Aunque no siento tu dolor, puedo comprenderlo. Lo puedo distinguir desde aquí, desde muchas millas de ti. Lamento tu drama pero la historia se escribe de esta manera, no hay nada que lo revoque. Dicen que la soledad es la mejor compañía aunque ahora se ha vuelto la peor enemiga, el silencio de tus pensamientos, cada suspiro tuyo, cada lágrima vertida, todo arde, todo duele. Tu andar se ha vuelto inverosímil al tiempo. Tu tiempo se ha detenido, la magia de tu rostro ya no es especial. Lo siento en verdad, quisiera hacer más por ti, solamente tú tienes la medida de tu duelo, así como el poder de remediar tus días para que éstos vuelvan a brillar.
Así es, si el ser querido, el más cercano, el más
amado, el más entrañable, ha muerto, tú solo tienes la capacidad de decisión de
ponerle un alto a tu dolor. Ya no está contigo tu esposa, tu marido, tu pareja,
alguno de tus hijos, ya se fueron, y sin despedirse, eso es lo que más duele,
es lo que cuesta trabajo asimilar, tal vez se torna hasta difícil aceptarlo.
Hace unos cinco minutos reían, cantaban, planeaban
proyectos para dentro de tres horas, una semana, varios años; cinco minutos más
tarde se fue, ya no está, murió, jamás lo o la volverás a ver en tu vida. Nunca
podrás estrechar su mano, jamás mirarás sus expresiones, adivinar si está
enojado o enojada, contento o contenta, si necesita algo o le sobra mucho, todo
se acabó. Eso duele, porque el que muriera no estaba en sus planes.
Pero TÚ, y sólo tú tienes el poder de decidir y dejar
ir su espíritu, no aferrarte, eso te hace daño y lo sabes, el dolor es la única
forma de aliviarte, sentirte con vida, es imposible abrir los ojos, darte
cuenta que estás flotando en la inmensidad del infinito, nada te sostiene,
estás a la deriva, no te importa, ya que no vale la pena seguir viviendo, sin embargo
estás lleno de pánico porque sí quieres vivir y no sabes cómo, estás perdido,
no hay nadie quien te ayude.
Te tienes a ti mismo, quieres comenzar de nuevo
renacer de alguna manera, desde algún punto, ¿pero cómo? Necesitas dejar que la
vida te llene de golpes, necesitas sufrir, necesitas que se te torture hasta
más no poder para que abras los ojos, y renazcas como el ave fénix, altivo,
alegre, poderoso, como siempre lo has sido, necesitas reencontrarte a ti mismo,
¿pero cómo? La respuesta la hallarás flotando en la inmensidad de la nada
llamado: tu interior explorando las posibilidades que universo te ofrece, con
inteligencia y coraje lo lograrás.
Encuentra el desapego, tómalo, así vivirás en paz, y
esa persona a la cual no puedes dejar ir, por fin podrá descansar eternamente,
feliz y sonriente como fue siempre.
La inmensidad del espacio, del universo, de la vida
está dentro de nosotros, es cuestión de disfrutarla con conciencia para no perdernos
gracias al dolor que nos acarrea.
GRAVEDAD
(GRAVITY)
DIR. ALFONSO CUARÓN
ESCRIBE: ALFONSO CUARÓN Y JONÁS CUARÓN
CON: SANDRA BULLOCK Y GEORGE CLOONEY
PRODUCE: WARNER BROSS. Y
E.U.A. 2013
91 MIN.