el fondo, hay un asomo
de humanidad, compasión, y amor por el prójimo, hay temores y odios, rencores y
perdón, como todo ser humano.
Por ello,
la película se vuelve una joya, por estar bien contada, adaptada, muy
divertida, cero infantil (los niños pequeños alcanzan a aburrirse).
Esta
cinta es para todos, porque lejos de separarnos por generaciones, o por geeks,
o fans, nos converge. Spider-Man Regreso a Casa es la vida real lleno de
aventura y fantasía.
Tráiler:
SPIDER-MAN
REGRESO A CASA
(SPIDER-MAN
HOME COMMING)
Dirige:
Jon Watts
Escribe:
Jonathan Goldstein, John Francis Daley
Protagonizan:
Tom Holland, Michael Keaton, Robert Downey Jr.
Produce:
Columbia Pictures, Marvel Studios, Pascal Pictures
Distribuye:
Sony Entertainment Pictures
Estados
Unidos, 2017
Inglés,
133 min.
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