¿Qué le
pasa a Christopher Nolan? ¿Qué clase de ser humano, artista, persona es Nolan?
Este hombre realiza cada vez más películas (como yo le llamo), de alto
entretenimiento, puras cintas profundas, pero definitivamente comerciales, con
diálogos poderosos, pero sin caer en la pretensión de la soberbia; fotografía
que plasman cada sentimiento emanado del guion y de sus personajes.
Nolan
combina con maestría perfecta todos los elementos de una película comercial con
los elementos de una película de arte (o lo que la mayoría consideramos que es
arte). Es decir: con un altísimo presupuesto de millones de dólares, homogeniza
aspectos como actores populares o famosos pero talentosos, efectos especiales y
visuales muy bien embonados y ejecutados, espectaculares, con un sonido
envolvente que contagia el ánimo de la historia, que por cierto debe ser fácil
de digerir, pero entretenido y ágil; esto mezclado con emplazamiento y
posiciones de la cámara como pocos lo hacen, diálogos que invitan a la
reflexión en el público, texturas en la fotografía, emociones escondidas entre
líneas del guion, situaciones o circunstancias difícil de digerir, finales que
no lo son, por que la vida es así, una secuencia de experiencias interminables,
que una es consecuencia de la otra.
Christopher
Nolan se ha sabido sacar brillo en cada cinta, una y otra vez para evitar
empañarse, hasta entregar películas como la trilogía de Batman con Christian
Bale, El Origen, Interestelar, y ahora Dunkerque.
Siempre
les insistiré, no olviden que una película es, primero, una historia contada en
imágenes, segundo, esta historia debe ser honesta, concreta, coherente y ágil.
En Dunkerque no es necesario que todo el tiempo se esté hablando, con los pocos
parlamentos que existen podemos permearnos de todas las emociones negativas que
puede acarrear situaciones al extremo como la angustia, pánico, preocupación,
tristeza, derrota, depresión, zozobra.
La magia
cinematográfica de Nolan inicia desde el segundo cero de la película, cuando
vemos a un puñado de soldados ingleses correr por su vida en el pueblo de Dunkerque,
Francia para escapar de las balas que los alemanes les están propinando. Desde
ese momento y hasta el último de la película, el director nos tiene, al
público, agarrado de los testículos, no nos deja en paz, no nos deja respirar, nos
hace sudar, nos estresa, nos vuelve locos, nos desespera, imploramos para que
suceda algo bueno ¡ya!
Y a
través de las imágenes, que más bien parecen postales del terror, se va
entendiendo que hay miles y miles, 400 mil soldados para ser exactos, entre
ingleses y franceses, varados en la playa de Dunkerque, rodeados por los
alemanes durante la segunda guerra mundial, quienes los están atacando con
cierta frecuencia, la misión: exterminarlos. En este contexto se desprenden
tres historias para nada aisladas, pero sí tres perspectivas de esta vivencia,
la del soldado que busca a toda costa huir de la playa; la del piloto aéreo que
busca a toda costa defender a los suyos; y la de los pescadores que con su
sentido patriótico y de solidaridad busca a toda costa ayudar a sus
compatriotas. Y todos interpretados por actores de todo tipo y categoría, todos
están excelentes, inclusive los extras proyectan con la mirada el miedo en el
que se encuentran inmersos, es más, para que Harry Styles (ex integrante de la
boy band One Direction), esté irreconocible, habla de otra parte del gran
trabajo del director.
A través
de estos ojos, se puede escudriñar el material del que estamos hechos los seres
humanos, ímpetu, fortaleza, firmeza o dureza; cobardía, hipocresía o egoísmo; esperanza,
añoranza o valor. Ese tic tac de algún reloj no deja de sonar, manteniendo en
nosotros la presión de que algo tenemos qué hacer o se nos acaba el tiempo, ese
sonido de los motores de los aviones enemigos que no divisamos, pero nos genera
pavor, esa música que cuida que el caos persista en nuestros cerebros. Tantos
barcos destruidos, tantas explosiones a unos cuantos metros, el olor a muerte sale
de debajo de las butacas y eso que no es 4DX; esas secuencias de acción y
guerra tan bien editadas que cuentan a la perfección.
Es de
admirarse el gran cúmulo y fuente inagotable de imaginación inteligente, veraz,
mordaz, que posee Nolan para plasmar su sello en sus cintas, no neguemos que de
repente puede tener uno que otro errorcillo, o pata coja en el guion, que son
prácticamente imperceptible. Pero, aun así, ¿qué le pasa a Nolan? ¿Qué clase de
humano es este director de cine?
Mirar el tráiler en:
DUNKERQUE
(Dunkirk)
Director:
Christopher Nolan
Guion:
Christopher Nolan
Protagonistas:
Fionn Whitehead, Tom Hardy, Harry Styles.
Produce:
Syncopy, Warner Bross, Dombey Street Productions
Distribuye:
Warner Bross.
Gran
Bretaña / Países Bajos/ Francia/ Estados Unidos, 2017
Inglés /
Francés/ Alemán, 106 min